SECCIONES - TÍTULOS

Los relatos del blog están divididos en varios títulos genéricos que son "Reflexiones", donde hallaréis escritos espirituales y reflexivos, "Una mirada al Alma" donde podréis leer historias muy profundas de crecimiento personal, del alma, "El Romántico Obsoleto", que cuenta con relatos de humor, irónicos, historias de la vida cotidiana del ser humano, "Diálogos", que son como la palabra dice, conversaciones que suelen ser muy profundas y espirituales, y por último he publicado tres capítulos de una de las novelas en las que estoy trabajando "Alma Cristalina". Disfrutad con todos ellos y compartidlos si os animáis a hacerlo para ayudarme a difundirlos.

Gracias por leerme, bendiciones a todos.

lunes, 31 de agosto de 2015

EMPEZANDO A SER...

Un joven y un anciano iban por un camino arduo y tormentoso. El joven, andaba descalzo, con sus pies destrozados, llevando consigo una mochila llena de piedras, mientras que el anciano parecía ir levitando mientras avanzaba, con sus pies desnudos sin un sólo rasguño.
    Ambos dialogaban.

  • Cuanto más puntiagudo es el suelo que piso, más llagas sangran en mis pies, sin embargo, hay una fuerza interior que me empuja a seguir caminando - Le dijo el discípulo a su maestro.

  • Eso quiere decir, mi querido hermano, que cada vez estás más cerca de la verdad.- Contestó el maestro.


  •  ¡Pero qué verdad será esa que tanto dolor nos infunde cuando osamos perseguirla! -Profirió el joven.
 
  •  La verdad no te provoca el dolor, te lo provoca tu propia mente, porque se resiste a ceder y liberar sus limitaciones. Hallarás la verdad que buscas cuando tu mente calle y se haga el silencio.- Explicó el anciano maestro.

  •  !Pero yo quiero llegar a esa verdad!- exclamó- no quiero seguir cayendo y sufriendo mientras camino en este lugar tan inhóspito.

  •  ¿Crees que he sido yo o cualquier otra persona quien inventó este camino de piedras hirientes?, no mi querido discípulo, este camino es el que tu mente ha decidido que transites.

  •  ¿Y dónde queda mi verdad? ¿Dónde está? ¿Qué es en realidad?

  •  Tu verdad está en ti, tu verdad eres tú. Deberás descubrir quién eres para hallar esa verdad. Tu ser te guía, y las piedras escogidas por tu mente en su resistencia, son para tu ser sólo uno de los puentes para que alcances su sabiduría. Tu Ser no te obligará nunca a transitar por estos parajes, no desea que sufras, pero sabe que tal vez sólo así podrás comprender el significado de Ser...

  •  ¿Debo entonces sufrir irremediablemente porque así lo quiere mi mente, o mi ego?

  •  No, la decisión es tuya, entrégate a tu ser, y desconecta de la mente.

  •  ¿Y eso cómo se hace?

  • Déjate llevar por lo que hay en ti, respira, no hace falta que hagas nada, sólo hace falta que seas.


  • ¿Entonces debo descubrir quién soy, maestro? ¿Se trata de eso? ¿Y qué hay de Dios?


  • Dios está en ti, está en cada uno de nosotros, somos una chispa divina de esa fuente creadora, fluye en nuestro corazón, sólo tienes que sentirla. Cuando te entregas al Ser que eres, te entregas a Dios, no a ese creado por tantas religiones, sino a la verdadera esencia de lo que todo es, porque todo es conciencia, y todos nosotros, todo lo que es, es parte de esa fuerza creadora a la que llamas Dios, de ahí que muchos digan que somos uno. 

     
  • Maestro -dijo el joven mientras se sentaba en el suelo después de dejar caer su pesada mochila – Si no tengo que hacer nada ¿puedo entonces sencillamente sentarme  y dejar de llevar esta carga?


  • Mi querido hermano, veo que vas comprendiendo. Todo lo que ves es una ilusión, una proyección de tu mente, incluído lo que llevas a cuestas. Tu carga no es más que un cúmulo de recuerdos y pesares de tu mente, del cual no sabe desprenderse y lo mantiene apegado a sí misma, produciéndote agotamiento y dolor.


  • Ya, pero yo tengo una vida, tengo que hacer tantas cosas, tantas oblicaciones, y tantos anhelos...


  • Acabas de mostrarte algunas de las barreras creadas por tu mente. La verdadera esencia que hay en ti, no necesita nada, porque lo tiene todo, no depende de nada, sólo de sí misma, no es carente de nada, porque es pura abundancia. Mientras vivas en el mundo creado en tu mente, ansiarás lo que ya tienes sin darte cuenta, y verás a tu alrededor el reflejo de tu inconsciencia.


  • ¿Inconsciencia? ¿A qué te refieres?


  • Me refiero a la ignorancia, a la inocencia de tu ego, a lo que tu mente desconoce y crea para no sentir incertidumbre. El ego vive hacia el exterior y no comprende lo que significa mirar hacia adentro, tiene miedo de perderse, de diluirse.


  • ¿Y no se trata de eso? ¿No debemos dejar que el ego desaparezca? 

     
  • No exactamente, se trata más bien de una conciliación. La entrega al Ser no significa que deje de existir el ego, sino que quiere decir que caerá un sistema de creencias ficticios y limitantes, para dar paso a otro enfoque del mundo basado en la sabiduría del Ser. De esa forma, el ego se transformará, y ambos coexistirán de manera equilibrada. El Ser será tu guía, el ego tu puente hacia el exterior.


  • No debo entonces odiar y rechazar mi ego...¿verdad maestro?


  • Sería como rechazarte a ti mismo. Dentro de ti, tu luz y tu sombra deben abrazarse y amarse, sólo así diluirás tu polaridad interior.


  • ¿Pero eso es posible?


  • Todo es posible, mi querido y joven alumno, todo es posible...


Arael Elämä...




martes, 25 de agosto de 2015

OBSERVANDO LA NECESIDAD DE TENER PAREJA

OBSERVANDO LA NECESIDAD DE TENER PAREJA

(Una Reflexión personal)


Es cierto que en la vida experimentamos un sinfín de situaciones, algunas complicadas, otras hermosas, otras muy dolorosas. Cuando me paro a observar todo lo que ocurre a nuestro alrededor y cómo nos afecta a nivel emocional y mental, necesito tomar distancia de lo que estoy observando y hacerlo desde una posición estratégica. Ahí es donde entra en juego mi Ser, esa parte de mí que siempre está en calma y que es capaz de ayudarme a tener una visión muy diferente de todo lo que acontece.

No hace mucho vi una conferencia donde una persona preguntaba al ponente por qué sentía tanta necesidad de tener una pareja, sabiendo que él debía sentirse completo consigo mismo.

Eso me hizo pensar, reflexionar. Es cierto que todos estamos buscando de alguna manera un compañero o compañera, y que la mayoría acaba emparejándose con alguien que no es la persona más “ideal”, su “alma gemela” o su compañero más “adecuado”, por llamarlo de alguna manera.

Antes de focalizarme directamente hacia esa pregunta, primero observé que el ser humano tiende a “desear” siempre lo que está externo a él, buscando la manera de llenar un vacío interno, para sentirse completo.

Eso nos desenfoca del presente que vivimos y de nuestra presencia.

Cualquier hecho que nos preocupa es algo que está basado en una mentira, en un invento del ego, de nuestro cuerpo mental. Todo aquello que aún no ha sucedido y que nos está estresando por estar adelantándonos a lo que sucederá, no es más que una elucubración de algo que está aún gestándose y que podría terminar siendo muy distinto de lo que nos estamos vaticinando.
Y lo curioso es que sufrimos antes de que ocurra ese hecho que nos imaginamos, y luego, evidentemente, sucede, atraído por la fuerza con la cual lo hemos estado pensando, y lo sufrimos cuando llega, y después de que llegue, lo miramos en el pasado y seguimos padeciendo cuando ya ha quedado en el ayer.
Eso quiere decir que sufrimos enfoncándonos en el futuro y en el pasado, en lugar de vivir nuestro presente.

Pondré un ejemplo y ahora lo basaré en las relaciones de pareja. Un hombre amó a una mujer hace años, fue su gran amor, pero la historia se terminó, y él la amó durante mucho tiempo. En su presente, sólo piensa que nunca encontrará un amor como aquel, porque fue el mejor que tuvo, y sufre creyendo tal cosa. Ese dolor le lleva a añorar encontrar otro amor como aquel y entonces comienza a buscarlo, desde la necesidad de hallar a alguien parecido, o a alguien que le haga sentir algo similar, o tal vez alguien que le ayude a olvidar. Siente que se le escapa el tiempo, y no encuentra a la persona adecuada. El anhelo es muy fuerte, pero tampoco quiere dejarse llevar por una necesidad, entiende que la soledad a veces es necesaria, sin embargo, hay un deseo muy poderoso que le empuja a seguir buscando. No disfruta de su presente por el dolor del pasado y el deseo de mitigarlo en el futuro. El tiempo se acaba. Por fin encuentra a alguien, otra persona que también busca, como él, intentando olvidar un amor o tal vez deseando que la amen como necesita. Así que se unen desde la necesidad común que tienen de amar y ser amados, de hallar su gran amor. Ambos son muy diferentes, o pueden ser muy similares, eso no es importante, lo que les une y les mueve el miedo de no hallar algo mejor, o el temor de perder lo que tienen y que nunca más encuentren lo que realmente buscan.

Estas dos personas están atrapadas en una trampa mental, muy común en los seres humanos, tan común que es lo que nos ocurre a la mayoría. Cuando pasa el tiempo, el vacío vuelve a resugir, y de nuevo se les escapa de las manos ese amor que buscaban, era sólo una ilusión, un espejismo basado en el miedo, no en el amor.

Esto nos ocurre porque no nos hemos encontrado a nosotros mismos, porque no vivimos el presente, porque nos giramos al pasado, o nos enfocamos hacia el futuro. Es bueno recordar lo que hemos experimentado, porque de ello nos hemos nutrido, hemos crecido, hemos aprendido, pero si nos estancamos en aquello que nos hace daño, no avanzamos nada, y es positivo marcarse objetivos futuros, pero sin olvidar que el futuro lo creas desde tu presente, desde el ahora.

Esa historia que antes he explicado podría haber sido de otra manera. Un hombre amó en el pasado, aprendió lo que es el amor, y a través de esa relación pudo conocerse más a sí mismo. Vio qué miedos hay en él todavía, qué dudas hay respecto al amor, respecto a las relaciones. Aprendió también de su propio aspecto femenino, de su propia sensibilidad, de su pasión, de su sexualidad, del respeto al otro, de la aceptación, de la libertad en una relación, de la posesión, de su inseguridad y la de su pareja, de los celos, de la inmadurez emocional, y pudo ver su propio reflejo en la pareja que tuvo, hasta el punto de observar su propia necesidad de ser amado y de amar, y descubrir que esa relación era necesaria para su propio autoconocimiento, pero que aún no estaba listo para una relación consciente, basada en el amor, no en la necesidad de sentir amor.

Cuando la relación acabó no sintió el deseo de hallar a otra persona que sustituyera a la anterior, le dolió la separación, pero la entendió, era lo que tenía que ocurrir porque ninguno de los dos estaba preparado para que fuera de otra manera. No hay culpables, ni cobardes, sólo inconsciencia, sólo aprendizajes. Somos como niños que juegan a ser adultos, experimentan en la amistad y en el romance, en las jerarquías del mundo laboral, en la sociedad en sí misma.

Ahora que está solo, disfruta de esa soledad, busca dentro de sí mismo a su “alma gemela”, a su Ser, encuentra lo que anhela en su interior, reconoce su parte femenina en sí mismo, se reconoce a sí mismo, se siente completo, no hay ya más necesidad de buscar ahí afuera, se siente pleno y preparado para compartir el amor que hay dentro de él y que le nutre. Se siente sabio, fuerte, sereno, seguro de sí mismo.

Entonces, sin esperarlo, aparece una mujer, que también se halló a sí misma, se conocen, se descubren con paciencia, con amor, sin que las mentes se interpongan, sin prejuicios, sin arquetipos que se interpongan, se ven realmente como son, y se aceptan, se aman, y comienzan a compartir un camino, como compañeros, amantes, amigos, en una relación consciente...

Así debería ser para todos, porque sólo así realmente, la experiencia se convierte en algo divino, en algo que nos eleva, que nos empuja a ser lo mejor de nosotros mismos, en la compañía de alguien que no se olvida de sí mismo, que no exige al otro algo que no puede ser, y que avanza de la mano de su pareja. Ninguno sobresale por encima del otro, son compañeros, no se completan el uno al otro, porque cada uno es un ser completo, pero sí que son el uno para el otro un complemento maravilloso.

En definitiva, debemos aprender a amarnos y relacionarnos con nosotros mismos antes de ser capaces de amar a otra persona en pareja sin que esa relación sea tan sólo una estación más en nuestro viaje en esta vida.
Un compañero o compañera del “alma”, es aquel o aquella que viaja en el mismo tren que nosotros, a nuestro lado, durante todo el trayecto, pero a veces no somos capaces de verlo y reconocerlo hasta que no somos conscientes de nosotros mismos. Tanto esa “alma gemela” como nosotros, vamos experimentando a través de nuestras vivencias, relaciones, ect. En un proceso madurativo, transformador y consciente, que no todo el mundo es capaz de alcanzar, sin embargo, es extrictamente necesario ser conscientes para reconocernos y reconocer a los demás. Mientras tanto, todas las relaciones nos sirven para crecer, para aprender, para experimentar qué es el amor y qué no lo es, quiénes somos, qué somos y qué no somos, pues son un espejo para mirarnos y descubrirnos, son capítulos de nuestra historia, mientras que el “alma gemela”, ese compañero o compañera cuyo amor es consciente e incondicional, está con nosotros durante toda nuestra historia, como un lector invisible que nos va leyendo mientras vamos escribiendo las palabras de nuestra novela personal. Un amor pasajero que te acompaña para crecer, es un episodio de tu libro, pero tu amor verdadero está presente en todo lo que tú eres, escribe contigo tu historia, está en tu tinta, en tu alma, porque siempre está dentro de ti, y cada letra eres tú y es ella.

Tu alma gemela eres tú...y cuando hallas a una persona que al mirarla ves en sus ojos a tu propia alma, ya la has encontrado.

Esa sería mi respuesta a esa pregunta realizada por aquel hombre, no dejes que el invento de tu mente te ciegue y te llene de desesperanza, de necesidad y de dependencia, sé consciente de lo que buscas y anhelas, y cuando seas inmune a lo que tu mente elucubra y crea, lejos de lo que tu Ser es, todo se transformará a tu alrededor. La necesidad se acabará y comenzará la libertad.

Arael Elämä.


lunes, 24 de agosto de 2015

SUFRIMIENTOS Y DESPERTARES (REFLEXIÓN)



A través de la espesa bruma que a veces transito, siempre he logrado ver la luz de un faro que me guiaba para no perdeme en el camino.
Sin embargo, eso no significa que haya sido sencillo descubrir todo lo que en mí se esondía como sombra rebelde, jugando a no ser hallada, a pasar desapercibida, para que mi ego se sintiera satisfecho con el trabajo realizado.
Y es que el ego cree que trabajar duro, sacrificándose, es siempre la mejor opción para avanzar, para crecer, y entonces, irremediablemente asocia el dolor, el sufrimiento, con algo necesario para alcanzar los objetivos establecidos. Hay una tendencia generalizada de pensar que sin padecer no sabemos reconocer la felicidad, no hay gran amor sin sufrimiento, no hay dicha si no hay pena...

Sin embargo, otra parte de mí más consciente, afirma que todo eso no es más que una serie de ideas y pensamientos producto de un sistema de creencias que nos engulle y nos escupe hacia una espiral que nos acaba agotando y sumiendo en el desasosiego.
Nunca hallamos la felicidad, porque además, la buscamos ahí afuera, otro debe hacernos felices, o bien un trabajo nuevo, o una casa más grande, o el coche de nuestros sueños, y depositamos nuestro poder en el exterior, sin darnos cuenta de que la felicidad está en nuestro interior y que nadie puede hacernos sentirla salvo nosotros mismos.

Las relaciones, del tipo que sean, basadas en esta dependencia de la felicidad en el otro y su comportamiento, tienden a ser un fracaso, nos llevan a discusiones, a malentendidos, a reproches, a intentar dominar y controlar al otro, a absorverlo, y a acusarlo de nuestro propio sufrimiento creado por nuestras propias carencias y por nuestra inmadurez emocional, y por supuesto, esto nos deja el sabor amargo de no haber hallado la amistad, o la pareja que estábamos buscando. Hasta que no hemos alcanzado nuestro autoconicimiento no podemos darnos al otro, y no sabemos recibirlo de forma libre y amorosa.

Muchos se empeñan en ocultar su sombra, su oscuridad, para sentirse luz, amor, paz, renegando así sin darse cuenta, de todo aquello que aún está por resolverse dentro de sí mismos. No digo con esto que sea necesario comportarse de forma déspota, o estar siempre llorando, o sentirse desgraciado, sino que debemos aceptar todo lo que somos, nos guste más o nos guste menos.

Así que, tal vez, una de las premisas de ser conscientes es precisamente prestar atención a todo lo que está ahí dentro, porque en realidad, esa es nuestra presencia, lo que somos. Nuestros pensamientos son muy activos, crean emociones, y a su vez crean en nosotros comportamientos, y así nos convertimos en lo que pensamos y sentimos. Descubrí así que era hora de tomar consciencia de lo que pienso, de cómo actúo, de lo que deseo, de lo que siento, y de cómo quiero que eso afecte a mi vida. Y aprendí también a decir “basta” a las situaciones que no me enriquecen, y a las personas que sólo aportan sus propias proyecciones de sus conflictos interiores hacia mí, intentando dañarme con ataques que sé que no merezco.

Elijo entonces así no sufrir más innecesariamente, y cuando digo que elijo no sufrir no me refiero a que no quiera aceptar que hay aún ciertas historias mentales que pueden estar atormentándome, sino que escojo una manera de afrontar mis fantasmas desde otra perspectiva, desde la valentía de alguien que sabe que sus sombras están ahí, que las mira de frente y que está dispuesta a transformarlas, trascender los miedos, para seguir adelante, con el coraje de alguien que desea amar por encima de todo.




El amor siempre suma en tu vida, no resta, así pues, aquellas personas que no sumen en mi vida, definitivamente, sé, que acabarán desapareciendo, al igual que aquellas situaciones que ya no sean precisas para mi propio crecimiento y maduración emocional.

Así, en todo lo que llevo recorrido en mi vida, he observado un antes y un después, y en mi ahora, cada vez que algo me hace sufrir, voy en la búsqueda de ese algo ahí dentro, para abrazarlo, para sentirlo, para liberarlo de mí y comprenderlo.

No intento convencer a nadie de mis pensamientos filosóficos, de hecho, son sólo eso, pensamientos, para mí basados en lo que me transmite mi sabiduria interior, siendo los que me han otorgado más libertad, porque vivir en la prisión del sufrimiento, de la lucha por mantener a mi lado lo que no es mío, en la guerra interior de querer que todo lo que deseo se produzca de inmediato, de intentar que la gente sea más consciente y respetuosa con los demás, o con todo lo que nos rodea, ya la he experimentado por suficiente tiempo, ahora no quiero más eso, ahora elijo yo, y desde todo el poder que siento dentro de mí, naciendo desde mi naturaleza más profunda, sólo quiero ser libre, pero libre de mis propias cárceles, y dejar que cada cual vaya liberándose a sí mismo, comprendiendo lo que es y cómo es mejor vivir a su manera, a su ritmo, porque mi forma de ver la vida, no tiene por qué ser la misma que la de los demás, cada uno debe crear su propio camino, con su propio paso ajustado a su alma.

Últimamente he estado viendo los enfoques que se están moviendo respecto a la filosofia de la vida, y francamente, he alcanzado a comprender que mi vuelo es único y libre, así como el de cada uno, y que ni yo, ni ninguna otra persona, debería influir o intentar hacerlo en el vuelo de nadie, sino que deberíamos ser sólo ejemplo para aquellos que quieran seguir nuestros pasos.

Yo soy gaviota en el aire que vuela en libertad, soy tigre blanco, protector y defensor de mi verdad, soy delfín en el agua, consciente de la vida y de la creación, pero cada uno es lo que desea ser en cada momento...

Sufrir, en mi opinión, es la decisión inconsciente que tomamos al ver la vida a través de los filtros de las creencias que nos han ido enseñando a través de la familia, la religión, la escuela, el trabajo, la sociedad en sí. Esas doctrinas nos encarcelan y nos ciegan, ocultándonos lo que verdaderamente somos en nuestro interior.

Así, interpretamos el amor de una forma equivocada, buscamos la pareja incorrecta para nuestra alma, pero correcta para nuestras creencias sobre cómo debe ser una pareja, buscamos los amigos que más se ajustan a nuestras ideas mentales, y así todo lo que decidimos queda supeditado a lo que hay grabado en nuestro inconsciente, como programaciones que nos impiden saber que hay algo más, algo que sí somos.

Si alguien tiene la gran valentía de enfrentarse a todo eso, comienza un viaje hacia lo que Es, que le invita a desaprender lo aprendido, a desadoctrinarse, a elevarse por encima de lo que otros piensen sobre él, a apartarse por necesidad de todo aquello que escogió de manera inconsciente, a sentir un vacío extraño, a no desear estar con esa pareja que de repente ya no sabe si ama o no ama, descubriendo sólo dependencia y miedo a la soledad. Los amigos que tenías desaparecen, pierdes el sentido de tu vida, la familia no te comprende, te quedas solo, o sola, ante mil miedos que surgen, y una voz interior te pide que tengas fe, que saltes, que saltes, que confíes en que todo irá bien.

Y al final saltas...

Y empieza la gran aventura del autoconocimiento...

Esto viene a ser como la película de matrix, ¿qué pastilla quieres tomar?


Arael Elämä Araham

miércoles, 19 de agosto de 2015

ALMAS GEMELAS - AMOR SAGRADO

ALMAS GEMELAS - EL AMOR SAGRADO....

Salgo a buscarte y te hallo, porque el viento grita tu nombre en su silbido extaordinario, que se cuela por mi pecho y se expande. Y tu nombre es el nombre del universo, infinito, y vibra como siempre lo hizo, con el sonido de tu esencia particular. Eres la llama que arde en mi Ser, porque eres parte de mí, y yo parte de ti, porque somos procedentes de un gran sol que se hizo gotas en un gran estallido de amor, y que se amaneció en diversos lugares para experimentarse.

La base de lo que vivimos en cada uno de los mundos que habitamos es el Amor en todas sus medidas y manifestaciones. Soy un tú en muchos “túes”, yo soy el “yo soy” que te ama profundamente en cada realidad en la que existes, en la que existo.
Y te hallé en tantas miradas, te hallé en tantos abrazos, te hallé en tantas vidas vividas y que todavía experimento. Sin ti la aventura sería tan diferente, contigo, ser de mi ser, todo tiene un sentido más divertido. Juegas al escondite y mi mente se envenena con torpes añoranzas que el olvido de este juego que vivimos ha provocado al no poder fusionar mi corazón con el tuyo.
Pero ahora entiendo, sí, ahora lo entiendo... y ya no hay más dolor, sólo hay dicha y contento...
Si el amor es el regalo y el premio, hace tiempo que ganamos la partida, nunca perderemos, todo esto es apariencia, espejismo, todo esto es sólo un sueño que soñamos, desde nuestro sol divino...
No es posible no recordar el amor, porque justamente es lo que nos trajimos con nosotros, nuestro único equipaje, y jamás lo dejamos atrás porque éste siempre habita en lo que somos...
Bienvenido al reconocimiento de mi alma en la tuya, bienvenida sea tu alma en la mía una vez reconocida...


  • El susurro de la brisa de la mañana anuncia el otoño, ¿qué tienes que decirme amado mío que tanto te siento en mi alma?
  • Que te abrazo, que te escucho, que te sueño, que te siento, que te vivo en cada momento. Y en cada noche que vivo, tu luz es la que me acompaña, y en cada historia de amor que experimento, te busco a ti en cada alma, y si no te encuentro, sé que lo haré, porque te llevo aquí dentro, en mi pecho, palpitando en cada día de esta vida que escogí vivir. Te amo porque te tengo conmigo desde siempre, porque cada situación a la que me enfrento, ya sea en solitario o acompañado, es un capítulo más de un cuento que vivo, pero tú, sólo tú, eres la gran verdad de toda mi existencia completa, la fuerza que me hace buscar, desear, amar, el ímpetu de mi fe, la estrella que me hace anhelar continuar amando.
  • Ahora ya lo comprendo, amor mío, no se trata de no tenernos en esta existencia, no se trata de no podernos amar en la materia, sino de saber amarnos aunque no estemos juntos en lo humano, permitiendo que cada uno viva en la libertad de aprender lo que es el amor en esta dimensión, en esta vida donde nuestra mente es tan inconsciente. Y si entendemos que ya nos estamos amando, que en cada caricia que ofrecemos queda implícito nuestro gran amor, que en cada abrazo te abrazo a ti, que en cada beso te estoy besando, porque sólo tú, tan sólo tú eres mi compañero, ese que soy yo misma, entonces ya no habrá más dolor, y justo en ese momento nos liberaremos del espejismo, del sueño, para podernos mirar a los ojos y por fin vernos, reconocernos.
  • Así es – murmuró el viento que traía la fragancia del cercano otoño – y así será, porque ha llegado el momento. Siénteme en cada aroma, siénteme en la lluvia y permite que acaricie tu cara, siénteme mientras duermes envolviéndote con mi cuerpo, siénteme en la madrugada, cuando te despiertas y me percibes, siénteme cuando los primeros rayos del sol penetran por las rendijas de la persiana de tu ventana, siénteme en cada canción de amor que te dedico cuando escuchas las señales que te regala mi alma, siénteme en las sincronías, en las casualidades que te llevan de nuevo hasta mí, hasta quien soy, hasta ti, hasta lo que somos.
  • Somos como esta ráfaga de viento, nos alcanzamos siempre, por eso, respeto tus tiempos, respetas los míos, y sabes que cuando regresemos, nos uniremos en un cálido abrazo y nuestras energías fusionaremos...


Me siento en la tierra, contemplo los campos, me estiro para mirar el cielo, te veo, te observo, las nubes pasean como si fueran tus versos, los del poema que me recitas a través de los sonidos de los pájaros que cantan a través de este hermoso silencio, tuyo y mío.


Y entonces te escucho de nuevo, mi voz y la tuya se entrelazan en el “no tiempo” y puedo entender lo que me dices, porque ambos pronunciamos las mismas palabras al unísono...


  •  No estoy distante, sólo soy como el viento, te amo por encima del teatro que estamos viviendo, te amo así, con lo que vives, con lo que eres, sin ningún impedimento...




Arael Elämä....




lunes, 17 de agosto de 2015

HUMILDAD (REFLEXIÓN)

HUMILDAD
(Reflexión/observación)

Como siempre, voy observando a los demás y con ello lo que consigo es observarme a mí misma a través de lo que veo en los otros, por esa razón me he dado cuenta de que si critico a alguien, me estoy criticando a mí misma de alguna manera, ya que en realidad, el otro no existe, todo lo que veo es mi propia interpretación de la realidad, filtrada a través de mi sistema de creencias y traducida a mi propio nivel consciencial para ser comprendida.

Sin embargo, ya que esta realidad la percibimos desde la separación y vemos múltiples formas de vida, personas, animales, plantas, la experiencia se nos presenta en una amplia diversidad que, si bien son un reflejo de la vida en sí misma, para nuestra mente es muy difícil comprender que en realidad todo forma parte de una sola esencia.

Así que obervo, contemplo lo que hay a mi alrededor, como una extensión de lo que soy, y mi mente analítica intenta entender y plasmar lo que va asimilando en este escrito, mientras que mi mente creativa me hace sentir parte de un gran milagro y se ilusiona al poderlo transcribir en forma de palabras.

En mi juego particular de aprendizaje a través de la observación, he querido integrar bien qué es para mí la humildad y para ello primero he tenido que darme cuenta de qué no lo es.
He visto cómo algunas personas se jactan de ser humildes, y sin embargo, lejos de serlo, tratan de ser visibles bajo esa virtud, aunque lo que hacen sin darse cuenta es despreciarse a sí mismos, apartarse a un lado, e intentar creerse que no quieren resaltar sobre nadie, como jugando al escondite, porque quieren ser vistos, pero sin llamar la atención, aun consiguiendo el efecto contrario. Ellos no son capaces de reconocer su propio valor, lo anulan buscando que sean otros quiénes les valoren, y repiten una y otra vez que son muy humildes, para que quede claro que no quieren destacar, cuando en realidad lo están deseando. Eso no es ser humilde, eso es desvalorizarse y menospreciarse. La cuestión es que la falsa humildad  conlleva un comportamiento basado en lo siguiente: "como no sé cómo valorarme, necesito que los demás lo hagan, como no  reconozco mi valía, necesito que otros la reconozcan".

Entonces ves cómo esas personas comienzan a entregar su poder a la opinión y a los actos de los amigos, conocidos, familiares, dependiendo de ellos para sentirse bien. Si alguien no muestra interés por lo que hacen, se sienten heridos y ofendidos, si alguien no les presta la atención que necesitan, se molestan y se sienten enfadados con el mundo, creando una reacción de desprecios hacia sí mismos oculta en un intento de llamada de atención basada de nuevo en una falsa humildad y generosidad, que no es más un grito de socorro, un deseo de ser amado y valorado. Es algo bastante incoherente, una actitud polarizada dentro de uno mismo, “no me gusto, pero quiero gustar a los demás, si les gusto a ellos, me gustaré, pero no quiero destacar, así que gritaré bien fuerte que no quiero destacar, que soy humilde, a ver si así se dan cuenta de que existo”.

El comportamiento humano (ego) me parece muy interesante. No explico esto como una crítica, sino como una observación, y me pregunto cuántas veces habré hecho yo lo mismo, porque si soy capaz de ver eso es porque lo estoy reconociendo en mí. Partiendo de la base de que el otro no existe, que la iconsciencia colectiva nos une a todos a través de sistema de creencias generalizado, y de una serie programaciones mentales que todos cargamos a cuestas, cualquier observación que hagamos sobre el otro supone de una forma intrínseca la contemplación de uno mismo.

Así que he comprendido que la humildad es el propio reconocimiento de uno mismo, de nuestro valor, pero también es el reconocimiento del valor de los demás, sabiendo que podemos aportar mucho y que nos pueden aportar mucho también, sabiendo que no importa cuánto hayas aprendido, cuánto sepas, o cuantos conocimientos creas tener sobre la vida, siempre hay alguien que puede aportarte algo nuevo, algo que puedes estar necesitando, porque todos nos necesitamos, porque en realidad tú eres yo.

También veo que la vida, o el destino, o el universo, nos va aportando justamente aquellas experiencias que precisamos en cada momento para avanzar, para ir desarrollando nuestra consciencia y madurando emocionalmente, y para ello, se vale de las personas adecuadas, es decir, nadie llega a tu vida por casualidad y todos aquellos que vas conociendo son importantes, aunque no te des cuenta, aunque no sepas muy bien lo que han venido a mostrarte de ti mismo.

Aquel que llega para amarte, es una parte de ti mismo que se manifiesta con amor hacia ti mismo, aquel que llega para dañarte... en fin, cuánto rencor podemos albergar hacia nosotros mismos...¿sabemos amarnos y perdonarnos?

Estos razonamientos tan profundos y filosóficos me alejan de la realidad que comprende la mente racional, así pues intentaré volver a lo que es más cómodo para mí,y para ti, pensar que aquel que me ame es otro diferente de mí, de ti, pues aunque sea una manifestación de mí misma, de ti mismo, lo es encarnada en otro ser humano, y por tanto, puedo experimentar el amor y la dulzura, la pasión y la vida en sí misma, con otro yo, diferente de mí.

Podemos elegir lo que creemos, lo que pensamos, lo que experimentamos, desde la humildad, sabiendo que todo es importante, todos lo somos, y las experiencias que vivimos deberían servirnos para crecer, no para victimizarnos y menospreciarnos, ni para comparar verdades y querer imponer la nuestra. Amar la vida es amarnos, amar al otro es amarnos, amarnos a nosotros nos ayuda a saber amar la vida y a los demás, por eso, sólo cuando nos reconocemos en nosotros mismos podemos comenzar a ver esa parte de lo que somos en los amigos, conocidos, vecinos, enemigos, amantes, bosques, árboles, animales, viento, mar, ríos... Y ahí, esa conexión con el todo, te permite experimentar la humildad y el amor, y la felicidad que se expande desde tu interior te regala una nueva manera de vivir, una nueva conciencia de todo lo que es.


Ser conscientes significa abrir los ojos y vernos, saber quiénes somos, cuánto nos queda por aprender, y permitirnos recibir el amor y la felicidad que siempre hemos estado buscando, porque siempre estuvieron dentro de nosotros.
Cuando comprendes esto, ya no haces responsable a nadie de tu bienestar, nadie tiene que hacerte feliz, tú ya lo eres y sólo deseas compartir ese amor que hay en ti, esa dicha, con los demás.

Tal vez no hemos sabido ver que tenemos que irnos reconociendo, siendo conscientes de lo que somos como humanos y de lo que somos como Seres, desde esa humildad y ese amor, esa compasión hacia quien no puede comprendernos y nos critica. Y cuando vemos que no aprueban lo que hacemos, o cómo nos comportamos, cuando nos critican por no hacer lo que  suponen que deberiamos hacer, no tendríamos que caer en el mismo juego del ego, pues cuando nos enfadamos y  criticamos nos alejamos de nosotros mismos, y también también de los otros. De todas formas, cuando una crítica nos duele, es interesante observar lo que ocurre dentro de uno mismo, dejar que la emoción que se agita en nosotros fluya, sin reprimirla, pero sin proyectarla en nadie, ni siquiera sobre uno mismo. Ser observador de nuestras emociones y de nuestros pensamientos es una de las maneras más enriquecedoras en que podemos ir desarrollando nuestra consciencia.

Arael Elämä

martes, 11 de agosto de 2015

AMOR MÁS ALLÁ DE LA REALIDAD - EVA Y RAFA


En ese punto de su vida nada parecía tener sentido, todo era confuso, tantos años buscando, esperando, intentando comprender algo que parecía incomprensible, tratando de conciliar dos mundos tan diferentes que coexistían dentro de ella, sin lograrlo apenas, sin conseguir que su vida se equilibrara sin renunciar a alguno de esos dos mundos. Deseaba tanto hallar esa serenidad, esa calma, esa quietud interior y mantenerse en ese estado de amor y completitud, que en su esfuerzo se había olvidado de vivir, de disfrutar, se había perdido a sí misma tratando de encontrarse.

Las respuestas qu anhelaba ya no llegaban con la rapidez en la que tiempo atrás lo hacían, y su incerteza era un peso demasiado grande como para seguir cargando con él, necesitaba inmediatamente que alguien la ayudara, que alguien la abrazara, que alguien la impulsara de nuevo a brillar, a volar, a sentirse de nuevo feliz.



Aquella noche de nuevo lloraba, preguntándose por qué las cosas no eran como ella había deseado, como se le había prometido que serían, por qué si ella había dado tanto no recibía lo mismo. Ya sabía que no debía esperar amor de quien no sabe amar, y que no debía dar amor esperando que se le devolviera, y había aprendido a amar sin recibir, pero estaba demasiado agotada para seguir dando, tal vez habia dejado de amarse a sí misma, había comenzado a juzgarse, y a desvalorizar sus esfuerzos basándose en los resultados que estaba viendo. Estar siempre ahí para otros era algo que la había dejado exhausta, pues cuanto más se daba, más la abosorvían, y se había dado cuenta de que en realidad no se estaba dando a ella lo que necesitaba y anhelaba, y aún peor, se reprochaba su error y se castigaba.

Entonces sintió sus brazos rodearla, su ternura, su amor infinito, y su corazón empezó a latir, como si fuera la primera vez en su vida que lo hacía, pues así era como se sentía cada vez que él la abrazaba, como si le devolviera la vida.
Sintió su dulce beso en la frente y sus bellas y sabias palabras comenzaron a sonar como un susurro.


  • Tranquila, mi amor, tanquila, estoy aquí, todo irá bien, te lo prometo, no estás sola – Le dijo mientras acariciaba su pelo con extremada delicadeza.
  • Y dime, ¿cómo puedo continuar mi camino sin sufrir? ¿Qué puedo hacer?- le preguntó ella esperando su consuelo.
  • Vive, mi amor, vive, pero vive tu presente, y vívelo con amor, amándolo con todo tu ser, porque sólo así podrás proyectar el futuro que deseas. Si no aceptas tu presente, si lo rechazas, seguirás sufriendo, y entonces ese futuro que esperaas seguirá siendo doloroso.
Ella trataba de no llorar, le escuchaba con el alma abierta, notando cómo sus palabras entraban y la calmaban, como siempre hacían.
  • Tienes razón, creo que rechazo lo que estoy viviendo, ¿cómo puedo amar lo que no deseo en mi vida? No sé cómo hacerlo, ayúdame a comprenderlo.- Le dijo casi en una súplica mientras él la miraba con la ternura de un ángel.
  • Mi vida, sólo debes apartar lo que no deseas en tu vida desde la elección, simplemente escoge. No es necesario sentir rechazo por algo, sólo debes no escoger vivirlo, nada más, tú eliges. Verás en tu camino opciones diversas, tú sólo tienes que elegir las que en tu ser resuenen, las que desees experimentar, sin resistencias, sin miedo, amando cada una de las opciones y agradeciendo que éstas existan y se presenten en tu camino, para que así puedas escoger las que más se ajusten a ti en cada momento.
  • O sea que el dolor, el sufrimiento es una opción en realidad.
  • Si, mi amor, es algo que los humanos solemos hacer, sufrimos por la inconsciencia, por no saber que tenemos elección.
  • Te necesito, ayúdame a sobrellevar todo esto, por favor, mi amor, tus palabras siempre me guían, tu amor me eleva.
  • Ya sabes que yo siempre estoy contigo, Eva, pero te aseguro que estaré presente, con fuerza, con todo lo que soy, porque estás en mi alma, porque eres lo que más me importa.
  • ¿Por qué dices que soy lo que más te importa? Creo que no debo ser lo más importante para ti.
  • Eva, sólo tú eres real para mí, todo lo demás es sólo un escenario de aprendizaje, o situaciones y vivencias que nos ayudan a crecer, pero tú, tú eres todo, porque existes en mí, porque estás en mi vida, en mi alma, en mi ser, y te amo con todo lo que soy, con mi verdadera esencia, desde la única verdad que soy.


Ella se aferró a él con toda su fuerza, con el alma al desnudo, emanando tanto amor que ni tres planetas como la Tierra hubieran podido albergar, tanto que podía regar a toda una galaxia con lo que estaba irradiando.


  • Te amo, Rafa.- le dijo.- Te amo como nunca he amado, ni siquiera sé cómo puedo sentir esto, incluso me he preguntado si esto no es amor, si es algo enfermizo, porque cuando siento esto es tan grande que me diluyo en ello, todo deja de existir, todo deja de importar, y sólo estamos nosotros dos, como suspendidos en la nada, o en el todo, como si estuviera en lo más divino y sagrado, como si desapareciera mi vida y sólo fuera un Ser amando a otro Ser, sin adornos, sin mentiras, sólo amando. Todo se vuelve amor, el tiempo se para, deja de ser, y mi llanto ya no es doloroso, sino que se transforma en puro amor regalado. ¿Estoy distorsionando la realidad?
  • No, mi pequeña,- le dijo con una sonrisa que encendió su alma todavía más – estás sintiendo amor, la energía pura del amor es eso, y sólo así amamos de verdad, con plenitud. La distorsión llega cuando sufres, cariño, no cuando amas.
  • Nunca he amado así, me asusta.
  • No tengas miedo, y no te preocupes por si antes has amado así o no, eso no tiene importancia, céntrate en el presente y vívelo, sin temor. Acepta lo que llegue a tu vida y escoge lo que desees experimentar y pon tú los límites de forma consciente, elige siempre desde tu sabiduría interior y camina sola, que yo siempre estaré a tu lado, porque soy tu compañero, y siempre iré de tu mano.
  • ¿Y el futuro?
  • El futuro ya llegará, pero no lo busques en tu “ahora”, sólo deja que se acerque, que te sorprenda, que te abrace cuando llegue el momento adecuado.
  • ¿Y tú estarás conmigo?
  • Siempre, mi pequeña, siempre.


Ella se fue quedando dormida, recordando sus palabras, una a una, grabándolas en su mente, porque en su corazón ya habían anidado, pero necesitaba acordarse de ellas, amarlas, sentir su caricia al despertarse por la mañana y guardarlas en su piel, como parte de ella misma.
Un encuentro así con su compañero tenía un efecto sanador tan enorme que sabía que sería un gran impulso para continuar su senda, ya con menos peso, más sosegada y más tranquila...


Arael Elämä ...

AL DESNUDO

Estoy deshaciendo mi equipaje, vaciando mis espacios, recuperando mi luz. Perdí la brújula de mis aciertos cuando permití que las nubes de mi desconcierto asomaran en mi presencia para arrojarme a las dudas y a las interpretaciones ilusorias de mis propios espejismos.
Salí en busca del amor y hallé caminos enzarzados, y entre danzas y muertes, entre nacimientos y canciones, mi alma fue manifestándose con fuerza hasta alcanzar la cumbre de la sabiduría que hoy sostengo, sin embargo, quedan aún tantas cimas que alcanzar.

Así que simplemente quiero desnudarme, cambiar mi antiguo atuendo por el de la nueva persona que soy, limpiar todo lo que aún me recuerda a quien fui, para poder dar paso a esta nueva yo que ha nacido tantas veces con este mismo cuerpo. Y este nuevo ropaje que me cubrirá, será de seda fina, será delicado, sensible, pero fuerte, como soy, como me siento, pero no esconderá nada de mi verdadera esencia, pues mostrará en una transparencia sutil todo lo que hay debajo de él.
No deseo ocultarme, ni huir de mí, sino reafirmarme, gritar mi nombre al cielo, sentirme mujer, guerrera, espíritu encarnado que se ancla en la tierra para ser y existir por completo.



Concluyendo ciclos, apartando lo que ya no necesito, arrancando las dependencias que aún estaban enganchadas a mi corazón sediento, suplicando al universo que me entregue sólo aquello que me haga ser quien soy, sin más mentiras, ni rodeos, sin más temores, sin más esperas, porque mi presente está ardiendo en mi alma, y mi lucha anterior me ha ido despojando poco a poco de la esperanza que abrazaba desde la inocencia de mi niña interior.

Creí que había nacido para ser amada, para amar, pero equivoqué los términos, confundí lo que el amor es en realidad, y lloré mares de decepción que me vistieron de desconsuelo, por eso, hoy me desnudo, por fin, poco a poco, sin prisas, sin miedo a sentir el frío del cambio, sin apegarme a nada de lo que estoy alejando de mí, pues ya no deseo ser más Ella, esa Ella que sufrió tanto, tanto que el manantial de las lágrimas de su amor se secó hasta quedar vacío de sed, vacío de búsquedas, vacío de expectativas, vacío de inventos fallidos...

¿Y quién soy ahora? Debo redescubrirme, sin identificarme con nada, sólo con mi propio aroma, con mi propio sabor, con la dulzura intacta de mi origen divino, mas no seré más la necia y torpe persona que se juzgaba, y por eso, ya no seré ni necia, ni torpe, pues jamás lo fui en realidad, sólo estaba aprendiendo a conocerme y desaprendiendo a desconocerme.

Las marcas del dolor serán ahora el recuerdo de lo que ya no está, pero mi piel no aquejará más lo que el ayer le ofreció sin piedad, mis pensamientos no dominarán mi paso, y las huellas que dejé atrás sólo serán la verdad del pasado, no la del ahora, no la de mi hoy.

El calor del mañana me guiará en mi nuevo camino, y de la mano de mi nueva fe reforzada, caminaré sin temor hacia lo desconocido, fluyendo hacia lo que no entiendo, para aceptar que el cielo siempre será azul, aunque en mi imaginación sea naranja, y comprendiendo que será naranja cuando por fin integre dentro de mí la sabiduría necesaria para ver frente a mí lo que creo con mis fantasías reales.

En algún lugar existe un Tú que me encontrará bañándome en la calma, y desde la serenidad de mi mar, te bañarás en mis aguas.

Por ahora, ni rechazo, ni huyo, ni me ilusiono, ni fracaso, ni me aparto, ni me acerco, ni me muero, ni renazco más, por ahora sólo existo, como lo hace el viento, como lo hace aire, porque es lo que debo ser en este lugar que me atañe, pero mi ser es libre y anhela su vuelo para que no le alcance nadie, y así encontrarse a sí mismo y completar su misión de saber amarse...

Y ahora que nadie me mira, ahora que de nuevo conseguí ser invisible, voy a lanzarme al vacío para sentirme, para deleitarme con mi libertad, mi desnudez y mi nueva identidad eterna, la que puede doblegar a mis personalidades...

Arael Elämä

martes, 4 de agosto de 2015

HACIA DÓNDE VAMOS


Estoy hablando con una niña pequeña, que no comprende el mundo que está observando y se pregunta qué está sucediendo, por qué todo es así, desde una absoluta inocencia e ingenuidad, deseando que todo el mundo actúe de acuerdo a las leyes del amor, pues son las que rigen en su corazón.
Sin embargo, esa niña pequeña, que es una parte de mí que parece que se expresa desde una esfera distinta a la de mi mente, se queda ahí, quieta, viendo dolor, viendo angustia, viendo seres humanos haciéndose daño entre sí, o a sus compañeros de camino, a su propio planeta, y llora en lo más profundo de sí misma, preguntando por qué aún no ha cambiado nada, o preguntando para qué ha venido a este mundo si ella no puede, ni desea vivir bajo ese paradigma tan horrendo, tan egoísta, y además no puede cambiarlo, no como debería cambiar, a través del amor.

La niña está triste, no entiende nada y se pregunta también por qué nada es lo que parece en esta Tierra lejana de su verdadero hogar, no comprende por qué muchos desean ser amor y luego no actuan desde el amor, y no puede hacer otra cosa que estar en silencio, dejarse caer agotada ya de tanta desolación y de tanta devastación y pedir al cielo que la ayuden, porque el peso de ese dolor es demasiado para ella, aunque sepa que hay más niños como ella, sintiendo lo mismo que ella.



Esa niña cuenta con mucha ayuda, es una niña que parece que sea una soñadora fantasiosa, pero que en realidad sólo sabe que las cosas pueden ser de otra manera, porque las recuerda así, en otros mundos, porque las conoce así y porque ese debería ser el destino de una nueva humanidad.
Ella sabe también que fue enviada aquí junto con otros niños como ella, para que fuera más sencillo dar los pasos hacia ese futuro, pero está cansada... sus fuerzas se están acabando, y está empezando a creer que ya no hay nada que hacer, que su misión no se podrá cumplir como ella deseaba, pero en realidad, tampoco es tan importante, otros vendrán y lo volverán a intentar en otros tiempos, tal vez dentro de algunos millones de años, o tal vez alguien la anime, alguien llegue para acompañarla y ayudarla en su misión, para que no sienta tanto peso sobre sus hombros...

Ojalá así sea...

La niña, el niño, que todos llevamos dentro, está llorando, pero no solemos escuchar, sólo nos enfadamos, pataleamos, queriendo controlarlo todo, queriendo estar por encima de los demás, proclamando nuestra bondad, nuestra generosidad, nuestros buenos sentimientos, y culpando al otro, proyectando nuestro dolor, nuestra rabia en los demás, saqueando el corazón de los que nos hacen ver que debemos mirar en nuestro interior, agarrándonos por el cuello con agresividad porque nos creemos con el derecho de hacerlo por ser mejores que el otro, porque somos más elevados, más sabios, más dignos...

Esa niña observa eso y dice:

  •  El amor no es la aprobación de lo que nos hace sufrir, sino la comprensión de lo que el otro siente, de lo que uno siente, sin juicio, sin condena, sin deseos de controlarlo, manipularlo a nuestro antojo. El amor es simplemente una energía que lo mueve todo, pero no en beneficio de unos pocos, o de uno mismo, sino en beneficio de todos, pues lo que vive y siente el otro nos afecta a todos los demás, ya que estamos todos conectados. El sufrimiento de los demás nos afecta a todos. Toda conciencia de este planeta y de otros está unida, conectada, y cualquier distorsión afecta al orden y el equilibrio del todo. Cuando el ser humano pueda comprender que el egoísmo sólo es la ceguera de su verdadera naturaleza amorosa, empezará a cambiar y a avanzar, a evolucionar hacia un nivel de consciencia más elevado. Por lo pronto, de nada sirve gritar encolerizados por lo que consideramos injusto, eso es como si las células benignas del cuerpo de un humano se pusieran a luchar contra las malignas en una guerra donde morirían muchas de ambos bandos. Lo que deberían hacer las benignas es contagiar a las malignas, recuperarlas para así reestablecer el equilibrio en el cuerpo físico. Tal vez esto no se entienda, pero el ser humano debe expandir una nueva consciencia, expandirla, esa es la misión, expansión de ese nuevo nivel consciencial, pues sólo así se puede sanar lo que ya está enfermo.
  •  ¿Hacia dónde vamos?
  •  Hacia un nuevo nivel consciencial.
  •  ¿Y cuánto tardaremos en llegar?
  • Lo que vuestra humanidad quiera tardar.
  •  No entiendo lo que quieres decir.
  •  Hay muchas resistencias, así que cuando se hayan vencido las necesarias a través de la expansión del amor, será cuando se pueda hacer ese salto.
  •  ¿Y pueden ser muchos años?
  •  Tal vez, no lo podemos saber con exactitud.
  •  ¿Qué pueden hacer aquellos seres humanos que estén más conscientes para ayudar a los que no lo están?
  •  Nada. Nadie puede ayudar a nadie, sólo pueden acompañar a aquellos que acudan pidiendo ese acompañamiento.
  •  Pero así no lograremos nunca nuestro propósito.
  •  Sí, porque cada ser humano que enciende su ser y conecta con él se convierte en un punto de referencia para otro ser humano, digamos que se va contagiando, eso es lo que llamamos expansión.
  •  Pero tendremos que comunicarlo, escribir, hablar de ello, hacer conferencias, enseñar a otros, ¿no?
  •  No exactamente. Podréis escribir y hablar de ello sí, pero no se trata de enseñar nada, se trata de transmitir lo que habéis aprendido, recordado y sentido, se trata de mostrar lo que habéis experimentado, como un cuento, como una historia, como algo que pueda resultar deseable. Sólo así las almas se accionan, con aquello que resuena en ellas. Enseñar es algo que le corresponde al ego, que cree poseer más conocimientos para poder hacerlo, pero el ser no enseña, sólo transmite amor y a través de esa transmisión se despierta la sabiduría interior de aquel que recibe esa transmisión.
  •  Comprendo... Espero que esta misión tenga éxito.
  •  Ten fe, ten esperanza.
  •  Si tienes fe, ¿por qué llorabas hace un rato?
  •  Porque no puedo evitar que me entristezcan algunos actos de los seres humanos, no puedo evitar sentir de vez en cuando desolación al ver cómo se atacan unos a otros, o cómo una persona daña o hiere justamente a quien le está ayudando o acompañando, o porque veo que a veces me han usado y despreciado por no estar a la altura de sus expectativas. Ahí está la naturaleza del ego del ser humano, en un apego tan fuerte que si no es satisfecho se convierte en rencor hacia quien no ha estado a la altura de dicha expectativa.
    Pero mi tristeza no es como la tuya, yo lloro y dejo ir la pena, no me sujeto a ella, no me anclo a ella, sólo la dejo ser en mí el tiempo necesario y justo, y luego prosigo con mi camino, así que no te preocupes por eso y suelta tu dolor, que está ahí mostrándote la decepción que se cierne sobre ti cuando ves lo que ves.
  •  Pero tú te sientes agotada ya de todo esto.
  •  Sí, hoy sí, pero mañana será otro día.
  •  ¿Cómo puedes ser tan fuerte? Parece que vayas a morir de dolor y desilusión y sin embargo eres capaz de decirme todo esto.
  • Porque la sensibilidad no es sinónimo de debilidad, mi querida mujer humana. Yo muestro mi humanidad, mis sentimientos, pero no los uso para dañarme, ni para dañar a nadie, sólo los dejo ser dentro de mí hasta que ya no sirven, hasta que se marchan. Así será la nueva humanidad, incapaz de hacerse daño a sí misma, implicando eso que se amará como un solo ser unido en una sola consciencia.... Hacia allí es hacia donde vamos....
Arael Elämä Araham

domingo, 2 de agosto de 2015

PALABRAS



Inventamos un lenguaje para comunicarnos verbalmente, que fue desarrollándose y creando diversas variedades. Sin embargo, el ser humano aún no sabe comunicarse.

Tantos aparatos fabricados para ese cometido y sin embargo, en muchas ocasiones, las palabras no son lo suficientemente justas con lo que deseamos transmitir, o incluso, hay momentos en los cuales lo que sentimos no somos capaces de traducirlo como deseraríamos y optamos sencillamente por no hablar.

Sentir, sentir en el alma, en el corazón, ya sean egoemociones (emociones del ego) o emociones del Ser, en cualquier caso,sentir no tiene traducción.
Por eso, el lenguaje de las almas es más directo, más puro, y no necesita que se interprete.

Varias personas de diferentes países pueden estar en una sala juntas y hacerse ententer si se comunican con el lenguaje del alma, que no es ni más ni menos que el idioma universal del amor.

Por eso, a veces no sé cómo expresar lo que hay dentro de mí, y seguramente nos ocurre a todos, no soy diferente de los demás, así que imagino que en algún momento todo el mundo se habrá sentido incapaz de expresar lo que está sintiendo.



En muchas ocasiones es sólo confusión, una especie de nudo emocional que proviene de las creencias y los pensamientos de la mente, que fabrica estados emocionales complejos cuando el ego se siente atrapado, sin sailda, y tiene miedo ante la presencia cada vez mayor del ser. En otras ocasiones es sencillamente el estado anímico tras una decepción, tras un momento de desilusión ante la vida, o una disconformidad con lo que se está viviendo.

Resistencias...

Pero lo que tiene que ocurrir, siempre ocurre, tarde más o tarde menos, y si el ego está destinado a ceder su espacio a otra manera de sentir más pura, lo hará, y si el hombre está destinado a transformarse y evolucionar, o a desaparecer de la faz de la tierra, así será.

Palabras...

Las palabras del alma quedan escritas entre líneas, y siempre las entienden las almas, no las mentes, por esa razón, cuando alguien nos hace sentir bien a su lado, cuando sus palabras nos reconfortan, no son exactamente esas palabras las que nos dan serenidad, ni su contenido, sino la energía del alma que ellas están transmitiendo.
A través de una charla, o de escritos como este, se pueden leer emociones, estados de ánimo, miedos, amor, y puede haber una gran mezcla de sensaciones, unas que provienen del ego (del mental) y otras que son el lenguaje del alma.

Es interesante todo eso, pues cuando alguien te habla y te miente, su alma te está diciendo la verdad al mismo tiempo, y llegados a este punto, cuando uno empieza a reconocer lo que el alma habla, ya no puede ser engañado, pues las palabras del otro difieren de lo que su corazón transmite, y uno sencillamente comprende que el otro no está preparado para escucharse y ser honesto consigo mismo, y sólo permaneces allí, porque así lo necesita.

En fin, palabras, palabras que vuelan con su propia energía impregnada del Ser, del alma, del ego...palabras que ponen de manifiesto tantas cosas que pasan ahí adentro y que se diluyen sin que sepamos todo lo que contienen...

A través de una poesía se puede enamorar un alma, al sentir la esencia del alma del autor de la misma, a través de reflexiones escritas, de voces que recitan, a través una conversación de un sólo instante, porque las almas no necesitan nada más que la conexión y reconocimiento de la otra alma, y esto se da de una manera muy rápida.

Sin embargo, los seres humanos aún somos bebés ante este tipo de lenguaje, no nos entendemos, no sabemos cómo reconocer el alma de otro ser humano, y nos enamoramos de su personalidad, esa que sólo es una invención de una mente que necesita relacionarse con el entorno y que crea personajes a medida que nos vamos haciendo adultos.

Cuando un ser humano se encapricha de otro -lo llamaré así porque me parece más apropiado que decir que se enamora- fluye de él un deseo de conseguir ser amado por el otro, y comienza así una gran búsqueda de reconocimiento, de ser aceptado por esa persona que te atrae. Algunos sólo se quedan quietos sin saber qué hacer ante esa atracción y encaprichamiento que sienten, otros van al ataque, a intentar por todos los medios conquistar a esa persona, haciendo uso de todos sus encantos.

Este comportamiento proviene exclusivamente de nuestros egos, no sabemos comprender los lenguajes del alma, pero tampoco sabemos amar de verdad, creemos que el amor se basa en una atracción física, de un instinto sexual biológico, o de la capacidad de conectar a nivel intelectual con otra persona, o de sentirse emocionalmente cubierto en nuestras necesidades con el ser amado, pero amar completamente requiere de una conexión no sólo sexual, sino también espiritual, consciencial y emocional, es una fusión de ser a ser, con todo lo que es, que nace desde el alma, no desde las reacciones biológicas que hay en nuestra mente.
De hecho, muy pocas parejas están con lo que se llama su “alma gemela” porque no saben reconocerla, porque hay muchos patrones subyacentes que actúan en contra de ese reconomiento, y que por el contrario, buscan otras uniones de pareja muy distantes de lo que es esa pareja cósmica, pues lo que necesitan es otra cosa muy diferente.
¿Qué necesitan? Necesitan romper con esos patrones, muchas veces repetitivos, y para eso, la vida se encarga de darles justamente lo que deben deshacer, patrones que deben ver desde el alma para poderlos llevar al plano consciente y acabar de traspasarlos, trascendiendo las emociones que van ligadas a ellos.
Hay otras parejas estables que están muy bien juntas, sin ser almas gemelas, se trata de almas compañeras, que comparten juntas un camino para darse apoyo, amor y aprender aquello que sólo sus almas saben.
Todo en realidad es amor, porque el ser ama siempre, nada es erróneo, todo ocurre por o para algo más profundo de lo que podamos imaginar, ocurre por nuestro propio bien, no hay que desmerecer ninguna relación de ningún tipo, pues todos nos unimos por algún motivo que favorece a ambos, para ayudarnos, para comprendernos a nosotros mismos a través del reflejo que el otro nos da de nuestros conflictos interiores.

En fin, palabras que definen amores, que definen egos, que definen la vida, una vida que hemos complicado con un sinfín de paradigmas opuestos a lo que somos en realidad, pura luz y amor.
Pero el río siempre alcanza el mar, y nuestras almas ya se están despertando, ya están llegando al final de su camino.

Arael Elämä Araham...