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Los relatos del blog están divididos en varios títulos genéricos que son "Reflexiones", donde hallaréis escritos espirituales y reflexivos, "Una mirada al Alma" donde podréis leer historias muy profundas de crecimiento personal, del alma, "El Romántico Obsoleto", que cuenta con relatos de humor, irónicos, historias de la vida cotidiana del ser humano, "Diálogos", que son como la palabra dice, conversaciones que suelen ser muy profundas y espirituales, y por último he publicado tres capítulos de una de las novelas en las que estoy trabajando "Alma Cristalina". Disfrutad con todos ellos y compartidlos si os animáis a hacerlo para ayudarme a difundirlos.

Gracias por leerme, bendiciones a todos.

lunes, 24 de agosto de 2015

SUFRIMIENTOS Y DESPERTARES (REFLEXIÓN)



A través de la espesa bruma que a veces transito, siempre he logrado ver la luz de un faro que me guiaba para no perdeme en el camino.
Sin embargo, eso no significa que haya sido sencillo descubrir todo lo que en mí se esondía como sombra rebelde, jugando a no ser hallada, a pasar desapercibida, para que mi ego se sintiera satisfecho con el trabajo realizado.
Y es que el ego cree que trabajar duro, sacrificándose, es siempre la mejor opción para avanzar, para crecer, y entonces, irremediablemente asocia el dolor, el sufrimiento, con algo necesario para alcanzar los objetivos establecidos. Hay una tendencia generalizada de pensar que sin padecer no sabemos reconocer la felicidad, no hay gran amor sin sufrimiento, no hay dicha si no hay pena...

Sin embargo, otra parte de mí más consciente, afirma que todo eso no es más que una serie de ideas y pensamientos producto de un sistema de creencias que nos engulle y nos escupe hacia una espiral que nos acaba agotando y sumiendo en el desasosiego.
Nunca hallamos la felicidad, porque además, la buscamos ahí afuera, otro debe hacernos felices, o bien un trabajo nuevo, o una casa más grande, o el coche de nuestros sueños, y depositamos nuestro poder en el exterior, sin darnos cuenta de que la felicidad está en nuestro interior y que nadie puede hacernos sentirla salvo nosotros mismos.

Las relaciones, del tipo que sean, basadas en esta dependencia de la felicidad en el otro y su comportamiento, tienden a ser un fracaso, nos llevan a discusiones, a malentendidos, a reproches, a intentar dominar y controlar al otro, a absorverlo, y a acusarlo de nuestro propio sufrimiento creado por nuestras propias carencias y por nuestra inmadurez emocional, y por supuesto, esto nos deja el sabor amargo de no haber hallado la amistad, o la pareja que estábamos buscando. Hasta que no hemos alcanzado nuestro autoconicimiento no podemos darnos al otro, y no sabemos recibirlo de forma libre y amorosa.

Muchos se empeñan en ocultar su sombra, su oscuridad, para sentirse luz, amor, paz, renegando así sin darse cuenta, de todo aquello que aún está por resolverse dentro de sí mismos. No digo con esto que sea necesario comportarse de forma déspota, o estar siempre llorando, o sentirse desgraciado, sino que debemos aceptar todo lo que somos, nos guste más o nos guste menos.

Así que, tal vez, una de las premisas de ser conscientes es precisamente prestar atención a todo lo que está ahí dentro, porque en realidad, esa es nuestra presencia, lo que somos. Nuestros pensamientos son muy activos, crean emociones, y a su vez crean en nosotros comportamientos, y así nos convertimos en lo que pensamos y sentimos. Descubrí así que era hora de tomar consciencia de lo que pienso, de cómo actúo, de lo que deseo, de lo que siento, y de cómo quiero que eso afecte a mi vida. Y aprendí también a decir “basta” a las situaciones que no me enriquecen, y a las personas que sólo aportan sus propias proyecciones de sus conflictos interiores hacia mí, intentando dañarme con ataques que sé que no merezco.

Elijo entonces así no sufrir más innecesariamente, y cuando digo que elijo no sufrir no me refiero a que no quiera aceptar que hay aún ciertas historias mentales que pueden estar atormentándome, sino que escojo una manera de afrontar mis fantasmas desde otra perspectiva, desde la valentía de alguien que sabe que sus sombras están ahí, que las mira de frente y que está dispuesta a transformarlas, trascender los miedos, para seguir adelante, con el coraje de alguien que desea amar por encima de todo.




El amor siempre suma en tu vida, no resta, así pues, aquellas personas que no sumen en mi vida, definitivamente, sé, que acabarán desapareciendo, al igual que aquellas situaciones que ya no sean precisas para mi propio crecimiento y maduración emocional.

Así, en todo lo que llevo recorrido en mi vida, he observado un antes y un después, y en mi ahora, cada vez que algo me hace sufrir, voy en la búsqueda de ese algo ahí dentro, para abrazarlo, para sentirlo, para liberarlo de mí y comprenderlo.

No intento convencer a nadie de mis pensamientos filosóficos, de hecho, son sólo eso, pensamientos, para mí basados en lo que me transmite mi sabiduria interior, siendo los que me han otorgado más libertad, porque vivir en la prisión del sufrimiento, de la lucha por mantener a mi lado lo que no es mío, en la guerra interior de querer que todo lo que deseo se produzca de inmediato, de intentar que la gente sea más consciente y respetuosa con los demás, o con todo lo que nos rodea, ya la he experimentado por suficiente tiempo, ahora no quiero más eso, ahora elijo yo, y desde todo el poder que siento dentro de mí, naciendo desde mi naturaleza más profunda, sólo quiero ser libre, pero libre de mis propias cárceles, y dejar que cada cual vaya liberándose a sí mismo, comprendiendo lo que es y cómo es mejor vivir a su manera, a su ritmo, porque mi forma de ver la vida, no tiene por qué ser la misma que la de los demás, cada uno debe crear su propio camino, con su propio paso ajustado a su alma.

Últimamente he estado viendo los enfoques que se están moviendo respecto a la filosofia de la vida, y francamente, he alcanzado a comprender que mi vuelo es único y libre, así como el de cada uno, y que ni yo, ni ninguna otra persona, debería influir o intentar hacerlo en el vuelo de nadie, sino que deberíamos ser sólo ejemplo para aquellos que quieran seguir nuestros pasos.

Yo soy gaviota en el aire que vuela en libertad, soy tigre blanco, protector y defensor de mi verdad, soy delfín en el agua, consciente de la vida y de la creación, pero cada uno es lo que desea ser en cada momento...

Sufrir, en mi opinión, es la decisión inconsciente que tomamos al ver la vida a través de los filtros de las creencias que nos han ido enseñando a través de la familia, la religión, la escuela, el trabajo, la sociedad en sí. Esas doctrinas nos encarcelan y nos ciegan, ocultándonos lo que verdaderamente somos en nuestro interior.

Así, interpretamos el amor de una forma equivocada, buscamos la pareja incorrecta para nuestra alma, pero correcta para nuestras creencias sobre cómo debe ser una pareja, buscamos los amigos que más se ajustan a nuestras ideas mentales, y así todo lo que decidimos queda supeditado a lo que hay grabado en nuestro inconsciente, como programaciones que nos impiden saber que hay algo más, algo que sí somos.

Si alguien tiene la gran valentía de enfrentarse a todo eso, comienza un viaje hacia lo que Es, que le invita a desaprender lo aprendido, a desadoctrinarse, a elevarse por encima de lo que otros piensen sobre él, a apartarse por necesidad de todo aquello que escogió de manera inconsciente, a sentir un vacío extraño, a no desear estar con esa pareja que de repente ya no sabe si ama o no ama, descubriendo sólo dependencia y miedo a la soledad. Los amigos que tenías desaparecen, pierdes el sentido de tu vida, la familia no te comprende, te quedas solo, o sola, ante mil miedos que surgen, y una voz interior te pide que tengas fe, que saltes, que saltes, que confíes en que todo irá bien.

Y al final saltas...

Y empieza la gran aventura del autoconocimiento...

Esto viene a ser como la película de matrix, ¿qué pastilla quieres tomar?


Arael Elämä Araham

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