Inventamos
un lenguaje para comunicarnos verbalmente, que fue desarrollándose y
creando diversas variedades. Sin embargo, el ser humano aún no sabe
comunicarse.
Tantos
aparatos fabricados para ese cometido y sin embargo, en muchas
ocasiones, las palabras no son lo suficientemente justas con lo que
deseamos transmitir, o incluso, hay momentos en los cuales lo que
sentimos no somos capaces de traducirlo como deseraríamos y optamos
sencillamente por no hablar.
Sentir,
sentir en el alma, en el corazón, ya sean egoemociones (emociones
del ego) o emociones del Ser, en cualquier caso,sentir no tiene
traducción.
Por
eso, el lenguaje de las almas es más directo, más puro, y no
necesita que se interprete.
Varias
personas de diferentes países pueden estar en una sala juntas y
hacerse ententer si se comunican con el lenguaje del alma, que no es
ni más ni menos que el idioma universal del amor.
Por
eso, a veces no sé cómo expresar lo que hay dentro de mí, y
seguramente nos ocurre a todos, no soy diferente de los demás, así
que imagino que en algún momento todo el mundo se habrá sentido
incapaz de expresar lo que está sintiendo.
En
muchas ocasiones es sólo confusión, una especie de nudo emocional
que proviene de las creencias y los pensamientos de la mente, que
fabrica estados emocionales complejos cuando el ego se siente
atrapado, sin sailda, y tiene miedo ante la presencia cada vez mayor
del ser. En otras ocasiones es sencillamente el estado anímico tras
una decepción, tras un momento de desilusión ante la vida, o una
disconformidad con lo que se está viviendo.
Resistencias...
Pero
lo que tiene que ocurrir, siempre ocurre, tarde más o tarde menos, y
si el ego está destinado a ceder su espacio a otra manera de sentir
más pura, lo hará, y si el hombre está destinado a transformarse y
evolucionar, o a desaparecer de la faz de la tierra, así será.
Palabras...
Las
palabras del alma quedan escritas entre líneas, y siempre las
entienden las almas, no las mentes, por esa razón, cuando alguien
nos hace sentir bien a su lado, cuando sus palabras nos reconfortan,
no son exactamente esas palabras las que nos dan serenidad, ni su
contenido, sino la energía del alma que ellas están transmitiendo.
A
través de una charla, o de escritos como este, se pueden leer
emociones, estados de ánimo, miedos, amor, y puede haber una gran
mezcla de sensaciones, unas que provienen del ego (del mental) y
otras que son el lenguaje del alma.
Es
interesante todo eso, pues cuando alguien te habla y te miente, su
alma te está diciendo la verdad al mismo tiempo, y llegados a este
punto, cuando uno empieza a reconocer lo que el alma habla, ya no
puede ser engañado, pues las palabras del otro difieren de lo que su
corazón transmite, y uno sencillamente comprende que el otro no está
preparado para escucharse y ser honesto consigo mismo, y sólo
permaneces allí, porque así lo necesita.
En
fin, palabras, palabras que vuelan con su propia energía impregnada
del Ser, del alma, del ego...palabras que ponen de manifiesto tantas
cosas que pasan ahí adentro y que se diluyen sin que sepamos todo lo
que contienen...
A
través de una poesía se puede enamorar un alma, al sentir la
esencia del alma del autor de la misma, a través de reflexiones
escritas, de voces que recitan, a través una conversación de un
sólo instante, porque las almas no necesitan nada más que la
conexión y reconocimiento de la otra alma, y esto se da de una
manera muy rápida.
Sin
embargo, los seres humanos aún somos bebés ante este tipo de
lenguaje, no nos entendemos, no sabemos cómo reconocer el alma de
otro ser humano, y nos enamoramos de su personalidad, esa que sólo
es una invención de una mente que necesita relacionarse con el
entorno y que crea personajes a medida que nos vamos haciendo
adultos.
Cuando
un ser humano se encapricha de otro -lo llamaré así porque me
parece más apropiado que decir que se enamora- fluye de él un deseo
de conseguir ser amado por el otro, y comienza así una gran búsqueda
de reconocimiento, de ser aceptado por esa persona que te atrae.
Algunos sólo se quedan quietos sin saber qué hacer ante esa
atracción y encaprichamiento que sienten, otros van al ataque, a
intentar por todos los medios conquistar a esa persona, haciendo uso
de todos sus encantos.
Este
comportamiento proviene exclusivamente de nuestros egos, no sabemos
comprender los lenguajes del alma, pero tampoco sabemos amar de
verdad, creemos que el amor se basa en una atracción física, de un
instinto sexual biológico, o de la capacidad de conectar a nivel
intelectual con otra persona, o de sentirse emocionalmente cubierto
en nuestras necesidades con el ser amado, pero amar completamente
requiere de una conexión no sólo sexual, sino también espiritual,
consciencial y emocional, es una fusión de ser a ser, con todo lo
que es, que nace desde el alma, no desde las reacciones biológicas
que hay en nuestra mente.
De
hecho, muy pocas parejas están con lo que se llama su “alma
gemela” porque no saben reconocerla, porque hay muchos patrones
subyacentes que actúan en contra de ese reconomiento, y que por el
contrario, buscan otras uniones de pareja muy distantes de lo que es
esa pareja cósmica, pues lo que necesitan es otra cosa muy
diferente.
¿Qué
necesitan? Necesitan romper con esos patrones, muchas veces
repetitivos, y para eso, la vida se encarga de darles justamente lo
que deben deshacer, patrones que deben ver desde el alma para
poderlos llevar al plano consciente y acabar de traspasarlos,
trascendiendo las emociones que van ligadas a ellos.
Hay
otras parejas estables que están muy bien juntas, sin ser almas
gemelas, se trata de almas compañeras, que comparten juntas un
camino para darse apoyo, amor y aprender aquello que sólo sus almas
saben.
Todo
en realidad es amor, porque el ser ama siempre, nada es erróneo,
todo ocurre por o para algo más profundo de lo que podamos
imaginar, ocurre por nuestro propio bien, no hay que desmerecer
ninguna relación de ningún tipo, pues todos nos unimos por algún
motivo que favorece a ambos, para ayudarnos, para comprendernos a
nosotros mismos a través del reflejo que el otro nos da de nuestros
conflictos interiores.
En
fin, palabras que definen amores, que definen egos, que definen la
vida, una vida que hemos complicado con un sinfín de paradigmas
opuestos a lo que somos en realidad, pura luz y amor.
Pero
el río siempre alcanza el mar, y nuestras almas ya se están
despertando, ya están llegando al final de su camino.
Arael Elämä Araham...
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