SECCIONES - TÍTULOS

Los relatos del blog están divididos en varios títulos genéricos que son "Reflexiones", donde hallaréis escritos espirituales y reflexivos, "Una mirada al Alma" donde podréis leer historias muy profundas de crecimiento personal, del alma, "El Romántico Obsoleto", que cuenta con relatos de humor, irónicos, historias de la vida cotidiana del ser humano, "Diálogos", que son como la palabra dice, conversaciones que suelen ser muy profundas y espirituales, y por último he publicado tres capítulos de una de las novelas en las que estoy trabajando "Alma Cristalina". Disfrutad con todos ellos y compartidlos si os animáis a hacerlo para ayudarme a difundirlos.

Gracias por leerme, bendiciones a todos.

sábado, 19 de marzo de 2016

REFLEXIÓN - SOBRE LA FELICIDAD Y EL AMOR

El aroma a calidez, la luz del sol iluminando los dibujos del papel de las paredes, las cortinas marrones casi transparentes, con sus ondeantes formas anaranjadas que cubrían las ventanas del salón. El sofá gris, la mesa redonda que estaba justo al lado de la mesita de ruedas de la televisión que tenía aquella puerta donde guardabas las balleta para limpiar el polvo del mueble que hacía juego con la mesa para comer.
Una mañana cualquiera, los pies de una niña pequeña pisaban el frío suelo de terrazo de aquel espacio donde sonaba la música de tus cantantes preferidos, canciones que la hacían sentir segura, sabiendo que su madre estaba allí, limpiando la casa, inundándola de su esencia de mujer, convertida en melodía, mientras hacía sus tareas matutinas, sencillas, pero tan valiosas para aquella pequeña niña que se levantaba al reconocer la rutina que la mantenía en un estado de seguridad, de amor, de satisfacción.
Su madre estaba allí, la casa desprendía un olor característico, los muebles brillaban, el sol entraba por la ventana y el día parecía perfecto.
Lo entrañable no tiene por qué ser algo sofisticado, la imagen de una mujer sencilla, ama de casa, que cuidaba de su hija, era suficiente para que aquella niña se sintiera extremadamente feliz.

Un niño puede sentirse así con tan poco, ¿por qué entonces cuando crece nunca tiene suficiente?



Los adultos perdemos en algún momento de nuestra vida la capacidad de vivir en el presente, de disfrutar de los pequeños detalles, y nos olvidamos de que el bienestar se halla en nosotros, y no en lo que hay en el exterior.
Aquella niña no necesitaba nada, aunque sus necesidades básicas estaban cubiertas, la sensación de seguridad se la proporcionaba un hogar tranquilo, una familia estable.
Partiendo del punto de vista en que un adulto ya puede valerse por sí mismo y carece de la vulnerabilidad real de un niño, éste debería simplemente tener cubierto aquello imprescindible, y con ello ser totalmente feliz. Sin embargo, puedes tener mucha cosas materiales, puede sobrarte el dinero, puedes viajar mucho, tener las relaciones de pareja o de amistad que quieras, tener muchas propiedades, en fin, puedes haber conseguido éxito, incluso en lo que más te gusta, y no sentirte pleno, seguir notando un vacío interior que no se llena con nada. Tal vez esto se debe a ciertas carencias emocionales que no se hacen conscientes en el individuo y que se manifiestan a través de la inconformidad o la infelicidad, ¿quién sabe?

Hace muy poco tiempo una buena amiga me dijo algo que me encantó, era algo así como que el ser humano añora a su propia divinidad, y eso es lo que creo, que sentimos un anhelo de algo que nos falta, algo que perdimos y dejamos atrás, pero que conservábamos cuando éramos niños muy pequeños. Ser felices en el presente, sentirnos, sabernos, amarnos, valorarnos, y no necesitar comprar compulsivamente, gastar dinero, buscar la pareja perfecta que nos haga felices, alcanzar el triunfo para demostrar lo que valemos y recibir lo que creemos que merecemos, no es así como lograremos cubrir ese vacío.

Aquella niña pequeña se convirtió en una adulta, una buscadora, una rebelde que apretaba los puños para callarse, para intentar con todas sus fuerzas no ir contra las normas y ser así aceptada por una sociedad que en realidad no es más que una gran mentira, y así siempre había en ella un grito no gritado, un llanto interno no pronunciado, siendo así una persona que sentía que no encajaba y que si no lo hacía nadie la amaría, nadie contaría con ella, nadie la reconocería.
Empezó así un camino de autoconocimiento, un camino de sublevación interna, que la conducía hacia una contradicción, tratando de ser como los demás, pero por dentro generando una gran incoherencia porque no era como los otros. Con el tiempo supo que no era ella sola la que llevaba consigo esa lucha interna, que muchos de los que veía y creía adaptados al sistema, no lo estaban tampoco, y también callaban, la diferencia era que su rebeldía interior era tan potente que nada la llenaba, nada le interesaba, no quería hacer nada de lo que proponía la sociedad, y sólo deseaba escribir y crear.

Así se refugió en sus cuadernos, en su mundo interior, en sus pensamientos, en su sentir, en su mundo sólo suyo, un mundo que ella sabía que nadie podría comprender, demasiado profundo, tal vez, demasiado sensible, demasiado complicado.

Complicado, todo lo contrario de lo que en realidad somos, pues en lo simple está la respuesta.
Sin embargo, supo cómo aprovechar su complejidad interior, su capacidad de soñar, de sentir, para crear, para que la inspiración más sencilla la llevara a mundos insospechados, hasta que un día explotó en creatividad, su corazón se abrió y sus pensamientos comenzaron a ser sólo un puñado de ideas que usaría para escribir cuentos, dejarse llevar por sus sueños, plasmar evocaciones llenas de amor, de viveza, de una verdad que tal vez no era real, pero era pura magia, pura poesía.

Un día se dio cuenta de que esa niña nunca había desaparecido de ella, y que esa esencia era la que la mantenía en su felicidad interior, en su amor interior, y que la soledad que estaba experimentando era su gran oportunidad de ser más ella misma, de descubrir su verdad más suprema, y reencontrarse con su propia divinidad.

Lo que sucedió después fue que dejó de pertenecer a su ego, y halló su libertad.
El amor, cuando eres verdaderamente libre en un mundo donde todo son limitaciones, incluso limitaciones conceptuales, ya no es un sentimiento que te ata a lo que amas, ni te hace depender emocionalmente de lo que amas, sino que se transforma en su verdad, lo que es en realidad el amor, pura y maravillosa libertad, expansión, belleza.

Es espectacular lo que se siente cuando realmente te das cuenta de que cuando el amor está ahí, dentro de ti, partiendo de tu existencia, desde tu plenitud y tu verdadera esencia, ya nada es como antes, tu percepción de la realidad se transforma completamente, y ya nada es igual, ni lo volverá a ser, es algo tan increíble que sólo se puede sentir, no hay palabras para describirlo, hay que tocarlo, notarlo, vivirlo.

Se puede traducir en algo así como enamorarse de uno mismo, renacer desde uno mismo, reencontrarse con uno mismo, y darte cuenta de que tu propio ser siempre estuvo ahí, y que el matrimonio sagrado se ha producido dentro de ti, otorgándote un hermoso regalo, el talento de ser tú ante todo, auténtico, desnudo de las mentiras que creías ser.

Así que, tal vez todos deberíamos regresar al origen, a lo que éramos cuando un precioso momento presente nos abstraía y nos llenaba de felicidad, sin perdernos en pensamientos del pasado, o sufriendo por lo que pueda suceder en el futuro, ser, permanecer, sentir y no intentar tanto desmenuzar y reorganizar lo que estamos experimentando, pues cuando hacemos esto, nos perdemos la experiencia en sí misma.

Mientras el ego diga que eso es muy difícil, así será, pero aquella niña que se convirtió en adulta, descubrió que todos los pensamientos son sólo eso, pensamientos, y no te identifican, no definen lo que eres, no son tú, y por tanto, si no te enganchas a ellos, puedes convertirte en el observador de los mismos, sin que te atrapen, sin que dominen tu vida y conduzcan tu actitud ante la vida por un camino de sufrimiento, y ella, se liberó de todo lo que no era ella, así como el sol puede estar envuelto en nubes sin que éstas sean él, aunque a veces oculten su luz, y aprendió a observar sus emociones, incluso sabiendo que tendría que ir más allá y aprender a ser la observadora del obervador.

El amor es un estado permanente, nadie decide que ames, nadie puede conseguir que ames, sólo tú puedes hacerlo, sólo tú puedes abrirte como una flor que emana su aroma, y dejar que lo que eres sea, sin juicios, sin tener que justificar lo que eres, y permitir que ese amor que ya está en ti también sea y se preste a tomar la forma en la relación que tú desees con quien esté en ese mismo punto de apertura, de reconocimiento de su propia divinidad.



Cuando una relación entre dos personas se da desde su máximo amor interior, ya no se trata de una relación convencional, y ahí todo un mundo inexplorado comienza a sorprenderte, por eso, esa niña que ya es adulta, sigue sonriendo a la vida, y ya no busca el amor en el otro, sino en ella misma, para poderlo entregar sin esperar nada, para dar lo que ya tiene sin depender de que el otro le dé para cubrir una carencia. Antes de estar con alguien en pareja es mejor estar lleno de ti mismo y así ofrecerle lo mejor de ti, lo que ya tienes y eres.

La felicidad está en ti, no necesitas hallar a nadie para que te la dé, si esperas eso, sufrirás, e irás de relación en relación buscando el amor perfecto, sin darte cuenta de que ese tipo de amor inmenso se halla sólo en ti, y eres tú quien debe ofrecerlo a la persona adecuada, esa que la vida tiene preparada para ti para darte también su amor completo.

Arael Elämä...

miércoles, 16 de marzo de 2016

UNA MIRADA AL ALMA - DILUIDA


El Universo entero estaba preparando lo que ya se había pactado, lo que ya era, pero ella no lo entendía todavía.
Percibía cómo ciertas piezas iban encajando lentamente en la estructura de su mente, y cada pensamiento, cada idea, iban desintegrándose, transformándose una a una, liberándose de la cápsula del ego, para ser tan sólo energía cristalina, transparente...


El fuego de la hoguera mantenía caliente su cuerpo frágil, y mientras contemplaba el perfecto baile de las llamas, comenzó a comprender que nada tenía que hacer, porque ser lo que era ya era estar haciendo algo, estaba siendo.

Entonces observó sus manos unos minutos, para recordar sus detalles, los que hacían que sus manos fueran sus manos, y después se estiró en el suelo y con la mirada fija en las estrellas, dejó que su corazón hablara.

- No soy nada de lo que creo ser, porque lo que creo que soy proviene de mi mente y ella no es capaz de percibir la realidad tal como es. ¿Entonces, quién o qué soy? 

Cerró los ojos y se entregó a la respuesta sin pensarlo.
Ahí supo que ella estaba en todo, que todo estaba en ella, que no había diferencia entre el universo que había estado contemplando y sus manos, o sus piernas, o su cuerpo entero, o los árboles del bosque donde se encontraba...

No había un comienzo o un final en nada, todo era todo, o tal vez nada era nada. Y una maravillosa sensación de plenitud, de felicidad y de amor, invadió todas sus células, toda la materia en la que estaba integrada temporalmente.

El tiempo, el tiempo no se percibía, no existía, formaba parte del todo, de aquella existencia, aquella consciencia que ella sólo podía traducir como una infinita esfera cuyos bordes se los imaginaba para no caer en el pánico, para no pensar que se estaba volviendo loca.

Su mente estaba haciendo su papel, poniendo en duda lo que ella estaba sintiendo, lo que experimentaba.

- ¿Yo?, no hay un Yo, ni hay un Tú, ni un Él o Ella, hay sólo consciencia, y ésta somos todos en versiones humanas diferentes.
Todo está decidido, perfilado, no controlamos nada, aunque lo pensemos y estemos convencidos de que tomamos decisiones, en realidad ya están tomadas. ¡Pero eso significaría que algo me está viviendo, que soy vivida, que soy experimentada! ¡Sí, claro! Si yo soy algo, soy la consciencia que me está experimentado, y a la vez soy la parte experimentada...

Se quedó pensando en aquellos extraños conceptos, tratando de que sus antiguas creencias no entorpecieran la sensación inconmensurable de la pertenencia a lo sublime, pues lo sagrado, lo que llamamos Dios, la Fuente de la creación, no estaba separada de ella, ella era la Fuente, viviendo como humana, igual que todos los demás, igual que todo lo que existía, ríos, mares, viento, fuego, tierra, planetas, galaxias, universos, todo, todo era la misma Fuente, así como en un cuadro, la pintura es el cuadro, cada trazo, cada dibujo, todo pertenece y es el cuadro, la obra, o mejor aún, la creación y el creador eran la misma cosa...

Finalmente, se quedó dormida al lado de su compañero, que ya hacía un rato que descansaba ajeno a lo que ella estaba descubriendo.
Todo estaba aclarándose cada vez más, aunque sabía que no la entenderían muy bien, y que era mejor no decir nada por el momento.
La historia continuaría, claro que sí que continuaría, todavía quedaba mucho por integrar y asimilar...

Arael Elämä...

jueves, 3 de marzo de 2016

REFLEXIÓN - UNA DURA CRÍTICA DE UNA MENTE CANSADA


Estar en tu presente...en tu presencia...
Hoy reflexionaba sobre esto, es el objetivo diario, a veces conseguido, a veces no...
Mi mente, como la mente de todos, es hábil y me juega malas pasadas, me demuestra lo difícil que es estar en paz interior cuando no sabes si la semana siguiente comerás o no comerás, si podrás pagar tu casa, o no, o si te cortarán la luz...

Cuando tus necesidades más básicas están cubiertas sin que te tengas que preocupar, es más fácil estar en tu presente ¿no no? ¿o eso es también una trampa del ego para complicar la posibilidad de alcanzar tu felicidad interior?

La mente siempre encuentra un motivo para escabullirse del presente, y tal vez, cuando ya tienes esas necesidades cubiertas, aparecen otras, tal vez emocionales, o tal vez resulta que para cubrir lo más básico tienes que renunciar a tu libertad y convertirte en un esclavo de un sistema en el que tienes que trabajar a tiempo completo, en un lugar donde estás todo el día, llegando a casa a las nueve y media de la noche, sin tener vida, sólo trabajando para pagar a esas grandes compañías los suministros básicos, los alimentos, tu vivienda (que pertenece en realidad a los bancos con los que tienes la deuda hipotecaria)...

Y sí,  ya tienes cubierto lo imprescindible, per entonces vienen las otras necesidades, porque pierdes tu libertad y te preguntas entonces para qué has nacido, ¿para ser una pila más que enriquece más todavía a los que ya son ricos?

Ahí es cuando te das cuenta de que no quieres ser eso, porque tienes la certeza de que eres mucho más que eso, que tienes tus talentos, tus dones, y no quieres ceder al terrorismo encubierto que el sistema establecido está ejerciendo sobre todos los que están bajo su poder, y digo terrorismo sí, porque la coacción se basa en el miedo a no sobrevivir, si no haces lo que se requiere, te puedes quedar sin casa, sin comida, sin recursos, en fin, te puedes convertir en un repudiado, no sólo del sistema, de la matrix, sino que también eres rechazado por aquellos que creen firmemente en ella, porque siempre ha sido así, porque, como ellos dicen "es lo que hay", porque tienes que hacerlo sí o sí, que si no vas a sufrir las consecuencias, porque el trabajo dignifica... ¿dignifica? ¿a quién? ¿al esclavo que cede su vida como si fuera una pieza de una máquina usada para darle beneficios a otro que vive en una abundancia sobredimensionada?...

Y si tomas decisiones, si te liberas, si buscas otra forma de vivir, te critican por no ceder a lo que ellos consideran "normal" ¿normal?, sí, normal, de norma, SU NORMA...
Normas... si no eres como dictaminan esas normas, no eres normal, y si no eres normal, eres un exiliado de la mayoría, que vive dormida bajo un paradigma a través del cual nos tienen controladitos, calmaditos, tal vez a través de alguna que otra distracción, para que no veamos lo que sucede realmente...
Todos a tu alrededor están "hipnotizados" por esas normas, sintiéndose triunfadores si han conseguido un buen empleo, donde pagan muy bien, y así se mantienen a raya, sin protestar, porque sus comodidades también están satisfechas. 

Tus amigos, los que están bajo hipnosis y totalmente convencidos, te miran y te dicen "tienes que trabajar de lo que sea, porque si no vendrá el "lobo" y te comerá" y te animan a ceder, a ser normal, a volver a ser un adepto ciudadano que no debe dinero a nadie, como si eso fuera realmente la verdadera forma de ser libre, no es más que una falacia, no debemos nada a nadie por vivir, ni la tierra es de nadie, ni tendríamos que pagar por tener energía, el sol es de todos, la tierra también, el agua también... pero hemos dejado que otros se apropien de todo, hemos cedido nuestro poder desde hace tanto tiempo ya, que se ha convertido en lo "normal", y es "normal" pagar por algo que es nuestro y gratuito...

Y es tanto el convencimiento de que esa "normalidad" es lo que está bien, que creemos que el que no la sigue hace las cosas mal, y entonces le ponemos etiquetas, sin saber qué siente, o qué piensa, o qué está intentando hacer con su vida...

Si no tienes pareja a cierta edad, eres un solterón y algún defecto tienes que tener, si no tienes hijos, eres raro o das pena a los demás, si no tienes trabajo, eres un vago que quiere vivir del cuento, si tu trabajo es precario, eres un pobretón que otros con mejores puestos miran por encima del hombro, si eres homosexual, mejor ni hablar de ello, en fin, tenemos críticas para todo...pura envidia basada en la infelicidad del ser humano, en la falta de amor y honestidad hacia nosotros mismos y en la falta de amor hacia lo que hacemos...

Todo te obliga a ser quien no eres, incluso tus amigos y familiares...


Su incomprensión parte de sus propios miedos y de sus propias limitaciones, y lo comprendo, pero por eso mismo, muchos acabamos hartos de tantas dificultades, y finalmente apartamos a esas personas de nuestro camino, ya tenemos bastantes piedras, así que, de las que podamos deshacernos, lo hacemos, con todo el amor, pero sin arrepentimientos...



Dicen que lo que no te mata te hace más fuerte, y puedo dar fe de ello, te das cuenta de que puedes amar mucho a una persona, pero que si ésta se convierte en otro terrorista, en otro robasueños más y de manera reiterada, si tienes la opción de dejarle ir, es mejor hacerlo, sin más, porque ya no suma en tu camino, ya te ha mostrado tus propios miedos, y los de la sociedad en general, y después de realizar su función, ya no hay que retenerlo, debemos aprender a soltar lo que nos perjudica, aunque lo amemos.

Si lo haces también debes saber a qué atenerte,  te encontrarás con la falta de comprensión, con sus juicios y críticas (aunque te digan que no te juzgan y que lo hacen todo por tu bien), con sus mentiras, que están basadas en sus propias creencias limitantes, que además no se conforman con desplegar en su vida, sino que tratan de que también tú te las creas y las aceptes como reales, como lo mejor para ti...

La desilusión se hace presente después de estas experiencias, y en tu presente debes dejar que sea, que salga, que se encuentre frente a ti para trascenderla...

Todo es apariencia, nada es real, miras al otro y ves lo que interpretas de él, y viceversa, y entonces deseas con todas tus fuerzas ser capaz de ver la verdadera realidad, por mucho que duela que caigan los velos, uno por uno...
Sólo así se acaba el dolor, cuando ves lo que es, y lo ves con amor, sin miedo, sin rabia, sin rencor...

No pretendo cambiar el mundo, ojalá pudiera, sólo quiero ser yo y conseguir que quien soy sea feliz, que la realidad que me rodea se transforme en lo que soy, como si un submundo, una burbuja de una realidad más consciente, se formara a mi alrededor, con la compañía de personas conscientes, que ya no necesiten más proyectar sus egos, que ya no necesiten reconocimiento del otro, que simplemente amen, sin más, estoy cansada de tanta hipocresía y de tantas relaciones vacías y desenfocadas...

Estoy hastiada de tanto ego, el mío ya es un estorbo muchas veces, pero el de esos que lo proyectan hacia mí y me acusan justamente de lo que ellos hacen, eso ya..., en fin, no tengo tiempo para esas tonterías, he llegado a mi cupo, ahora sólo sonrío, observo, y sigo mi paso sin hacer caso a lo que no tiene ya importancia para mí... 
Que cada uno se haga cargo de lo suyo... 
Ignoraré aquello que no sea amor del alma, del corazón, porque para amor de egos, amor ficticio, ya no me queda ni una pizca de tiempo, ni dedicación...

Suelto y dejo ir lo que ya no resuena con mi ser...

Arael Elämä...