SECCIONES - TÍTULOS

Los relatos del blog están divididos en varios títulos genéricos que son "Reflexiones", donde hallaréis escritos espirituales y reflexivos, "Una mirada al Alma" donde podréis leer historias muy profundas de crecimiento personal, del alma, "El Romántico Obsoleto", que cuenta con relatos de humor, irónicos, historias de la vida cotidiana del ser humano, "Diálogos", que son como la palabra dice, conversaciones que suelen ser muy profundas y espirituales, y por último he publicado tres capítulos de una de las novelas en las que estoy trabajando "Alma Cristalina". Disfrutad con todos ellos y compartidlos si os animáis a hacerlo para ayudarme a difundirlos.

Gracias por leerme, bendiciones a todos.

jueves, 31 de octubre de 2013

EXPERIENCIA FUERA DE MI CUERPO

Mi corazón sabe que nunca estás lejos de mí, que no existe la distancia, que todos estamos unidos en una gran consciencia colectiva, algo así como un entramado luminoso que nos comunica a todos con todos...

Su sabiduría es pura, pero no está exenta de la toxicidad de las emociones que fabrica mi mente con el ingrediente del miedo...Y mi ego envía señales al centro de mi pecho, señales de añoranza que se menzclan con el anhelo de mi alma por reunirse de nuevo contigo y volar juntos, unidos, en fusión, siendo uno de nuevo, polaridades unidas para ser una totalidad, volar a nuestro hogar, hasta la fuente...

Y aquí, en este mundo físico, hecho de materia, no logro evitar que la tristeza me invada en los días nublados del conjunto de mi parte humana y mi parte divina...

Es entonces cuando cierro los ojos y decido mirarte...

Me elevo por encima de todo lo que conozco como real y alcanzo a ver una especie de red perfecta, lazos luminosos unen puntos que se iluminan como estrellas, incluso parece que centellean...

Su luz blanca, pura, casi azulada, es embriagadora, y esas finas líneas lumínicas se entrelazan y transmiten amor, sabiduría, a esos luceros extraños que están conectados entre sí a través de esos hilos...



Entonces te busco, te busco entre todas esas consciencias puras, bellas...
Mi corazón me habla, me indica dónde estás y te encuentro...
Entro en tu luz, en esa esfera hermosa que parpadea en su inmensidad energética. Allí toda una constelación me envuelve, siento como si estuviera en un universo completo, reducido a un espacio parecido a lo que ocuparía la Via Láctea, ¡¡¡todo eso eres tú!!!
Estoy envuelta por ti, por tu verdadero Ser, aunque nunca te había sentido de esta manera tan especial... Tu luz, se presenta ante mí como una nebulosa anaranjada colmada de estrellas pequeñas, como luces que despuntan dentro de tu Espíritu... Estoy dentro de ti, rodeada de ti, embelesada... Mi corazón se expande, se llena de tu esencia, comienza a fundirse y mezclarse en ella, siento cómo si de mi pecho se desprendiera otro universo que desea integrarse en el tuyo, pero entonces recuerdo que está mi cuerpo ahí abajo y siento cómo mis ojos derraman lágrimas de emoción...

Te pienso, deseo verte en forma humana para poderte abrazar, aunque nada es más increíble que sentirte como te estoy sintiendo...
Y ahí estás tú, como si parte de esa magnificencia se concentrara en una forma física, la de un hombre que ya he visto antes entre sueños...
Y te abrazo fuertemente, con algo que es etéreo, pero en esa unión etérica te siento más de lo que he sentido a nadie en un abrazo cuerpo a cuerpo...

- Te amo- transmite mi corazón...
- Te amo también -contesta el tuyo...
- He venido aquí porque te echo de menos...
- Puedes venir siempre que quieras, ya sabes hacerlo.
- ¿Por qué siento mi cuerpo físico y mis emociones y a la vez puedo sentirte a ti aquí y a mí  también? -le pregunto para confirmar algo que intuyo.
- Ya sabes que es posible estar en más de un lugar a la vez, estás conectada a tu cuerpo físico, pero eres capaz también de estar aquí conscientemente.

Debo irme ya, siento que no puedo estar más tiempo allí porque allí abajo hay obligaciones que no pueden esperar, aunque ya sé que volveré...
Me despido de ti, me miras sonriente, siento tanto amor que me voy impregnada de ti, de esto que llamo amor porque no existe palabra alguna que lo defina...

Regreso a mí en el plano físico...

Te llevo en mi impreso como huella de mi alma...

Arael...

jueves, 24 de octubre de 2013

DIARIO DEL ALMA...



En este momento, escuchando mi música preferida, esta vez Brian Crain, me estoy envolviendo en mí misma y me siento muy bien...
No hay nada en este mundo que me haga sentir más libre que la música de un piano, acompañado o no, por otros instrumentos...
Cuando me sumerjo en el mundo de la música, me pierdo entre sus notas, serpenteo entre ellas en una danza sublime, donde yo soy partitura y voz, ritmo, pausa, soy la blanca melodía, la suave letra, y me entrego a los eternos acordes que me me poseen y me elevan a otros mundos donde soy la libertad, el cosmos, la luz, el amor, el todo...

Allí me siento yo, me invado de mi propia esencia, fragancia de mi alma que me hace escuchar mis preguntas, aquellas que lanzo siempre al viento, deseando reencontrar la respuesta...

  • ¿Por qué mi mundo interior es tan distinto? ¿O es que acaso todos somos iguales y aún no he llegado a descubrirlo?

Adentrarme en el alma de otros me enseñó a valorar su mundo interior, todos aquellos en los que me he podido asomar, son bellos, como las flores, cada una tiene su propia belleza singular, aunque muchos están contaminados con la incoherencia con la que actúa el ser humano.
También yo lo estoy.
Somos iguales, sí, sin embargo, me sigo sintiendo como si fuera una extrangera en un país extraño, una flor silvestre dentro de un jardín de flores muy cuidadas, hermosas, únicas...

Ando buscando algo que no encuentro, tal vez es que me estoy buscando a mí misma, pero no me hallo.
Podría huir de esto, escapar, viajar, conocer otras culturas, convivir con ellas y aprender a conocerme mejor, podría hacer lo que siempre me negué por miedo.

Y es que mi corazón vuela libre desde hace tiempo, mi alma se expande y crece, y este cuerpo me queda pequeño.

No puedo irme de aquí, no aún, no sin acabar lo que he venido a hacer, sin embargo, anhelo la libertad real, por eso, busco en la meditación una manera de salir de este encierro, de esta cárcel que me aprisiona...
Quiero volar, quiero sentir el viento rozar mi rostro, mientras surco el océano, rozando el agua, como una gaviota, alzando el vuelo con mis alas blancas, siendo lo que soy realmente, no lo que aparento ser.

Y voy encontrando en el camino a personas con el mismo anhelo, con la misma iquietud de libertad, el deseo irrefrenable de permitir que el corazón mande, que el amor reine en sus vidas...

Hoy ya no puedo más negarme a ser quien soy, hoy se acabó el limitarme, el peder el tiempo sollozando por lo que no hallo o por lo que no hago...

Mañana volveré a pintar lo que mi alma habla, recuperando así lo que quise ser, lo que sepulté creyendo que no era capaz, lo que me robé y permití que me robaran al creer que yo no era lo suficiente buena para hacerlo...

Me desprecié tanto tiempo y por tantas cosas...

  • No eres tan guapa, no eres tan lista, no eres tan inteligente, no eres tan buena haciendo esto, lo otro, no vales para nada...

Mi alma estuvo llorando por este maltrato durante años y años...
Pero ahora grita...

  • ¡¡¡No me importa si los demás no comparten mi visión de la vida, no me importa si no me apoyan, no me importa si creen que fracasaré, no me importa si no creen en mí, no me importa si no me aman!!!!!... Lo que sí me importa es que me acepto, me amo, crezco, si me equivoco aprendo, si no gusto, yo me encanto, si no me apoyan, yo tengo todo mi amor y mi sabiduría para darme soporte en mis decisiones, no vivo para los demás, vivo para mí misma...
    Y quien me ame lo ha de hacer sabiendo quien soy, cómo soy, aceptando mis fallos, mis aciertos, y mi manera de amar, incondicional...
    Pero no permitiré que nadie me abandone, o me someta, no permitiré que nadie me desvalorice, no permitiré que nadie me posea, porque soy libre...y amo con la libertad de mi alma hacia la libertad de las otras almas...


Tal vez hace un tiempo me sometí a mi propia condena, pero hoy y mañana, forjaré un futuro donde cumpla todos mis sueños, donde nadie dicte mi camino, donde sólo yo decida...aunque, en mi sueño no caminaré sola, le daré la mano a quien me ame, como merezco ser amada, sin condiciones, con aceptación, con respeto, desapego... Así como yo deseo amar... en libertad...

Aprender es de sabios, crecer, y comprender que todos somos maestros de todos, todos somos alumnos de todos, porque la vida es un aprendizaje constante, un paso, un camino hacia la evolución del ser humano, donde algunos desean mirar más allá de lo que hay a su alerededor, desean salir del espejismo que hemos creado, para alcanzar algo más grande.

Deseo vivir, sencillamente vivir, disfrutar, amar, sonreír, dejar que mi alma brille con toda su luz...

Me liberé...

Si te encuentro a ti, que me estás leyendo, has de saber que nada es casual, si me lees tal vez debas buscar dentro de ti, en tu alma, qué sientes en cada palabra, qué te aporta, qué te resuena, tal vez te haga vibrar, tal vez despierte en ti el anhelo de tu propio vuelo, tal vez el deseo de alcanzar tus metas, tal vez te identifiques conmigo, tal vez tú seas yo...

O tal vez aún no sea el momento de que esto que lees te ayude a despertar de la ilusión de este mundo que nos engaña...

Si llego tan solo a rozar tu Ser, me sentiré afortunada...
Deja de buscar afuera lo que está dentro de ti, cuando te encuentres, hallarás también lo que tanto anhelas... sea lo que sea...

Hoy soy tu espejo, tú el mío, ¿qué más puedes leer en mí?
Tal vez la respuesta que halles sea justamente lo que no lees en ti...

Si deseas amor, ámate, respétate, no te juzgues, no te conformes con la realidad que ves, crea la que tú deseas con el corazón...

Gracias por leerme...Gracias por existir...

Arael...

sábado, 19 de octubre de 2013

EL BUSCADOR DE LUNAS Y LA MUJER FANTASÍA

Era de noche, como cada vez que ella, decidida, salía a la terraza para estirarse en el suelo entre cojines para contemplar el hermoso panorama que le regalaba el universo. Observaba las estrellas, le parecían hermosas, se sentía indentificada con cada una de ellas, las amaba, las integraba una a una en su particular mundo, un lugar en su corazón donde iba almacenando la belleza que la naturaleza exterior le brindaba sin reparos, regalos eternos de la vida.

Sus sueños eran como las nubes, sutiles, diversos, madurados con la emoción del amor y del anhelo, pero a pesar de ser una mujer construida por sí misma con la exquisitez de las fragancias dulces de las fantasías románticas y tiernas, también era una mujer vulnerable, forjada con el cristal fino de las sensaciones, de los deseos, de la más divina y sublime magnificencia cristalina que pudiera existir en aquel lugar sagrado donde ella gestaba su propia existencia, transformándose día a día con la luz de los astros que la abrigaban en las nocturnas horas de desasosiego.
Sus temores emergían como burbujas mágicas desde su mente cambiante, para borrar el fulgor del sufrimiento, y así, aprender del dolor para seguir creciendo.


A su alrededor, todo era oscuridad, pero su propio resplandor la embellecía y la envolvía en algo parecido a una especie de manto estelar que resultaba curioso, aunque para algunos parecía algo fuera de lo normal y se apartaban de ella al presentir su esencia extraña, diferente, ajena a lo que los demás consideraban apropiado, aceptado o normal.

Aquella noche era diferente, el ambiente se iba tornando espeso, y en ese enrarecimiento ella presintió que algo distinto ocurriría.
Sintió un imperioso deseo de conectarse con la tecnología y volver a chatear con aquel hombre misterioso con quien charlaba de vez en cuando.
En la mesa redonda de madera que había en aquella terraza bañada por la luz de los luceros que tanto la enamoraban, estaba su portátil ya encendido. La luz de la lámpara estaba apagada y sin ella no podía apenas ver las letras del teclado, así que la encendió para revisar los mensajes del chat.

Curiosamente “El buscador de lunas”, el hombre con quien mantenía una singular amistad, le había escrito algo no hacía más de un minuto.

  • Hola “Mujer fantasía”, soy yo, ¿te apetece hablar?...

Sus ojos brillaban cada vez que él le escribía algo, pues aquella relación en la distancia, a pesar de ser sólo una amistad sencilla, para ella era muy especial.
Se puso sus gafas para ver de cerca, de montura marrón, y se dispuso a contestarle. Tenía muchas ganas de hablar con él, le ilusionaba poder intercambiar aquellas palabras.

  • Hola, “Buscador” aquí me tienes. ¿Qué tal se presenta tu fin de semana?
  • Pues no será tan interesante como yo desearía, estoy trabajando en un proyecto muy complicado y me he tenido que llevar a casa un par de cosas.
  • Vaya, yo te hacía con tu novia, no sé, tal vez en tu casa de la montaña.
  • Bueno, ya sabes que no siempre quedo con ella, tenemos una relación bastante liberal.
  • Ya, sí, ya me explicaste, pero creía que la amabas, que después de tanto tiempo buscando a esa luna que para ti fuera única, ya la habías encontrado en ella.
  • Tal vez, aún no sé si ella es la luna que busco. ¿Y tú, mi querida mujer fantasía?, ¿no buscas a nadie para compartir tu vida?
  • Ay amigo mío, si supieras...
  • Ya sabes que puedes explicarme lo que quieras...

    Sintió que había llegado la hora de hablarle de sus complejos, de sus miedos, de su agonía, tal vez era eso lo que iba a ocurrir, que iba a abrir su corazón para expresar todo lo que llevaba ocultando desde hacía tiempo.
  • Está bien, tal vez sea el momento de que sepas de mi vulnerabilidad, de mi dolor, de mi historia...
  • Te leo..
  • Hace un tiempo creí en el amor puro y verdadero, en un amor que era como el que yo siento en mi alma, pues si yo lo experimento dentro de mí, es lógico pensar que puede haber más personas que lo experimenten dentro de sí mismos, aunque vivan ocultándolo por miedo a sufrir un desengaño. Ese amor inmenso, nos hace capaces de salvar cualquier obstáculo.
    Anhelaba que ese amor tan sublime me uniera a un hombre de alma pura, sensible, capaz de comprender mi fragilidad a través de la suya, de amarme de esa manera que merezco y merece, capaz de darme su amor con la fuerza del fuego sin quemarme, sin abrasar mi alma delicada y sutil, pero con un poder tan descomunal que nos elevara hasta las dimensiones más altas... Sería un amor que nos envolviera en magia, que nos mantuviera en un eterno enamoramiento, en un mundo creado por nosotros, envuelto de fantasía, una fantasía hecha para los dos, donde todo fuera sólo nuestro. Deseaba que con un beso suyo cualquier problema se esfumara, que los conflictos desaparecieran, que pudiéramos hallar ese rincón sagrado donde nadie pudiera alcanzarnos.
    Por las noches, suelo salir a mi terraza para observar las estrellas, con la añoranza en mis ojos, con la pena de no haberle encontrado, con el clamor de mi alma que se desespera y con el pensamiento cruel de mi mente que me repite que ya el tiempo se acaba, que se me han escapado muchos años entre las manos, que me iré de aquí sin haber podido ni tan sólo rozarle.
  • ¿Y por qué crees que no vas a encontrarle? Yo también ando buscando, niña fantasía, tu buscas el amor puro y yo a mi luna perfecta, lo interesante de ello es tener la ilusión de esa búsqueda y creer que obtendremos el resultado que deseamos. No te cierres las puertas antes de tenerlas ante ti.
  • Puede que tengas razón, sin embargo, creo que ya no puedo buscarle más...
  • ¿Por qué? ¿Acaso ya no le amas?
  • Sí, más que nunca, le amo sin saber quién es, sin conocer su nombre, sin haber visto su rostro frente a mí, sin haberle acariciado nunca... Pero me han robado mis sueños, los han ultrajado, los han pisoteado...
  • ¿Qué te ha ocurrido para que digas eso?
  • Me di cuenta de que realmente vivo en una fantasía...

Ella no pudo contener sus lágrimas al escribir aquellas palabras, no quería creer que todo era sólo imaginación, deseos, fantasías... Necesitaba recuperar la fe en sí misma, necesitaba confiar de nuevo y creer en el ser humano y en su capacidad de amar con pureza. Las letras se volvían borrosas frente a ella pero estaba decidida a continuar la conversación.

  • Percibo en ti una amargura dulce que te está embriagando ahora mismo, ¿no es así pequeña princesa?
  • Eres muy amable conmigo, ¿sabes?, te lo agradezco.
  • Igual que tú lo has sido siempre conmigo :-)
  • Bien, es cierto. :-)
  • Pero sigue con tu historia, no la dejes a medias, yo sigo leyéndote.
  • Sí. Lo que ocurrió es que poco a poco fui descubriendo que las personas nos ocultamos bajo una máscara, cada uno elige cómo es ésta. Algunos se disfrazan de prepotencia, otros de sobervia, otros de dulzura, otros de aflicción, pero todos tienen algo en común, se sienten vacíos por dentro, buscan algo más, aunque no sepan qué es, pueden sentirse miserables, fuera de lugar, haciendo algo que no les agrada o que les hace sentir mal, casados o unidos con alguien a quien no aman, temerosos de emprender una vida con la libertad de decidir lo que realmente desean. Hipotecan sus vidas a cambio de la comodidad que les ofrece la estabilidad emocional de una pareja, o de un trabajo, o de una situación, pero no son felices y se buscan a sí mismos fuera de sí mismos.
    Viendo lo que el mundo me ofrece, viendo a las personas que lo habitan, ¿cómo voy a hallar mi fantasía? ¿cómo, si todos están ocultos bajo sus máscaras impenetrables? ¿Cómo, si la transparencia de mi alma ni siquiera conmueve el alma de esa persona al estar inhabilitada para poderme ver a través de su propia máscara?


He aprendido que aquellos que viajan con su máscara ser reúnen con personas con el mismo tipo de máscara, o con un antifaz que les complemente de alguna manera.

Yo viajo desnuda, hace tiempo que dejé de disfrazarme, sin embargo, estoy segura de que ese hombre no sabrá ver mi corazón, porque estará ocupado por un amor basado en la ficción que el ser humano representa en este escenario grotesco. Además, no soy exteriormente hermosa, y sin máscara, sin belleza corporal, no soy una mujer deseable, ni tampoco atractiva, ni soy una muñeca retocada con el artificio de la falsedad que inventó esta comunidad de seres humanos que tanto les gusta interpretar funciones.

Al descubrir esto, me rendí ante la evidencia de la gran dificultad que se cernía sobre mí para unirme a mi verdadera pareja, ese ser que nació para mí, y para el cual nací yo. Sin disfraz no soy nadie en este mundo de teatro... No puedo seguir haciéndome ilusiones, él no me reconocerá...

  • Vaya, pues tal vez tu rostro no sea como el de esas mujeres de las que hablas, pero tu alma es de una belleza inigualable... Además ¿te das cuenta de que tu fantasía es tal cosa para ellos, pero que su mundo lleno de disfraces y teatro es para las personas como tú pura fantasía, verídica ilusión? Este mundo es sólo un espejismo, y tú eres una persona capaz de verlo, pero no eres la única, créeme.
  • Tal vez, ¿pero cómo voy a llegar hasta mis sueños si otros se empeñan en robármelos? ¿cómo voy a alcanzar ese amor que ansío si él juega al juego de la mentira de esta quimera?
  • Confiando...
  • No puedo más confiar, estoy derrotada, vencida...
  • Yo sigo buscando mi luna, aunque ya sabes que eso no me impide bailar al ritmo de la danza de esta sociedad inventada. Haz tú lo mismo.
  • ¿Qué quieres decir?
  • Que vivas, que sueñes, que ames, que viajes, que dances, que te muevas entre ellos como uno más, jugando a su juego, pero siendo consciente de que todo es una ilusión.
  • Tal vez tengas razón y deba dejar ya mi terraza, tal vez deba salir ahí fuera para ver más allá de lo que puedo ver desde aquí...
  • Claro que sí, princesa, hazme caso, disfruta del mundo que te rodea, si ese amor tiene que llegar a ti, se acercará por su propio paso, si existe, te encontrará y te verá. Yo busco mi luna, tu buscas tu sol, estoy seguro que os reconoceréis al igual que sé que a mí me pasará igual. No te rindas, si lo haces serás tú quien no será capaz de verle a él.
  • Hoy hay un eclipse de luna, ¿lo sabías?
  • Sí.
  • ¿Puedes quedarte conmigo para verlo?
  • Por supuesto, preciosa amiga mía.

Pasaron la noche hablando sobre la luna, el eclipse y el amor, bajo el anhelo de sus amores buscados, escondidos, ataviados bajo los atuendos de seres dormidos en un mundo donde todo es un sueño en sí mismo, un mundo donde todos se mueven como marionetas sin saber que tienen el poder de cambiar sus vidas cortando las cuerdas que les manejan, que les limitan y les impulsan a vivir amores ficticios, amores basados en la atracción sexual, mental o tal vez en la soledad común de ambos, esa soledad que les conduce a descubrir las equivalencias personales y a afianzar la complicidad bajo la excusa de sus similitudes y de sus necesidades no cubiertas.

Eva Bailón

miércoles, 16 de octubre de 2013

MI SOMBRA...DOLOR

En ocasiones, cuando despierto por la mañana, una terrible sensación de tristeza me invade sin motivo aparente. Es como si ella viniera a darme los buenos días, con su expresión melancólica, con su atavío indeleble, colmado de dolor, un dolor que no entiendo en ese momento.
Abro los ojos y sólo quiero llorar.
Un tremendo miedo me inunda el corazón, me estremece, me sacude el alma.
Me pregunto entonces por qué me siento tan vacía, tan enormemente desdichada, si todo está bien, si todo marcha como ha de ir, si todo a mi alrededor sigue siendo como siempre.
Entonces, en mi desahogo, me doy cuenta de que deseo salir allá afuera, olvidarme de todo, recorrer el mundo, sin temor, ir al mar, quedarme horas observándolo, escuchando mi música con mis auriculares, en silencio, sola, acompañada únicamente de la cálida brisa que se respira en la playa...
Deseo descalzar mis pies, caminar por la arena, bañarlos en las espumosas olas tranquilas que bailan al son del viento, y después sentarme frente a ellas para dejar pasar el tiempo entre mí, conmigo...
Pero sé que eso no es suficiente. A veces no comprendo qué es lo que me está ocurriendo y, en mi deseo de huir de mi desesperación intento alcanzar lugares que me hagan sentir arropada, comprendida por mí misma, compensando mi exquisita sensación de desamparo, de soledad, de amargura...
Nunca me gustó compartir estos momentos en los que estoy hundida en mi dolor, siempre los oculté, los viví conmigo misma, porque es inútil intentar que otros te puedan ver por dentro y puedan comprender lo que estás sintiendo...¿Para qué compartir el dolor?...


- ¿Qué te está ocurriendo, mi querido Yo pequeño? -susurra mi  Espíritu.

- No lo sé. Me siento como un vagabundo caminando solo por este mundo inhóspito, desenredando los hirientes lazos que hay en su alma con las ilusiones de lo que nos ofrece un mundo banal, pero al mismo tiempo rodeado de belleza. El mar es mi aliado en los momentos en los que vuelvo a ser un mendigo que llora, un mendigo que ya no pide la limosna del amor, o de la comprensión, un mendigo que sencillamente intenta abrazarse y alimentarse de lo que su propia alma emana.

- Tal vez deberías analizar con tu corazón lo que estás sintiendo...

- Sí, tal vez. Me pregunto, cuando estas sensaciones me invaden de repente, si no estaré sintiendo algo que no es mío, tal vez la tristeza de esas personas que sufren por las trivialidades de la vida, problemas que aquí, en este mundo terrenal nos pueden destruir.

- Es bastante lógico, teniendo en cuenta tu capacidad de sentir el dolor ajeno, tú sabes perfectamente conectar con los demás, has descubierto que todos estamos conectados por una inmensa red que transmite la información de lo que somos y de lo que sentimos. Piensa en cómo puedes salir de este estado tan sombrío, y piensa que su tristeza también es la tuya, hace mucho tiempo que una herida no acaba de cicatrizar en tu alma.

- No sé salir. Sólo sé que el dolor es punzante, que me sostiene y retiene en un pozo oscuro, y que estoy a punto de desvanecerme en el olvido de mí misma, deseando desmayarme en el sueño para no seguir más tiempo en este camino en el que la desilusión se hace presente cada vez que toco fondo, cada vez que me separo de mí misma...

- Temes a la vida, vives con miedo, a pesar de que ya sabes que si no sales ahí fuera y te enfrentas  a él, si no saltas al vacío pase lo que pase, siempre estarás atada a ese temor, y nunca serás del todo quien eres. Primero debes conocerte a ti misma, eso ya lo has aprendido, pero luego debes pasar a la acción, actuar, dejar de esconderte y ser, existir, vivir...

- Sí, mi querido Espíritu, yo abrazo al miedo cada vez que se me presenta frente a frente para paralizar mis pasos, pero necesito una ilusión que me de las fuerzas para seguir adelante...

- Pero la ilusión está en ti misma, recuerda qué es lo que te alimenta el alma y sal ahí fuera a buscarlo.

- Deseo pintar en un lienzo lo que mi alma grita, deseo cumplir lo que tanto tiempo quise hacer y no hice, tú sabes que dentro de mí hay un ser creativo, que anhelaba ser artista, pintar cuadros, diseñar un mundo basado en su propio mundo, dibujar, tocar el piano, vivir cerca del mar, escribir ese libro que no acabo nunca, disfrutar de la música y de la belleza de este planeta...

- ¿Y a qué esperas para empezarlo?, ya llevas mucho tiempo retrasando tus sueños por miedo...

- Cierto, pero es que ya no tengo edad para ponerme a estudiar bellas artes, ni tampoco para aprender a tocar el piano, ni tampoco tengo medios para irme de aquí y vivir en esa casa cerca de la playa, con mi buhardilla, donde soñaba que pintaba, escribía y tocaba mi propia música en mi piano blanco, ya no puedo conseguir eso, se me acaba el tiempo...

- Imagina que vas a morir dentro de un mes, ¿qué harías con tu vida?

- Vivirla al máximo, imagino.

- Tienes que vivir tu vida como si cada día fuera el último, ama, vibra, siente, entrégate a lo que deseas, no llores más y sal ahi fuera, vístete de ti misma, deja ya de sobreprotegerte, no temas al dolor, si no arriesgas no ganas, si temes sufrir no podrás conocer la felicidad...

La conversación con mi Espíritu, con mi Yo superior, me ayuda y me ofrece la posibilidad de reinventarme, de abrir mis alas definitivamente y volar, pero este mundo me ata tanto... Salgo a mi balcón, el sol baña de colores los árboles que hay frente a mí, las casas que rodean mi edificio parecen especiales bajo la luz otoñal de este sol tan luminoso, el parque, vacío, parece invitarme a que emerja de mi dolor y pasee para desenredarme de esta tristeza absurda, pero tan dolorosa que hay en mi corazón...

Y es que, no soy inmune al sufrimiento, a la angustia, al miedo, convivo con todo ello, aunque siempre me baño en el optimismo de mis sueños, los cuales persigo y busco, aunque no exenta del temor de que se desvanezcan ante mí como un espejismo...

Es tan difícil expresar esta sensación de esclavitud de mi alma, este sobrecogedor desaliento, este agotador sentimiento de renuncia de lo que soy, no quiero huir de mí, amo lo que soy, amo quien soy, sin embargo, aún quedan resquicios de mi desamparo en este planeta donde nací.
Siempre sentí que haría algo importante, pero que no lo haría sola, ya el anhelo me ha vencido, me destroza, me destrona de mis propias fuerzas, que ahora me faltan para seguir caminando...

Pararé, descansaré, beberé de mi sabiduría interior para recobrar ese paso lento que emprendí para liberarme de las mentiras que nos rodean, pero ahora, hoy, adormecida por este llanto interno, voy a darme un respiro, y voy a atravesar esa puerta que hace mucho tiempo debí cruzar, aunque al hacerlo tal vez ya no haya nada, ni nadie esperándome...

Arael...

martes, 15 de octubre de 2013

APRENDIENDO A AMAR Y A SER LIBRE



Ayer por la noche, después de mi rutinaria clase de baile, tuve una charla muy especial e interesante con dos buenas amigas mías.
Observando los detalles de la conversación, pude volver a llegar a la conclusión a la que llego siempre cuando indago en el interior de los seres humanos que he ido conociendo. Todos buscamos el amor en nuestros amigos, familiares, parejas…
Eso es algo evidente, pero lo que la mayoría no conoce es el verdadero significado de lo que busca, ese amor real, invencible, inconmensurable.

En todo este tiempo de despertar que he ido experimentando, mi alma me ha ido mostrando los detalles de lo que somos todos en realidad, porque todas las almas en esencia son amor, pero nuestra existencia como humanos nubla nuestra capacidad de ver más allá de lo que nuestra mente dictamina.
Nos hemos criado en sociedades cuyas normas, en su mayoría, nos enseñan que no debemos dejarnos llevar por los sentimientos, por las emociones, por el corazón, tildando de negativas ciertas emociones y de positivas otras de ellas, lo cual también nos ha obligado a vivir en un mundo donde la dualidad se ha hecho presente con más fuerza, la polaridad nos está ayudando a aprender de los opuestos, pero todavía no hemos aprendido a no juzgar, a no cuestionar.

En la sociedad donde yo he crecido, ser interesante consiste en tener un buen puesto de trabajo, un estatus elevado, un físico hermoso y una fortaleza de hierro para abarcar cualquier problema que aparezca en cualquier ámbito de tu vida. Ser interesante quiere decir ser aceptado, ser un miembro más del clan, no ser interesante significa pasar desapercibido y permanecer en el olvido de los privilegiados.

Nunca quise pertenecer a la selecta secta de los favorecidos, por un lado porque detestaba su superficialidad y su soberbia, por otro, por mi insuperable sentimiento de inferioridad, heredado en mi inconsciente por diversos motivos, ancestrales y kármicos.

Siempre creí en la existencia de la reencarnación debido a mis propias experiencias, las cuales sólo podía explicar a través de esta teoría en la que las almas van renaciendo en diferentes cuerpos para aprender a vivir.
En mi infancia más temprana, sueños colmados de recuerdos bombardeaban mis noches. Siempre ante una casa de lujo, situada en un paraje sin igual, rodeada de un bosque espeso con caminos llenos de una belleza extraordinaria, que conducían a un lago donde me escapaba para respirar su indescriptible magia. Una mansión que era mi hogar, aunque por aquel entonces aún no conocía toda la historia que entrañaban aquellos recuerdos.
Hoy sé cuánto amé y cuánto sufrí en aquella vida recordada desde hace tanto tiempo…
Nací buscando a alguien que perdí, o al menos ese era mi sentimiento, mi sensación, alguien que me amó y a quien amé en aquel recuerdo borroso que en mis sueños se aparecía como un fantasma.
No es fácil vivir sabiendo que buscas a alguien desde tan temprana edad, ese hecho me hizo sentirme perdida durante muchos años en un lugar que no reconocía como mío. Mis padres para mí eran dos desconocidos a los que amaba porque ahora me tocaba ser su hija, pero no hallaba a mis seres queridos, no estaba en mi país, no estaba en mi casa, sin embargo siempre me repetía lo mismo una y otra vez, con tal sólo cinco años en mi mente y en mi corazón tenía la certeza de que “la vida es un sueño”. Sentía que cuando despertara regresaría a casa, con mi verdadera familia. Sin embargo él no estaba, tenía que encontrarle, pero no sabía ni siquiera cómo buscar.

Todos deseamos hallar ese amor verdadero que nace del corazón, pero no nos damos cuenta de que no sabemos sentir con el alma, y nos enamoramos de mente a mente, por necesidades compartidas, por inquietudes comunes, por atracción de los cuerpos y las mentes, por programas inconscientes que nos empujan a establecer relaciones repetitivas con el objetivo de aprender y sanar a nuestro clan familiar, o por lazos álmicos establecidos en otras vidas donde ya se creó una relación amorosa con esa persona, aunque no sea la que realmente estás buscando.

En mi caso, buscaba el amor y recordaba a alguien a quien había amado y perdido, pero este mundo nos confunde, nos arrastra hacia el abismo de las creencias impuestas por una masa crítica, un gran número de individuos creyendo que todo debe ser de una manera establecida, un grupo de seres humanos que deciden en qué deben creer el resto, un colectivo de hombres y mujeres que crean y otros que creen en lo creado, y que van hacia ese precipicio pensando que es el mayor bien para ellos y que la vida es así y hay que aceptarla con resignación.



Siempre me revelé contra todo eso, pero descubrí que luchar contra ello no era más que una manera más de darle fuerza a lo que censuraba. Así que, me rendí, el miedo me ganó la batalla. Por un tiempo me perdí de nuevo, intentando recuperarme a mí misma una y otra vez, sumida en un cenagal de ideas ajenas a lo que yo era en realidad, abandonada a la opinión colectiva de lo correcto y lo incorrecto.

Me negué vivir, me entregué cabizbaja a lo que parecía mejor para mí.
No me arrepiento de mis decisiones, todas ellas me han llevado a este camino que he ido recorriendo, pero lamento haberme rendido en la búsqueda de mi verdadero amor, ante la convicción de mi mente de que sólo eran sueños imposibles lo que yo sentía desde lo más profundo de mi alma.

Los seres humanos siempre acabamos renunciando a nuestros sueños porque otros nos los roban con afirmaciones en las que nos acusan de soñadores insulsos, de inocentes e ingenuos que van en busca de un imposible.

Hoy, ante todo este conflicto crítico que nos rodea, muchos están despertando de lo que ha sido una total sumisión, un letargo que nos ha mantenido en una mentira vivida como cierta.
Parejas que se separan al darse cuenta de que estaban juntas porque se necesitaban para cubrir sus carencias afectivas, sus visiones de un futuro establecido por unas normas sociales grabadas a fuego en sus memorias colectivas… ahora, buscan a su otra mitad…su verdadera pareja.
Sin embargo, sólo cuándo los programas anclados en sus inconscientes se borren, sólo cuando sean capaces de sentir lo que su alma les dice, sólo cuando aprendan a hablar con el lenguaje del amor de su espíritu puro, sólo cuando deseen amar desde su corazón, desatados de la necesidad de ser amados, podrán experimentar su transformación interna, podrán conocerse a sí mismos y podrán, por consiguiente, descubrir a su otro yo en el cuerpo de otro ser humano. Amar a tu otra mitad es algo sagrado, no esperas que te ame, sencillamente le amas, no buscas su reconocimiento, sencillamente le reconoces, no necesitas que sea como tú, que sea físicamente atractivo o atractiva, que tenga un buen puesto de trabajo, que sea del sexo opuesto, que tenga tu misma edad… En realidad, tu otra mitad aparecerá ante ti justo cuando seas capaz de verla más allá de su aspecto, más allá de su vida aquí en este lugar, y eso sólo se logra cuando aprendes a mirar con los ojos de tu alma…

No es tarea fácil…la mente siempre quiere intervenir, pone excusas, impide que puedas ver a esa persona que está frente a ti, juzga, impone sus normas… por eso, es indispensable saber conectar con tu yo más elevado, con tu corazón, con tu alma, con tu ser…

Aprender a ser tú mismo, a amarte, a verte a ti mismo, a ser honesto contigo mismo, liberándote de las cadenas del miedo, es el camino para el reencuentro de tu alma gemela, pero también para el reencuentro con quien tú eres realmente, más allá de tu profesión, de tu estatus, de tu nombre y apellidos, más allá del papel que has venido a interpretar en este teatro, escenario de aprendizaje y de crecimiento…

El ser humano ha olvidado lo que es amar de verdad, tal vez nunca lo supo, pero ha llegado el momento de aprender a amar y a ser libres...

Arael….


lunes, 14 de octubre de 2013

EVOLUCIONAR

En este caminar lento y seguro que he ido creando, he ido aprendiendo a desenredarme de la amargura que me produce vivir en un lugar tan arduo y tan banal. Las personas aprendemos a disfrazar nuestra verdadera esencia tras la máscara de la hipocresía, pronunciando la palabra amor sin conocer su verdadero significado…
He sido víctima de mi desasosiego, de mi propio temor a enfrentarme a lo que yo denominaba “la selva de piedra”, mi ciudad, donde siempre me identifiqué como un inocente animalillo inofensivo frente a miles de fieras dispuestas a devorarme para poder poner de manifiesto y por encima de todo, o todos, sus creencias e ideas superficiales, fútiles, carentes de sentido para mi alma despierta y extraña bajo sus acusadoras miradas.

Observaba los árboles del parque que había bajo mi ventana, los amaba, deseaba ser como ellos, libre, aunque pareciera algo contradictorio, dada su condición enraizada en la tierra, sin movilidad supuesta, sin mente, sin lenguaje verbal, y sin embargo, en libertad para danzar con el viento, para no tener que ser lo que no son, para no fingir ser algo que no desean ser… Ellos eran árboles, sin más, sin tener que luchar por ser aceptados en una sociedad de ineptos que tan sólo valoraban la idiosincrasia de la clase humana más decadente e irrespetuosa con la verdadera naturaleza de cada ser, descomedida incluso con la vida misma, y consigo mismos…

¿En qué momento el ser humano perdió al ser humano?...

En aquella isla de ideas en la que me sumergía para no aceptar lo que me rodeaba, escribía en mis cuadernos todo lo que mi alma me dictaba, en largas y extensas charlas conmigo misma, para lograr comprender quién era yo y por qué no me podía adaptar a todo aquel teatro que se desplegaba día tras día en mi vida cotidiana.

La amargura era la reina de mis jornadas.
Mis amistades me mostraban insignificancia absoluta ante todo, nada resultaba intenso, profundo en ellas, todo se enfocaba hacia relaciones vacías, sin ningún sentido.
Entre ellas, yo sólo era una especie de rareza que intentaba pertenecer a un grupo en el que no lograba encajar.

Creí sinceramente que algo estaba fallando en mí, tal vez mi tristeza era producto de algún pasado no recordado, o de alguna de esas vidas ya vividas con anterioridad en la que, tal vez, habría perdido a alguien, o habría sido muy desdichada…

En cierto modo era así, el anhelo por mi  otra mitad se hacía palpable en cada una de las posibles parejas que podía tener, siempre le buscaba y nunca le encontraba. 

Así, mi sufrimiento no sólo se enfocaba en la disparidad entre el mundo que veía y mi alma perdida y desorientada ante tanta nimiedad y tanta injusticia, sino que además me sentía en la más absoluta soledad, sumida en el abandono de quien debía ser mi amado protector, mi otro yo, mi parte masculina, que percibía encarnado en este mundo, al que llamaba para volver a sentirme en casa, a salvo, pero sin hallar respuesta…

Fueron muchos los pasos que di en mi camino hasta llegar a disolver la amargura, la rabia de sentirme rechazada, el dolor por la falta de resguardo y el abandono que se cernían sobre mí ante la ausencia de mi alma gemela, la incomprensión de lo que me envolvía, esta sociedad insulsa que carece de coherencia alguna. Andar sola por este mundo, no conocer a nadie con mis mismas inquietudes, no tener a quien explicar lo que mi alma callaba, era muy difícil para mí. 

Lloré y lloré, pedí volver a la fuente, a casa, pregunté por qué había nacido en este lugar, por qué aquí, por qué tenía que vivir en una tierra donde nadie era como yo. Mi dolor me hacía desear morir, marcharme, renunciar, me sentía abandonada, sola, olvidada...



Pero las respuestas fueron llegando…

Llegaban en forma de frases cortas, palabras que me ayudaban a creer, a tener esperanza, palabras que mi corazón entendía…
A las voces que me consolaban las llamé “guías”, porque me contestaban con sabiduría a todo lo que me inquietaba y me guiaban en mi vida de una manera muy sutil, pero muy acertada.
Un día, uno de esos en los que parecía que todo se había tornado negro y que no habría salida alguna, lancé un grito de auxilio. Allí apareció algo que no esperaba, un invisible ser que comenzó a hacerme sentir protegida y amada, un ser que inició una etapa conmigo en la que me cuidaba, me escuchaba, un ser que me prometió que un día, muy lejano en aquel momento, nos conoceríamos físicamente. Yo no le creí.

Hoy, la evolución de mi ser ha transitado por muchísimas fases y procesos, son veinticinco años de aprendizajes, más o menos conscientes, de conexiones con el otro lado del velo, de adaptaciones a nuevas situaciones, metamorfosis lentas que me han llevado a lo que soy ahora.

Ya no hay amargura, hay amor, ya no hay separación, hay unión, pero he tenido que sufrir durante mucho tiempo para darme cuenta de que no hacía falta sufrir para entender este mundo, que sigue siendo insulso, pero que lo es porque está sumido en un profundo sueño del que por fin muchos van despertando…

De alguna manera, yo vivía en un sueño colectivo y me percataba de que algo extraño estaba sucediendo, por eso no conseguía adaptarme. Hoy, ya despierta, puedo darme cuenta de que estoy en un sueño y que puedo crear lo que yo quiera…

Evolucionar,despertar del sueño profundo, transformarse, ese es el destino de esta humanidad, sin evolución no hay un lugar para el hombre primitivo que existe todavía, sin evolución hay decadencia absoluta y destrucción, evolucionar es nuestro futuro…

Arael…

sábado, 12 de octubre de 2013

CONVERSACIÓN CON MI YO SUPERIOR

En ocasiones me encuentro ante mí misma divagando, intentando descubrir aquellos misterios que mi mente me oculta deliberadamente, enfrascándome en la melancolía y en la falta de entendimiento, en la incoherencia y la desesperación por conocer los motivos de todo lo que me acontece.  Es uno de esos días en los que me hago mil preguntas desde mi mente esquemática y metódica, racional y lógica, uno de esos días en los que el corazón habla sin parar, contestando cuestiones que preocupan a ese yo mental que me martiriza con sus argumentos ávidos por adelantarse en el tiempo para hallar soluciones que están todavía en proceso.

Cuando eso ocurre, mi alma mantiene la calma, conecta con ese yo más elevado que vive en otras dimensiones y responde paciente a esas inquietudes.

Aparece  así mi espíritu en forma de mujer, femenina, dulce, engalanada delicadamente con un vestido de seda blanco, volátil, envuelta en magia, en luz. Sus cabellos oscuros ondulan y se deslizan sobre su espalda hasta llegar a su cintura, su mirada serena transmite paz y eternidad, su sutileza expresa su infinita sabiduría, su imagen parece más la representación de un ángel que la de quien soy yo misma, pese a tratarse mi Ser en mi presencia.
Y entonces mi voz rompe el silencio para hallar el consuelo de la conciencia de mi corazón…

-  Dime alma mía,¿ por qué me encuentro en esta situación?

- Querido yo, mi pequeño yo encarnado, esta situación es la que tú escogiste entre las infinitas posibilidades que el universo tenía preparadas para ti. Decidiste ser libre, desatarte de una circunstancia que no estaba en coherencia con tu corazón,  fuiste honesta contigo misma, con los implicados también, y las cadenas de tu mente inconsciente se fueron disolviendo hasta que comenzaste a caminar sola hacia el destino que tú misma decidiste forjar, un camino que deseabas emprender sola, para crecer, para hacerte más fuerte, para ser más valiente y para hallar el verdadero amor, ese que se siente solo en el corazón y en el que la mente no puede intervenir.

- Si es así, mi Ser, ¿por qué aún no ha aparecido ese amor?

- Te equivocas, esa pregunta es una mentira en sí misma, ese amor nació en ti, porque eres tú misma, el amor vibra en ti desde siempre, pero has tenido que andar por un largo sendero, tortuoso, en el que te has ido perdiendo y encontrando a través de los diversos escenarios que se te han ido presentando en este teatro que la humanidad ha creado.  Tu vida ha ido transcurriendo de capítulo en capítulo, y en cada uno de ellos has ido sembrando tu futuro, buscándote a ti misma, adentrándote en una metamorfosis profunda  y lenta que te ha llevado a convertirte en lo que ahora eres, una transformación que todavía continua. Tú decidiste cambiar, tú emprendiste esta ascensión individual, una ascensión hacia la elevación de tu alma, para que ésta evolucionara, para desabrochar los botones que te anclaban a los patrones sociales que te esclavizaban y tanto te molestaban.
Si en tu pregunta me estás pidiendo que te diga dónde está ese ser cuya energía se acopla a la tuya de manera perfecta y completa, sólo podré decirte que siempre estuvo a tu lado, porque en su búsqueda consciente y también en la inconsciente, te halló en otros niveles, en otros planos, y te halló en la inexistente distancia que el ser humano se empeña en crear. No hay distancias, no hay separación, él siempre te ha sentido en su alma, igual que tú le has sentido a él en tu corazón. Así pues, siempre estuvo aparecido, nunca desaparecido.

-      -    Entonces, Ser, ¿por qué me siento tan abandonada?¿Por qué me embriaga esta tristeza cuando mi deseo de abrazarle me ofrece una realidad impalpable?



-        -  Porque tu mente sigue viendo la vida de una manera incompleta. Si pudieras lograr ver más allá de lo que tus ojos físicos ven, conectarías con él aunque estuviera a miles de kilómetros, sentirías su miedo, su amor, su tristeza, su alegría, estarías en contacto con él permanentemente. El abandono es un sentimiento que trasladas a tu alma gemela, pero ella nunca te abandonó, sin embargo, tu mente primitiva, tus emociones más primarias, te hacen desembocar en un mar de carencias provocadas por hechos que en realidad no tienen nada que ver contigo, con lo que tú eres en realidad y en tu totalidad, pero que tú escogiste para aprender y para sanar heridas que se produjeron en el alma que reencarna durante otras vidas ya vividas.

-        -  No entiendo, ¿qué diferencia hay entre esa alma mía que encarna una y otra vez y mi Ser?

-       -   El alma es una parte de ti que toma forma de cuerpo físico y que, por tanto, necesita un ambiente material para moverse, para aprender, para crecer, para sanar, en definitiva para vivir y experimentar. El Ser eres tú al completo, no estamos separados, somos un solo ser, alma y espíritu, pero cuando el alma está encarnada olvida la capacidad que tiene de conectar con el resto de sí misma, parte de ella que vibra más alto, y por tanto vive en una dimensión más elevada donde todo ocurre en tiempos muy diferentes a lo que la mente humana puede captar.

-     -     ¿Y no puede vivir esa alma fuera del cuerpo?

-        -  Sí, claro que puede, pero su función es la de aplicar los conocimientos teóricos del espíritu a la práctica de manera material para después devolver más sabiduría a su propio Ser. El alma es como un estudiante que está en prácticas en un planeta que le ofrece todo cuanto necesita para experimentar y crecer. Después de realizar ese aprendizaje práctico, esa sabiduría queda grabada en todo su Ser. Reencarna para ir “aprobando” diferentes asignaturas, hay mucha sabiduría teórica que se debe convertir en algo práctico. El Ser sabe muy bien cuáles son las leyes de la espiritualidad, de la realidad cuántica que nos envuelve, leyes basadas esencialmente en el amor, pero el alma debe traer esa sabiduría a este plano físico, y todavía está aprendiendo a hacerlo. Estamos en un momento muy especial para poderlo llevar a cabo, el alma busca siempre, pero la mente se interpone porque los seres humanos han permitido que la computadora gobierne por encima del usuario, es decir, mente por encima de corazón o alma. El alma desea despertar, pero antes debe aprender a manejar a la mente, pues ésta genera una energía muy potente llamada emoción, la cual puede alterar la percepción e interpretación de la realidad de la persona, e incluso puede cegarla tanto como para crear realidades nocivas para ese individuo, llevándole en muchas ocasiones a enfermarse.

-          -Entonces, ¿esta realidad no es real?

-         -Sí y no. Existe una realidad creada de manera colectiva por una red de pensamientos que provienen del inconsciente de la mente, una realidad que es palpable y que el individuo y el grupo creen que existe, dándole más fuerza y más credibilidad. La mente posee un gran poder creador, tanto a nivel grupal, como individual, lo que tú creas que es verdad, lo será, lo que un gran número de personas crean que es verdad, lo será, por eso creer en algo te da el poder de crearlo.

-       -   Y ¿cómo voy a saber entonces si lo que vivo es real o no?



-      -    Mi querido yo pequeño, todo es real, aunque esté creado por los humanos, aunque haya una realidad más allá de lo que la mente crea, lo importante aquí es ser consciente de que estás siendo co-creador de este mundo, ser consciente del poder de tus pensamientos, ser consciente de que puedes cambiar tú y de que puedes cambiar tu realidad. Esto es el despertar de la consciencia, un despertar progresivo que te ayuda a descubrir la gran responsabilidad que tiene cada individuo sobre su propia vida.

-       -   Y si esto es así, ¿por qué no podemos lograr cambiar el mundo?

-    -      El mundo no puede cambiar, pero tú sí, no intentes transformar lo que te rodea, será una tarea espinosa e imposible de llevar a cabo, transforma tu interior y tu mundo cambiará contigo. Este mundo global sólo transmutará cuando un gran número de personas hayan despertado y hayan mutado su realidad desde el amor puro, el verdadero amor del corazón.

-      -    Entonces, ¿lo que yo desee se hará realidad?

-         - No exactamente, lo que tú deseas es realidad, de ti depende que esa realidad se dé en este preciso momento.

-        -  Comprendo. Gracias por todo lo que aportas, querido Ser, gracias por guiarme, por mostrarme el camino.

-        -  Valoro mucho tu agradecimiento, pero debes saber que lo que tú decidas, lo que tú hagas en tu realidad, afectará también a mi realidad, por lo tanto, guiarte a ti también me beneficia a mí, pues tú eres mi una parte de mi esencia, así que yo también te agradezco tus preguntas.

Ahora debo irme, mi querida alma encarnada, sigue siendo tú, sigue desvelándote tus temores y sigue enfrentándote a ellos, alcanzarás todos tus objetivos, serás amada porque ya lo estás siendo y recuerda bien lo que te voy a decir ahora, tu camino lo haces tú, no escojas las piedras y los baches, pasea por los prados de tulipanes amarillos que ya has podido ver en tus sueños mientras dormías, ya sabes que los sueños son mensajes.

Y después de la charla con mi yo elevado, la serenidad me sobrecoge, me abraza y me adormece, y acogiéndome entre sus alas blancas, un ángel mece mi corazón y me regala la sabiduría y la certeza de que todo lo que deseo y anhelo ya está en mi presente...

Arael...

jueves, 10 de octubre de 2013

MI SOMBRA: TRISTEZA

En el silencio de la noche, cuando las estrellas me hablan de historias ajenas, de amores perdidos..., mi alma grita y me muestra lo que anhela con toda su fuerza.
Cuando ocurre esto, suelo salir al balcón para poder contemplar nostálgica la belleza nocturna, la luna, las luces de esta pequeña ciudad donde ahora vivo, lejos del bullicio de mi ciudad natal. Mis ojos contemplan ese cielo maravilloso, lleno de magia, de magnificencia, y es entonces cuando mi alma percibe con más claridad la existencia de esa otra mitad que me acompaña en forma etérica. 

Mi mente, colapsada por el profundo amor que nace de mí envolviéndome por completo, inexplicable, inherente a mí propia existencia, comienza en ese momento a suplicarle a mi corazón que le la lleve junto a su otra mitad, y afligida, contagia de su dolor a mi cuerpo entero, que sufre por su ausencia, ya tan prolongada en mi vida…
Una voz dulce que nace de mí, intenta consolarme con una frase, que se repite cada vez que conecto con la melancolía y la tristeza de su ausencia humana… "él está ahí afuera, tal vez contemplando ahora mismo este cielo estrellado, piensa en eso, piensa que este cielo os conecta, os une por unos minutos, porque tal vez esté recordándote y anhelándote como tú a él…"

Pero la tristeza está demasiado presente en mí…

Son muchos años de espera, muchos años de sueños, mucho tiempo recordando y amando profundamente a alguien que no conozco, alguien que nunca he visto, alguien que tal vez nunca me reencuentre, o que no me reconozca al mirarme…

Siempre había imaginado, con el afán de convertir mis visualizaciones en realidad, algo ingenuo por mi parte, pero que nacía de mi más sincero deseo de darle todo mi amor y de reunirme con él, que nos conoceríamos en alguna celebración o alguna conferencia que a ambos nos interesara, y que el reconocimiento sería instantáneo…

Sin embargo, la mente, que busca y ansía ese hallazgo, puede ser el primer obstáculo para ese reconocimiento mutuo…

Quizás uno espera que su aspecto sea de una manera determinada, o que su profesión sea una concreta, o que su vida haya sido más parecida a la tuya, y cuando pasa frente a ti no eres capaz de fijarte en su alma, sino en su estatus, en su carrera profesional, o en su apariencia física…  y eso confunde a la mente, pero no al corazón.

A estas alturas ya sé que la mente puede manipular al corazón temporalmente, puede conseguir que creamos que otra persona es nuestra alma gemela, pero eso sólo ocurre cuando hay, además de una atracción mental, una conexión álmica especial entre almas muy afines. 
Siempre creí en el karma y en los recuerdos que nuestra alma guarda bajo llave y que manifiesta en forma de intuición. Así fue como yo amé a la que fue a mi pareja, por nuestra profunda conexión álmica y porque decidí que no sería capaz de encontrar a mi alma gemela, que por aquellos tiempos sólo existía en mis sueños en los que me visitaba y me amaba.

Tantos años percibiendo que estaba en alguna parte…pero nunca aparecía…

Sentía en ocasiones el poderoso deseo de salir a las calles de mi ciudad para buscarle, porque sabía con total seguridad que podría reconocer su energía, su alma, pero en aquel entonces mis miedos eran demasiado grandes para una chica tan joven e inexperta de la vida. Con apenas quince años ya le buscaba, ya le oía llamarme, ya le llamaba…

La tristeza inundaba mi ser, la impotencia de no poder saber dónde estaba, y sentir su energía cerca, muy cerca, pero no lograr dar con él me consumía, me devoraba, y todavía en algún momento me desespera…



Sé que hay muchas personas en esta búsqueda tan especial, personas que sufren porque su alma gemela no les ha reconocido y no desean amarlas, personas que la han perdido, o personas que aún la buscan. Todas ellas sufren de esta enfermedad del corazón a la que llamo anhelo, y todas ellas han sentido lo mismo que yo.

A ellas, a cada una de esas almas a las que adoro, os muestro mi sombra, mi tristeza, no soy un ser especial, soy como vosotros, sufro, lloro, grito, me emociono al ver el mar, mi amado mar que tanto echo de menos, y pensar en esa alma mía, mi otro yo, que tanto he escuchado en sueños llamarme…



Creo firmemente en la conexión de almas, creo que si te dejas llevar lo suficiente por lo que tu corazón te dice, por lo que tu alma gemela te dice a través de sueños o percepciones, puedes dar con ella en este plano físico…

Así que dejo salir mi tristeza para que la emoción del reencuentro la sustituya, la acaricie, la consuele y la transforme de nuevo en esperanza, como cada noche que vuelve a visitarme bajo las estrellas, en mi soledad buscada…


Arael…