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Los relatos del blog están divididos en varios títulos genéricos que son "Reflexiones", donde hallaréis escritos espirituales y reflexivos, "Una mirada al Alma" donde podréis leer historias muy profundas de crecimiento personal, del alma, "El Romántico Obsoleto", que cuenta con relatos de humor, irónicos, historias de la vida cotidiana del ser humano, "Diálogos", que son como la palabra dice, conversaciones que suelen ser muy profundas y espirituales, y por último he publicado tres capítulos de una de las novelas en las que estoy trabajando "Alma Cristalina". Disfrutad con todos ellos y compartidlos si os animáis a hacerlo para ayudarme a difundirlos.

Gracias por leerme, bendiciones a todos.

jueves, 16 de febrero de 2017

LAS CONEXIONES DE ALMAS Y LAS DISTRACCIONES DE NUESTRA VERDAD



Hoy, gracias a una hermana del alma con la que estaba intercambiando audios, me he dado cuenta de algo sobre el tema de la llama gemela, algo que no me había planteado desde mi nueva perspectiva...

Se habla de la energía de la llama, y de cómo reconocerla, de ciertas sensaciones que pueden indicarte que estás frente a ella, pero yo me pregunto qué es lo que a cada uno de los que la han encontrado han sentido, si se parece a lo que se dice de forma genérica o si lo han experimentado con más de una persona en forma similar...

Hay algunas personas que me cuentan de conexiones muy potentes con más de una persona, teniendo o no una relación con ellas, y que la primera vez que sintieron esa conexión creyeron firmemente que se trataba de su llama gemela, sin embargo, luego apareció otra que les hacía sentir más intensa la conexión y la atracción y dedujeron entonces que se habían equivocado antes y que esta vez sí que se habían topado con su verdadera llama gemela, e incluso aparecer una tercera persona que las confundió porque también sentían energías muy especiales que les conectaban, y yo me preguntaba por qué tanta confusión o por qué tantas conexiones fuertes, a nivel energético y a nivel de amor y reconocimiento, y por qué todas parecen ser la llama gemela.




No hablo de gente que no sepa del tema, sino de gente que sí sabe, que es muy sensitiva, y que de igual forma han sentido estas conexiones bien reales.
Eso me ha llevado a la misma conclusión de siempre, pero desde una comprensión más profunda, la conexión con la llama gemela se puede definir de forma muy subjetiva según la experiencia de cada uno, sólo en el corazón uno sabe quién es, pero hay más conexiones de alma que se pueden sentir muy dentro y que pueden llevar a aprendizajes muy duros, limpiezas a nivel de creencias sobre el amor en pareja, o sobre uno mismo, que nos empujan a realizar un salto cuántico, pero también puede aportarnos paz interior y aprendizajes más tranquilos llenos de amor, y no siempre son la llama gemela, puede tratarse de almas gemelas o puede tratarse de pactos de amor, de alma, para ayudarse mutuamente a reencontrarse con su verdadera esencia.

Todas esas conexiones son recuerdos, reconocimientos, lazos de amor, pactos... y la verdad es que cuando todavía somos tan inexpertos en saber quiénes somos, más allá de lo que aprendimos a ser desde niños, podemos confundir muy fácilmente a nuestra llama gemela.

Lo que sí está claro es que el amor incondicional es lo importante, más allá de que lo experimentemos con esa alma que forma parte de nosotros, y que ese tipo de amor no se alcanza, se lleva dentro, pero hay que recordarlo, dejar que fluya y sacar de la mente lo que lo obstaculiza.

A estas alturas de mi camino interior, en estos momentos me planteo si yo tengo una llama gemela, la verdad es que la conexión que yo siento no es de este mundo, y no la veo como muchos describen, no la siento conectada a mí por la rueda de reencarnaciones, ni por atracción física y mental, no creo que haya vivido muchas vidas con esa alma en este planeta, sin embargo sí puedo decir con total certeza interior que la siento en mí en cada existencia que he tenido como ser, fractalizado o no, es decir, que siempre está en mí porque soy yo misma y no siempre eso ha significado que fuera mi pareja, y aún menos en la forma en que aquí se entiende lo que es una pareja. Eso sí, experimentar la unión como humanos podría ser interesante, precioso y único.

No hablo desde las emociones, hablo desde algo que está por encima de ellas, algo que no me causa dolor, sino paz, pues es lo que me dice mi alma, mi ser.

De todo el proceso que he vivido sobre la llama gemela, me quedo con que el amor hacia uno mismo es la clave para la felicidad, y que sólo a través de esa felicidad interior, esa paz sublime que se experimenta, ese amor que fluye de lo más profundo de uno mismo, se puede realmente compartir una vida con otra vida desde ese verdadero amor que anhelamos tanto y que se halla en nosotros, y que no es necesario que sea con tu llama gemela, aunque en algunos casos sí llegue a ser así.

Eso sí, también me queda claro que las relaciones con la llama gemela, las verdaderas relaciones en pareja que se puedan dar aquí en este plano de la existencia, son o serán relaciones de amor muy elevado cuyo requisito indispensable será que cada uno de ellos esté en una relación consigo mismo muy fluida e intensa, que se amen incondicionalmente y que sepan amar sin encerrarse en el amor del ego, expandiendo consciencia, amor, y emanando esa energía de sabiduría, amorosa y placentera que les caracteriza.

Desde el juicio y la crítica no se está en la energía del amor, y las verdaderas parejas de llamas gemelas nunca entran en el ataque o el reproche, saben escucharse, entenderse, sentirse y amarse más allá de la comprensión de nuestra pequeña humanidad, por eso, sólo si estamos en el nivel de la nueva humanidad, ese otro estado hacia el que nos dirigimos, el estado del ser, podremos experimentar esa maravillosa relación con nuestra pareja llama, aunque repito que también se pueden dar relaciones de pareja en ese nivel entre almas gemelas, almas afines..., al igual que con la llama, si ambos están vibrando en el amor que son.

Almas gemelas, llamas gemelas, almas compañeras, almas afines, pareja estelar, todo es posible, todo es válido, pero para que la unión perdure sólo puede asentarse en la base del amor hacia uno mismo, puro, incondicional, para poder entregarlo, para poder simplemente escoger sin miedo, sin necesidad, sin dependencia.

Luego están las misiones de vida, del alma, que no son exclusivas de las llamas, y que pueden ser complementarias a nivel pareja, así que esa presión de encontrar a la llama por una misión se desvanece cuando te das cuenta de que todo está bien, todo es perfecto como es, todo sucede en el momento adecuado y que tú llevas grabada tu misión en ti y en tu ser tienes todo lo que deseas o puedes necesitar, incluyendo la información de esa misión conjunta.
Si confiamos en la vida, en nuestro ser y nos accionamos desde éste, todo se irá dando en su justo momento.

Está claro que todos, incluso los más espirituales, hemos soñado alguna vez con un amor eterno, romántico y precioso, que nos lleve a sentir que esta vida es mucho más y que con esa persona has encontrado lo mejor de tu vida y que podría acabarse el mundo y no te darías cuenta si sólo pudieras mirarla a los ojos, pero en nuestro afán de encontrar ese ideal, perdemos de vista quién es realmente esa persona que energéticamente vino con nosotros, o no nos percatamos de que esa relación que tanto buscamos no es la que realmente anhela tu alma, y nos enfrascamos en historias que nos desconectan de nuestra verdad interior, enamorándonos desde nuestras creencias, aunque es posible que nos ayuden a enfocarnos hacia la sanación de lo que no somos, a través del dolor de una ruptura, o del ego en sí mismo, aun sin darnos cuenta de ello. 

Todo es válido en realidad, pero de nosotros depende estar atascados en el sufrimiento o avanzar mirando en nuestro interior.
 

Poco a poco aprendemos a amar sin dolor, sin sufrimiento, sin falsas expectativas, porque el juego del ego suele hacernos caer en una rueda de ilusiones que no tienen nada que ver con lo que somos, o con lo que hemos venido a hacer, y eso nos lleva a confundir espejismos basados en la proyección mental de lo que creemos que es la pareja perfecta, o el amor eterno, y distraernos de nuestra verdad.

No se puede forjar una nueva consciencia desde patrones antiguos envueltos en creencias limitadoras y obsoletas que nos han llevado a la desconexión con lo que somos, esos patrones deben ser reemplazados por otros basados en el amor incondicional hacia uno y hacia el otro, y para construir un nuevo paradigma debemos dejar el anterior a un lado y abrir nuestra mente y nuestro corazón.

En ello estamos...

Arael Elama...

jueves, 9 de febrero de 2017

ENTRELAZADOS

Las fantasías infantiles nos persiguen toda nuestra vida pues crecemos creyendo en cuentos de hadas y en príncipes y princesas encantados.
Sin embargo, dentro de cada uno, tenemos algunas certezas que, sin entender bien por qué, sentimos como reales, aunque a veces nos parezcan imaginaciones que rompen con el paradigma de nuestra mente.

Siempre me he preguntado si eso del alma gemela es real o es una mera ilusión, un deseo profundo de encontrar a una persona que encaje con uno de forma exacta, algo así como los sueños de la niñez donde todo parece perfecto y no existen los problemas.

Lo cierto es que la vida me llevó a cuestionarme esto a causa de algo que me sucedió y a lo que no lograba darle un sentido racional, y una intensa e inagotable fuente de amor en mi interior me conducía, aun sin aceptarlo, a una conexión energética, infinita, profunda, con algo que no sabía definir.
Enseguida mi mente empezó a elucubrar sobre amores eternos y hermosos, uniones de amor en pareja que eran como en las mejores películas de amor romántico, amores que se tenían que pelear, que tenían siempre que enfrentarse al mundo para estar juntos. La interpretación de esa conexión tan especial y diferente se decantaba por la relación de pareja enfocada más hacia lo humano y lo establecido en una forma de pensamiento que realmente no nos había llevado nunca a una verdadera unión con esa llamada alma gemela única, unida a nosotros.
La verdad es que esas uniones tan del alma no son fáciles, pero las únicas tormentas a las que se enfrentan provienen de sus propias limitaciones, de sus ideas sobre el amor preestablecidas, de su convicción inflexible de cómo tiene que ser una pareja y de cómo se tiene que amar.
No hay peor enemigo que uno mismo, pues la mente, cuanto más cerrada esté a cambiar y a adaptarse a nuevas formas de pensamiento, más interferencias crea frente al verdadero amor, sea con esa hermosa conexión o no.

Otra cosa que fui descubriendo es que, en nuestro afán de esa fusión que buscamos con esa otra alma, nos vamos tropezando con intentos y más intentos de ello, a través de relaciones en las que depositamos toda la esperanza de que esa persona sea ella o él, tratando de ver en su mirada a esa alma, atravesándola y convenciéndonos de que por fin la hemos hallado.
Y es que los que sabemos de ese anhelo de nuestra alma conocemos muy bien la sensación tan fuerte que se experimenta, esa especie de fuerza de gravedad que nos empuja irremediablemente hacia la energía que alberga esa persona, esa energía que es su ser, su alma, y aunque no sepamos ni siquiera dónde se encuentra, sentimos su llamada desconsolada, a veces desesperada cuando las emociones entran en juego, y su tácito deseo de que le reconozcas, de que le halles.
Entonces aún sientes más dolor, porque es como escuchar a un niño llorar perdido en un bosque y no lograr saber dónde está, por más que le busques, el llanto se oye por todas partes y no logras localizarlo en un punto exacto.
Tal vez la clave en que se dé ese encuentro tan esperado es que ambos dejen de sufrir por su ausencia y se enfoquen en sus energías, en sentir que están entrelazados, unidos, aun en la distancia, porque esas almas están siempre en unión, aunque sus cuerpos estén separados, incluso estando en distintas dimensiones, planos existenciales o incluso diferentes lugares en el tiempo.

Es cierto que todos somos uno, que procedemos de la misma fuente, es más, somos esa fuente experimentando, así como lo haría un sol extendiendo sus rayos hacia este planeta, pero también existen esas conexiones únicas que nos descolocan, algunas veces con almas con las que hemos tenido experiencias en otras vidas, o bien con almas que llegan a nosotros para acompañarnos en nuestro despertar y elevación de conciencia, enfrentándonos a nuestras creencias limitadoras, a nuestros conceptos obsoletos sobre el amor y la relación de pareja...
Sería interesante que aprendiéramos a diferenciar esas conexiones, porque, a pesar de ser muy fuertes y potentes, sólo existe una que es con tu propia alma, y con tu propio ser, y a su vez con aquel o aquella que lleve tu misma energía dentro de sí mismo, es decir, tu pareja energética, tu rayo gemelo o lo que algunos llaman alma gemela.
En realidad los nombres son lo de menos, lo que hay que comprender es el concepto, dos energías que son el mismo rayo en dos cuerpos distintos que se atraen con toda la fuerza del universo, pero que llevan consigo el verdadero amor tratando de emerger a través de la conciencia mental, depurándola, limpiándola de aquello que interfiere en el reconocimiento de uno mismo como  ser y a su vez reconociéndose también en en otro ser humano que es energéticamente su otra parte.
Muchos nos hemos equivocado al pensar que la habíamos encontrado, muchos siguen errados y empeñados en que prosiga una relación con esa persona, o comience, o permanezca, cuando realmente esa persona no es su alma gemela, sino una pieza clave para conseguir alcanzar la plenitud con su ser y así acercarse más a esa verdadera unión que nace de una consciencia más elevada. Para que se dé la unión con el alma gemela ambos tienen que estar en esa misma frecuencia y vibración mental, pues las almas ya son la misma energía.
Si no es tu alma gemela y la relación no funciona, es mejor soltar y dar las gracias por lo aportado, si lo es y no está preparada consciencialmente, es mejor soltar y darle la oportunidad de elevar su consciencia, pero sea el caso que sea, lo mejor es darse un tiempo para reconocer nuestra propia energía, nuestra verdad, nuestra esencia verdadera, limpiar nuestra mente, y tratar de percibir la energía de tu otra parte para seguir su rastro, amándola incondicionalmente, sin tratar de que evolucione rápido para estar contigo, sin buscar que termine una relación de pareja porque quieres que esté contigo, sin perder tu autoestima y tu respeto mendigándole amor. Llénate de ti, de tu amor hacia ti y tu pareja estelar, tu verdadera pareja, será atraída con más fuerza, el universo confabulará a vuestro favor y os unirá.
Cuando hay pactos de amor entre almas gemelas, pactos que implican el encuentro en este plano, uno lo puede sentir en su corazón como una certeza que la mente trata de desmenuzar y desacreditar, sin embargo, si cada uno hace la parte que le corresponde, depura su mente y se reencuentra con su verdadero ser en su interior, ese pacto sagrado se llevará a cabo y nada podrá detener el encuentro entre ambos, la unión y el amor que experimentarán será inimaginable.



Esos amores no se sienten sólo en lo emocional, o en lo mental, se sienten en lo energético, recorren tu cuerpo como ráfagas de amor intenso que conectan los chacras de ambos, se siente como si un huracán de sensaciones te sobrepasara e incluso puede asustar notar que su energía se apodera de ti y te atrae hacia esa persona sin saber por qué exactamente. Son relaciones en las que sientes cómo está el otro aunque no te lo diga, notas su estado de ánimo dentro de ti, su amor lo notas dentro de tu alma, y sabes con total certeza que te ama, haga lo que haga, no necesitas que te lo demuestre porque su amor te invade energéticamente. Sabes que puedes confiar totalmente en él o ella, la complicidad es increíble y sientes que estás en casa cuando le miras a los ojos, cuando le abrazas... Esas y otras experiencias indescriptibles son las que nos ayudan también a darnos cuenta de que estamos ante nuestra amada alma gemela, pero sobre todo, jamás nos hace sufrir, porque nuestro sufrimiento lo siente dentro como suyo y nuestra felicidad también.
Ni la fantasía más sublime se acerca a lo que son ese tipo de relaciones energéticas en este plano terrenal y quien tiene la fortuna de experimentarlo está viviendo un amor de otro mundo, un amor que debe expandirse para que todos recuperemos lo que somos y dejemos de sufrir.

Arael Elama.

viernes, 3 de febrero de 2017

EL ÚLTIMO PASO



Una terrible ráfaga de fuego se retorcía en su estómago, expandiéndose hacia su corazón como si tratara de agujerearlo y atravesarlo. Sus ojos se desperezaban y sus latidos lentos se estremecían al experimentar una mañana más aquel saludo hiriente, extravagante y absurdo que la envolvía sin conocer el motivo real.

Trataba de saber por qué estaba tan angustiada pero, al intentarlo, sólo conseguía incrementar aquel remolino, esparcirlo todavía más. Era como tener un agujero negro en su cuerpo, girando y girando y abriendo un portal de miedo y dolor que la absorbía y la transportaba a un estado de parálisis que la dominaba totalmente.

  • ¿Será esto un ataque de pánico? - se preguntó.

Sus temores estaban ahí, muy claros, pero había algo más, algo que se estaba apoderando de su voluntad, algo que no comprendía.
Recordó que si se concentraba tal vez lograría ver más allá en su memoria y podría descubrir de dónde procedía ese miedo tan poderoso.

  • Sólo cálmate, Valeria, tranquila, respira, tranquila...

Su cama era cómoda, reconfortante, era como un refugio donde se sentía a salvo. Hacía pocos años que la había comprado con su anterior pareja, pero ahora estaba sola, acompañada por aquel vacío que sentía removerse dentro de ella. Lo cierto es que no sentía miedo a estar sola, sin embargo, aquellas experiencias la atemorizaban, pues desconocía lo que significaban.
Después de respirar profundamente empezó a escuchar aquella voz, aquella voz masculina que siempre le susurraba palabras de sosiego a través del silencio de su habitación.

  • No temas, todo está bien, piensa eso, repítete eso.
  • Pero estoy muy asustada, algo se mueve dentro de mí, es como si el mismo universo se hubiera concentrado en mi estómago y en mi corazón, como si un agujero de gusano se estuviera construyendo desde dentro de mí, como si a partir de ahí algo estuviera emergiendo, traspasando el espacio y el tiempo, como si yo fuera un portal interdimensional, ¿me estoy volviendo loca?
  • No, claro que no, lo que te ocurre es que estás dejando ir el pasado.
  • Pero... ¿cómo? No entiendo...
  • Mira, lo que ocurre es que debes soltar ya todo tu dolor, toda esa culpa que te pesa tanto, debes cerrar ya ese capítulo de tu vida, no hiciste nada mal hecho, lo hiciste lo mejor que pudiste, debes perdonarte y perdonar a las personas implicadas, dejar de atormentarte y dar ese paso que tanto miedo te da.
  • Tengo mucho miedo, sí, es cierto, no quiero hacer daño a nadie, pero me lo estoy haciendo a mí misma retrasando esta decisión.
  • Eso es. Tu cuerpo te habla, trata de sacar lo que llevas dentro, trata de que expulses todo ese sufrimiento estancado y acumulado durante tanto tiempo, provocado por tu sentimiento de culpa, por tu autocrítica, por tu sentimiento de desamparo.
  • Pero es que les hice daño, destrocé lo que habíamos creado, sólo porque el amor cambió en mí, sólo porque yo no era ya la misma, y además me abandoné a mí misma, me hice daño, tanto daño.
  • No lastimaste a nadie a propósito, fue algo que sucedió, algo que estaba fuera de tu control, ¿o acaso crees que el amor es algo que se pueda encarcelar y domesticar? Si antes no supiste amarte, ahora es el momento de que lo hagas.
  • Ya, ya lo sé, pero tal vez podría haber hecho las cosas de otra manera, no sé, tal vez he sido demasiado osada, demasiado tozuda...
  • Sí, podrías haber actuado de muchas maneras distintas, pero este es tu presente, ése fue tu pasado, y ahora es tu responsabilidad crear tu futuro, así, de forma consciente, soltando lo que viviste, soltando para liberarte, soltando para ser tú misma, sin más culpa, sin más dolor, sin más miedo.
  • Ese paso del que me hablas...es una decisión demasiado importante, implica a muchas personas, no sé si podré decidir correctamente.
  • Lo sé, por eso estás sintiendo ese remolino. Tu cuerpo trata de deshacerse de lo que ya no sirve, eso no eres tú, no forma parte de la nueva Valeria, más consciente, más despierta, y al mismo tiempo, tu futuro, que estás creando con tus pensamientos, está fluctuando, porque en un momento decides que sí, y en otro momento decides que no.
  • ¿Crees que debo hacerlo? ¿Debo salir de mi zona de confort? ¿Debo empezar de cero?
  • Yo sólo creo que si te amas, tomarás la decisión que te llene de dicha a ti, porque tu felicidad llenará los corazones de aquellos que te importan, aunque al principio no parezca que es así. Los cambios dan miedo, preciosa, siempre, pero lo importante no es ese miedo, sino la valentía y el coraje de dar cada paso a pesar de ello.
  • Tengo mucho miedo, me siento como una niña asustada que necesita un fuerte abrazo que la tranquilice, por favor, abrázame.
  • Ya te tengo entre mis brazos, tranquila, pequeña, todo está bien, todo es perfecto como es, todo va a salir bien, y yo estoy aquí, no te dejo sola, descansa y deja de darle vueltas a ese asunto, sólo duerme...

La sensación de quemazón había ido disminuyendo mientras hablaba con él, y su cuerpo se había relajado tanto que el sueño comenzaba a hacer efecto sobre sus párpados.
Él había vuelto a acogerla con su dulce energía, como un sueño difuso en su mente confusa, frágil y vulnerable como una niña, sensible y dulce como una delicada flor, encarándose ante los miedos con la única arma que conocía, la confianza, fluyendo desde su amor hacia la vida, una mujer valiente ante la idea de permitirse abrirse al mundo, a sí misma, y amarse para saber amar mejor a los demás.
No, no era una demente, era la persona más cuerda que he conocido, una persona que me alegro enormemente de tener en mi vida.

El viaje hacia su futuro empezaría hoy, y por tanto, en su maleta sólo debería depositar aquello que realmente fuera útil para ella, y dejaría atrás lo que ya no le servía. El presente sería el momento propicio para crear aquello que otorgaría valor a su alma, aquello que la hiciera crecer espiritualmente, aquello que la llevara a ser la mejor versión de sí misma.

Una suave caricia se posó en sus labios y una visión se abrió paso en sus ojos mientras se movía por el mundo onírico. Sentía la brisa del mar en su rostro al contemplar las vistas de su nuevo hogar, y su corazón gozaba de la alegría de estar donde sabía que debía estar, junto a quiénes deseaba estar.


  • ¿Sabes?- dijo contemplando con un amor infinito al dueño misterioso de aquella tierna voz, mientras le sonreía sentada en una silla de mimbre en su terraza - Me gusta vivir aquí, cerca del mar.
Él la miró intensamente, destilando tanto amor hacia ella que las energías que sus cuerpos desprendían se comenzaron a trenzar y entrelazar, como luces que jugueteaban y se fusionaban en explosiones incandescentes, relucientes, atrapados en sus pupilas, felices y tan sonrientes como dos enamorados experimentando el amor más real y más hermoso jamás vivido.
Se acercó a su mejilla, la besó lentamente y susurró:

  • A mi me gusta verte sonreír...


Arael Elama.