Cada
vez que me caigo, me levanto, limpio mis heridas y mis lágrimas y
continuo caminando...
A veces, volar demasiado alto es maravilloso, pero si desciendes bruscamente, el dolor que experimentas puede partirte el corazón, el alma, todo lo que tú crees puede despedazarse, puedes morir en ti, morir en ti...
A veces, volar demasiado alto es maravilloso, pero si desciendes bruscamente, el dolor que experimentas puede partirte el corazón, el alma, todo lo que tú crees puede despedazarse, puedes morir en ti, morir en ti...
Yo he muerto muchas veces así...
Tras la muerte de mis ilusiones, el velo cae y todo empieza a ser más claro, más real...
Estar aquí no es fácil, pero por algo estoy aquí, y tal vez debo morir y renacer una y otra vez para dejar de ser lo que no soy...para ver con nitidez lo que la mente crea falsamente, y darme cuenta de lo que mi alma, o mi Ser, quiere hacerme saber...
Aprender
a amar sin condiciones es más duro de lo que imaginaba y esperaba,
pero es evidente que debo conseguirlo, debo comprenderlo, no puedo
rendirme ante lo que aparentemente me decepciona de este mundo, de
este juego de la vida...
Constantemente
me dicen que debo ser fuerte, valiente, paciente, y que debo confiar,
confiar...
Y
yo camino sobre un suelo que no tiene superficie, doy mis pasos sobre
el agua, me sostengo sujeta al amor de mi alma, mientras mis lágrimas
humanas caen sobre mi pecho al comprobar lo difícil que es transitar
de esa manera por un lugar donde todo es tan rudo, donde hay tantas
almas perdidas, buscándose a sí mismas, haciendo daño e hiriéndose extraviadas en la confusión de sus mentes...
Renuncio,
renuncio a ser humana, pero no consigo liberarme de las emociones que
están atadas a mi cuerpo, a mi mente, y a mi corazón apesumbrado y
triste...
Lo
quiera o no, estoy aquí, y ahora sólo tengo dos opciones, entrar en
el juego, ser uno más en él, caer en las trampas, seguir las
normas, olvidar que estoy jugando, o ser una observadora, una guía,
alguien que sólo se adentra a jugar cuando cree que debe intervenir
por algún motivo, sin olvidar que esto es sólo eso, un juego
absurdo al que no pertenezco.
Así
que mi fuerza sigue aquí dentro, muy firme, mi capacidad de
continuar, mi entereza, mi templanza, mi confianza, todo eso está
clavado en mí, en lo que soy, sin avergonzarme de ello, sin sentirme
ridícula, sólo siendo yo, alma pura en un cuerpo de mente
atormentada por la incomprensión de lo que ve y oye, tal vez mente
hundida en las desgarradoras decepciones que la vida presenta como
parte de este juego, en el que el ego crea expectativas para que
puedas recoger desilusiones.
Sí,
también tropiezo con mi propio ego, también lloro y me refugio en
las palabras y los abrazos de quienes me aman y comprenden, también
soy humana, aunque a veces reniegue de serlo, también me equivoco y
arrullo mi propio llanto envolviéndome en el gran amor incondicional
que siento hacia mí misma y hacia los demás.
Por
eso, por ese amor incondicional que crece en mí cada día más, me
perdono por crear castillos de arena, me perdono por herirme al
descubrir la obra de teatro que me rodea y darme cuenta de que no era
lo que deseaba, lo que esperaba, y así, me demuestro una vez más
que amar no es despreciar lo que no te gusta, sino abrazarlo de igual
forma, desnudándome de los prejuicios, de las preguntas,
desabrochándome de lo que los personajes interpretan, pues amar
incondicionalmente es eso, amar sin ver con estos ojos, amar mirando
al otro desde el alma hacia el alma...
Mi
única ridiculez ha sido querer controlar lo que ocurre, lo que otros
deciden, lo que otros experimentan, intentar que el mundo sea como yo
soy...
No
soy un ejemplo a seguir, sólo soy un ser más experimentando en este
cuerpo mental, pero doy todo lo que soy a quien me desee escuchar,
leer, conocer, sentir...
Me
perdono, sí, y perdono lo que esperaba que fuera y lo que es en
realidad estar en este mundo.
Pero
no dejo de amar, eso no, amarme, amar a otros, es parte de mí, y
cuando deje de hacerlo habrá muerto mi alma para siempre...
Y
también por eso, volaré por encima de lo que se ve, saltaré por
encima de lo material, continuaré caminando sobre un suelo sin
superficie, sobre el agua del mar, sobre las nubes, pero esta vez con
consciencia total de que nada es lo que parece, de que no debo
esperar nada a cambio de lo que hago por amor, sólo vivir amando,
Ser, existir, y dar...
Intentaré
no ser emoción, sino amor, luz, esperanza, intentaré no necesitar,
ni desear ser amada, sino ser yo misma ese amor que anhelo y respiro,
ser yo mi nutriente divino, ser yo el jardín de flores que mi alma
ama y espera...
Viviré
creciendo, como un niño que se va dando cuenta de que todo es una
gran ilusión, un espejismo, y que depende de él ver que todo está
iluminado por el sol, o ver que la oscuridad reina a su alrededor...
No
renunciaré a mis sueños, saltaré por encima de mis desengaños,
por encima de las expectativas de mi mente, por encima de lo
imposible...
Creciendo...
Arael
Hay un escrito antiguo encontrado en una pequeña iglesia francesa que dice algo asi:
ResponderEliminar(...) recuerda, que, a pesar de los desengaños de este teatro de la vida, el amor es perenne como la hierba (....) a pesar de todo, intenta ser feliz.