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Los relatos del blog están divididos en varios títulos genéricos que son "Reflexiones", donde hallaréis escritos espirituales y reflexivos, "Una mirada al Alma" donde podréis leer historias muy profundas de crecimiento personal, del alma, "El Romántico Obsoleto", que cuenta con relatos de humor, irónicos, historias de la vida cotidiana del ser humano, "Diálogos", que son como la palabra dice, conversaciones que suelen ser muy profundas y espirituales, y por último he publicado tres capítulos de una de las novelas en las que estoy trabajando "Alma Cristalina". Disfrutad con todos ellos y compartidlos si os animáis a hacerlo para ayudarme a difundirlos.

Gracias por leerme, bendiciones a todos.

jueves, 27 de marzo de 2014

HUMANA Y ALMA

ALMA:

Sentada en un pedazo de cielo, pienso y recuerdo mi vida como humana, en lo difícil que fue aquel espacio ínfimo de tiempo en el que viví en el planeta Tierra junto a otras almas encarnadas.
No se me olvida cómo te buscaba, cómo te sentía en mi corazón, así como si dentro de mí hubiera algún tipo de dispositivo que te localizara, y de hecho, lo había, te percibía, te podía ver, porque no estábamos separados realmente ¿recuerdas?
Tú andabas tan perdido buscando y yo tan desesperada esperándote, era todo tan complicado, y a la vez hubiera sido tan sencillo si los velos del olvido no hubieran impedido nuestro reencuentro, nuestro reconocimiento mutuo.
Pero aquellos seres humanos no éramos nosotros, no, sólo eran una porción de lo que somos en verdad, una nimia fracción de lo que ciertamente somos los dos.

Aún siento el eco de mis lamentos al hallarte, al mirarte de lejos y sentir la indiferencia causada por tu amnesia de quién eras, más allá de lo que quisiste ser como persona, como hombre humano.

Y en la confusión, ambos nos dimos la vuelta, por miedo, por dolor, por desasosiego...

Aunque los finales allí abajo a veces son imprevisibles, y lo que ocurrió finalmente fueron un sinfín de resultados a la vez, un abanico de posibilidades que se transformaron en una hermosa fusión que no sé si se dio o no, porque depende de si lo observo desde aquí arriba, o lo recuerdo con la percepción de quien era en aquel pequeño receptáculo de mujer humana.



Ahora, este ser que soy, esta mente desencarnada, te contempla enamorada, y rememora las sensaciones vividas y experimentadas, para asumirlas, procesarlas y valorarlas....

Ahora, este ser que soy, abrazada entera a tu ser, entregada, sin ausencia, sin dolor, sin la presencia humana, puedo discernir mis confusiones, mis temores, mis anhelos, mi desconsuelo por la mentira que representa la matrix donde nos movíamos ajenos a lo que éramos, ajenos a la proximidad que nos separaba, ajenos a lo que nos unía, creyendo estar tan lejos el uno del otro, incluso cuando ya estábamos tan sumamente cercanos...

Pero las mentes humanas no comprenden, se aturden y enredan en sus laberintos, y se pierden en el sufrimiento. Si hubiéramos conocido la manera de tocarnos el alma desde el alma, hubiéramos comprendido que no era necesario pensar tanto, sino sentirlo, pero ese olvido que nos ciega puede ser el responsable de que sólo logremos ver lo que se ve a través del velo tupido que nos cubre el corazón, el alma, los sentidos más profundos de nuestra esencia más pura, y la desazón por lo vivido como ser humano de alma sensible y hermosa, puede llevarnos a vivir en la apariencia de lo que no deseamos ser, pero en ello nos convertimos.

HUMANA:

El tiempo pasa, se mueve ante mis ojos mientras yo intento atraparlo para que no se me escape la oportunidad de ver tu mirada clavada en la mía, como siempre he esperado, como siempre he deseado.

El tiempo pasa y sé que cada día estás más lejos, más cerca, más confuso en mi mente que se mantiene entre las dudas.

Y observando los coches pasar ante mí mientras aguardo a que el semáforo me de permiso para cruzar la calle, parece que de pronto todo se quede en el aire colgado, como mi vida, que parece estar en pausa mientras todo ocurre a mi alrededor rápidamente.



Bajo mi mirada y una lágrima se me desmaya al recordar que este regalo de la vida tiene fecha de caducidad y que cuanto más te espero, más tiempo transcurre, cuanto más te busco, menos tiempo me queda para hallarte.

En ocasiones desearía poder cerrar los ojos y al abrirlos ser capaz de ver dentro de cada ser humano, para lograr reconocerte, para poderte sentir con tanta claridad en una sola mirada que no hubiera lugar a dudas de que eres tú quien está ahí, frente a mí...

Sin embargo, en lugar de eso, debo darte la oportunidad de desnudarte de lo que no eres para poderte ver en tu esencia completa, y así, no sentir ni miedo, ni dudas, saber que no me equivoco, que estás despierto, con tu mirada reconociéndo la mía.

Por ahora, alma mía, sólo puedo respetar tu camino y continuar el mío... Hasta que algún día, en algún lugar, en algún tiempo, nos volvamos a encontrar fuera de estos cuerpos, para dejar de escondernos tras los egos, tras las apariencias y los misterios, tras los juegos absurdos del reconocimiento...”

Arael

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