- El extraño amante -
Busco en lo más profundo de lo que alcanzo a conocer, ando por caminos que hieren mis pies, me visto de tristezas y asperezas sin darme cuenta, dentro de una cápsula de añoranza y anhelo que me ahoga, aunque no sepa salir de ella siempre.
Ni siquiera sé lo que estoy tratando de encontrar, pero siempre apareces tú, tal vez como un guía que me lleva de la mano, o quizá como esa persona que tanto quisiera abrazar en todo momento.
No sé si eres mi destino o justamente eres el obstáculo que tengo que atravesar, no sé si eres mi senda, o eres tal vez lo que debo dejar atrás, pero sé sin lugar a dudas que la vida sin tu presencia es una vida a medias.
Sin embargo, tu presencia se manifiesta como una ráfaga de aroma de jazmín y rosas, que me envuelve como una melodía infinita que desnuda mis heridas, las sana y las hace desaparecer por completo. Una presencia ausente de tacto, ausente tal vez de veracidad.
Y cuando trato de tocarte, te desvaneces, y mis lágrimas me atemorizan, me agreden, me demuestran que la mayor herida que tengo es la de permanecer en la creencia de tu ausencia.
Quisiera saber esperarte, saber confiar en que eres real, saber contemplarte en la nada, sin miedo a que un día ya no pueda sentirte más, pero aún no he aprendido a verte con los ojos de la invisibilidad.
Así que si miro hacia dentro, ahí, ahí sí que te siento, te hallo, te abrazo, te quiero.
Y me reconforto en mi corazón, que se une al tuyo sin preguntas, en la dimensión de lo que somos, más allá de esta vida humana transitoria y finita.
Te amo sin saber si existes más allá de las fronteras de mis pensamientos, de mis fantasías, de la percepción que trasciende la materia, sin saber si fuiste y ya no eres, si eres y no te reconozco bajo las máscaras de la incertidumbre.
Mas los velos bajo los que nos hemos ido escondiendo, caerán algún día, amor mío, y no habrá nada más que desierto a nuestro alrededor, vacíos que no nos impedirán alcanzarnos y decir adiós a la mendacidad.
Dentro de mi mente la duda me separó de ti, dentro de mi alma, el amor siempre me mantuvo unida a ti.
Te buscaré en tierras ajenas, en sueños incautos, entre sombras, luces, estrellas, planetas, temores, delirios, porque no sé vivir sin hacerlo, porque si no te busco, me pierdo...
Arael - Aroma de Cristal
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