SECCIONES - TÍTULOS

Los relatos del blog están divididos en varios títulos genéricos que son "Reflexiones", donde hallaréis escritos espirituales y reflexivos, "Una mirada al Alma" donde podréis leer historias muy profundas de crecimiento personal, del alma, "El Romántico Obsoleto", que cuenta con relatos de humor, irónicos, historias de la vida cotidiana del ser humano, "Diálogos", que son como la palabra dice, conversaciones que suelen ser muy profundas y espirituales, y por último he publicado tres capítulos de una de las novelas en las que estoy trabajando "Alma Cristalina". Disfrutad con todos ellos y compartidlos si os animáis a hacerlo para ayudarme a difundirlos.

Gracias por leerme, bendiciones a todos.

sábado, 5 de septiembre de 2015

PROPÓSITOS - EL SER Y EL ALMA GEMELA

Todo parece un sueño, ¿realmente he muerto?, pensé que sería diferente, no así, tan sereno, aunque ya me habían hablado de la paz que se siente.
El frasco de pastillas está ahí, vacío, puedo verlo, y mi cuerpo sin vida está en la cama, con mi ropa preferida.
Morir bien vestida y maquillada es mejor que hacerlo desaliñada, como he estado últimamente deambulando por mi casa deprimida y destrozada emocionalmente.
Pero noto que la falta de respiración hace que esa que yo era no se parezca en nada a mí, ya no soy yo, sólo era el envoltorio que me recubría.
Soy conciencia, soy vida, soy ser, y sobre todo, por fin soy libre, ya no sufriré más el asco de ser humana, de pertenecer a esta especie que todo lo destruye, que todo lo arrasa.
Veo una luz, es muy potente, va tomando forma, me recuerda a los famosos ángeles que algunos pintores dibujaban en las bóvedas de las iglesias y catedrales.
Se está acercando, no sé si estoy preparada para irme, de repente siento mucha tristeza por haberme suicidado, tal vez me precipité. ¿Cómo se sentirán mis seres queridos? ¡Qué desastre! Me siento mal, no he pensado en ellos, sólo pensé en mí, en mi desesperación. Y es que realmente creía que no había otra salida, no, no la había, este mundo está condenado a marchitarse, los seres humanos son destructivos y no quería quedarme aquí para seguir viendo tanta masacre hacia toda manifestación de la vida, tanto humana como no humana. No puedo más, eso es, eso fue lo que pensé, que ya estoy agotada de luchar, que no quiero existir más, que esta guerra ya la tenía más que perdida. El amor no me salvó, el amor no me sirvió para vencer tanta amargura, tanta crueldad, y menos si estaba sola, tan sumamente sola, sin él, sin mi compañero, sin aquel que me ayudaría a mantenerme fuerte.
Ese ángel se está haciendo más presente frente a mí, y siento que quiere darme un mensaje.



  • Querido Ser, ¿qué has hecho? ¿Por qué hiciste esto?- me dice con una tierna mirada iluminada y bañada de compasión y de comprensión.

Estoy llorando, sí, siento mis lágrimas caer, pero ¿cómo puede ser eso? Estoy muerta, no puedo llorar, pero siento, estoy sintiendo emociones, todavía las siento, no comprendo nada, me encuentro mal, aún sufro.

  • ¿Eres un ángel? - le pregunto envuelta en mi llanto sin poder detenerlo.
  • Sí, me envían para guiarte.
  • Lo siento mucho, de veras, lo siento tanto, pero no podía más, no soportaba la hostilidad del ser humano, me avergonzaba de ser humana, no lograba adaptarme, no conseguía mantenerme en el amor mientras veía cómo sacrificaban vidas humanas, cómo mataban a los seres vivos para ganar dinero, cómo la lucha de poder ensombrecía todo a mi alrededor. Me sentía manipulada, obligada a ser una más en el rebaño, y yo luchaba, te juro que luchaba con uñas y dientes. Salí de ese sistema creado para dominarnos hasta donde pude, hasta el límite, pero siempre había algo o alguien que me arrastraba, mi situación se volvió precaria, perdí mi casa, perdí mi la vida que llevaba, mi esclavitud se transformó completamente al salir del engaño de la protección del sistema, supuestamente a cambio de ser una más, sólo eso, una más, y sufría, sufría tanto, tanto, pues me sentía desprotegida, atacada, perseguida, y sobre todo, no comprendida y abandonada. Me caía y me levantaba, soñaba con llegar lejos, con cumplir mis sueños, con ser una de las precursoras de un nuevo camino hacia una humanidad más “humana”, tal vez más divina. Y cada mañana me repetía que el presente era lo que importaba, que me debía centrar en que mi ser se cristalizara en mí para salir volando, saltando todos los obstáculos, descubriendo las ilusiones que me palidecían la mirada, y alcanzando la verdad, la única verdad. Y sin embargo, no pude más. Mis caídas eran cada vez más fuertes, mi dolor era cada día más intenso, y no había nadie para abrazarme, para ayudarme, para darme fuerzas, así que la soledad jugó también su papel destructivo. Me cansé de llorar, mis ojos se quedaron sin lágrimas, me cansé de llamar a mi compañero para que me rescatara cuando estaba a punto de tirar la toalla sin hallar respuesta alguna, me cansé de ser valiente, de poner la otra mejilla, de ser comprensiva, de tener coraje, de limpiar mis heridas, me cansé de mi ego, de su oscuridad, de la de los demás egos que habitan en cada ser humano, de las mentes corruptas, de las falsedades, de las personas que proyectan sus envidias y sus conflictos en general sobre mí, de enamoramientos absurdos que luego se convertían en odio por no corresponder a sus deseos, y sobre todo, querido ángel, me quedé sin fuerzas para sobrevivir, sólo quería existir, ser y respirar amor, pero en este lugar me ahogo, me falta el aire, no hay amor, pocos pueden sentirlo y darlo incondicionalmente y yo me estaba muriendo asfixiada, no podía más, era una tortura. ¿Puedes entenderme? ¿Podrá El perdonarme?
  • Querido Ser, no tenemos que perdonarte, no he venido para eso, tal vez tú seas quien debas perdonarte a ti misma, por haberle hecho daño a tu cuerpo, pues él era un templo para ti, un vehículo para alcanzar una nueva fase en tu existencia. Sin embargo, nosotros los ángeles no vemos los espejismos que crean los humanos, no vemos esas alucinaciones mentales que crean colectivamente, sólo nos limitamos a ayudaros a despertar de la pesadilla que habéis creado.
    Comprendo perfectamente lo que tu mente vivía, su dolor, y cómo tú lo sentías recorriendo cada partícula de tu existencia humana. Entiendo que la vida humana es horrible vista y vivida como tú y otros muchos más lo hacen y puedo dar fe de que no es una solución muy adecuada eliminar tu participación como mujer humana, pues la muerte física no te ha liberado del dolor, como puedes observar.
  • Sí, es cierto, ¿y eso por qué ha ocurrido?
  • Porque no has alcanzado todavía tus propósitos.
  • ¿Y cuáles son? No logré saberlos con certeza cuando estaba en vida, ¿podrías ayudarme y mostrármelos?
  • Puedo hacer algo mejor, te llevaré a un lugar para que los veas.


El ángel me toca con su mano derecha la espalda, justo a la altura del chakra cardíaco y de pronto me siento succionada hacia algún lugar que sé que me sorprenderá. Y así es. Estoy en un parque, rodeada de árboles. Puedo sentir el viento rozarme como si estuviera viva, anuncia el otoño. No reconozco el lugar, pero me es al mismo tiempo familiar. Hay un camino de tierra, un pequeño lago artificial, diría, y unos cuantos bancos de madera. Creo que es temprano, tal vez las ocho de la mañana, o quizás las siete y media.
Ahora veo un hombre, está corriendo, haciendo deporte. Algo brilla con fuerza en su pecho, es una estrella, algo parecido, su fulgor me deslumbra, es enorme, es increíblemente bello y me encandila, me siento enamorada de esa luz que emerge de su interior, es tan maravilloso lo que siento que se disipa todo el dolor de golpe. Quiero saber quién es él, voy a seguirle. El ángel sonríe y me acompaña. El hombre se dirige a su casa, o eso me parece, pero no aminora su ritmo. Yo no tengo que correr, es como si estuviera flotando, y puedo ir a su lado.
Reconozco ya el lugar, había estado tantas veces, pero todo se ve distinto en este estado y cada vez me siento más volátil. Hemos llegado. Una puerta de hierro forjado, que parece antigua conduce a su casa. Vive en un piso de un edificio bastante antiguo, de esos que me gustaban en vida, techos altos, habitaciones grandes, ventanas altas y balcones de barandilla de hierro forjado. Su piso es muy acogedor, y se respira mucha paz dentro de él. Va a ducharse, yo ojeo lo que hay a mi alrededor, su sofá, sus estanterías, sus muebles, un estilo decorativo muy sencillo, práctico y bastante funcional, aunque me encanta. No puedo tocar nada, mis manos traspasan los objetos, no recordaba que estoy muerta, él no podrá verme. Él, ¿quién será ese hombre que tanto me ha atraído? ¿No estaba buscando ver cuáles eran mis propósitos en vida? No comprendo mucho lo que estoy haciendo aquí, debería irme y no distraerme, quién sabe cuánto tiempo tendré antes de...¿de qué? ¿qué pasará conmigo ahora? ¿adónde iré, o adónde me llevarán?.
Se abre la puerta del baño, sale él, medio desnudo, pero sólo su luz me empuja a mirarle, su desnudez es sólo la apariencia de un cuerpo que ya no me dice nada, no reacciono ante su posible belleza, no sé si es un hombre guapo o no, sólo sé que esa estrella que reluce en su pecho me está envolviendo por completo.
Se ha estirado en la cama, al lado de la ventana que deja pasar una brisa suave. Le miro, pero, ¿qué me pasa? Mi pecho arde, siento que una estrella brilla también en mí, tira de mí hacia él, me atrae con tanta fuerza que no puedo impedir acercarme mucho, mucho, estoy en él, mi luz y la suya se funden, le siento, veo toda su vida dentro de mi alma, por todo lo que soy. Ahora sé quién fue, otras vidas, le percibo en mí, yo siempre estuve en él, ahora no hay duda, él es... es... ¡soy yo!

Creo que no ha sentido nada, no es capaz de captar mi presencia, no sabe que estoy aquí, ¿o sí?. Se ha inquietado, estoy segura, en realidad sí sabe que estoy, pero no lo comprende, no entiende qué es lo que está percibiendo.

Llaman por teléfono y se levanta, sigo enganchada a él, no sé cómo salir, no sé cómo desabrocharme de su luz, de su energía, y en verdad no quiero hacerlo, le amo, le amo y no sé por qué, no sé quién es en realidad, no conozco a ese hombre, pero le amo, estoy segura, y me siento a mí viviendo en él.


  • Entiendo, mi querido ángel, era uno de mis propósitos, encontrarle, y estaba tan cerca... Pero ahora ya es tarde.
  • Tu compañero ahora se ha quedado solo, no podrá cumplir sus propósitos, aquellos que compartíais, y sentirá una gran añoranza, más fuerte de lo que nunca sintió, pues él también te buscaba. Ahora la tristeza le invadirá, aunque no sepa que es porque su amada alma gemela ha muerto.
  • Pero si sabíais dónde estaba ¿por qué no propiciásteis un encuentro? ¿Por qué no me ayudásteis a llegar a él?
  • Porque él no estaba preparado para ese encuentro, y tú tampoco, porque una flor florece cuando es primavera, y vuestra primavera todavía no había llegado.
  • Vale, ya he entendido que le he perdido sin haberle tenido, que se ha esfumado la oportunidad de mirarle a los ojos, de besarle los labios, de fundirme con él cuerpo a cuerpo, uniendo esas luces que he visto, lo siento, tienes razón, tendré que perdonarme, y pedirle perdón a él.

Está ahí, vistiéndose, dispuesto a salir. Han pasado horas, la noción del tiempo en este estado es tan diferente, parece que hayan transcurrido sólo unos minutos, pero ya está atardeciendo.
Tengo que irme. Le estoy sintiendo, está enamorado, se va con ella, me alegra que no se quede solo, que pueda experimentar el amor de alguna manera, y siento mucho haberle dejado aquí, pero ya no hay marcha atrás.
De todas formas yo tendré que irme a alguna parte, aún no sé adónde, pero me iré.
Cada vez me siento menos humana, como si se diluyera mi conexión con el residuo de mi ego, de mis emociones, de lo que fui siendo humana.
Me despido de él, de quien debía ser aquí mi pareja, mi compañero, de ese ser que se entrelaza con el mío.

  • Ángel, ¿qué ha sido esta experiencia que he vivido?
  • Te has reencontrado con parte de tu Ser.
  • No comprendo, había llegado a la conclusión de que las almas gemelas son sólo un mito muy mental.
  • Te llevaré a un lugar, acompáñame.

De nuevo su mano en mi espalda y de nuevo un remolino vertiginoso me traslada. Estoy flotando en medio de la nada, ¡no! ¡espera! Estoy en el universo, veo las galaxias, los planetas, las estrellas, es espectacular. Me estoy emocionando.¡Ups!, aún siento emociones.
Mi pecho se enciende de nuevo, su luz es inmensa, muy grande. Cierro los ojos, quiero sólo sentir, me está inundando una gran paz, una sensación de pertenecer a todo lo que hay y al mismo tiempo ser individual, única. Estoy conectando con algo, no sé bien qué es. Parece que mi pecho se esté ensanchando, explotando, y giro y giro lentamente, ¿qué está ocurriendo?.

  • Abre los ojos – me dice el ángel.

Los abro... no soy ya esa mujer que era, soy una galaxia, estoy en cada planeta, en cada sol, estoy en todas partes, incluso más allá de la galaxia me siento existir. Aún noto más, aquella esencia de aquel hombre, está aquí, conmigo, la puedo notar, existe conmigo, está en la galaxia, en cada lugar donde me siento existir está él, ese ser que sentí dentro de aquel cuerpo de hombre, no lo entiendo, no lo comprendo, ¿él y yo somos una galaxia?

  • No exactamente – me dice el ángel al escuchar lo que “pienso”
  • ¿Entonces?
  • Eres una gran conciencia que existe en muchos lugares a la vez, este es sólo uno de ellos.
  • ¿Y él? ¿quién es él?
  • En realidad no hay él, es otra parte de tu conciencia encarnada en otro ser humano.
  • No comprendo muy bien.
  • Tu conciencia, aquella que eres tú en realidad, vive y existe en varios estados dimensionales, divididos en escalas, así como un teclado de un piano se divide en octavas. Cada octava se compone de ocho notas diferentes (podría compararse con los estados de conciencia) que vibran más graves o más agudas dependiendo de la octava donde se encuentren. En algunos estados de intensidad más densa, el fractal de un Ser se polariza, o se divide, porque su experiencia así se intensifica, y su misión se realiza con mayor éxito. Así, en algunas realidades dimensionales, te experimentas a ti misma como conciencia de forma duplicada, teniendo un doble, la parte contrapuesta, por así decirlo. Dos energías que son la misma, al igual que una moneda tiene dos caras. Cada cara es diferente, pero juntas conforman la misma moneda.
  • Todo eso es muy complejo, pero por alguna razón te estoy comprendiendo.
  • Te falta ahora saber cuál era tu propósito como Ser. Vamos a verlo.

Soy una estrella, brillo fuertemente en el cosmos, pero ese ángel está junto a mí. En este estado no siento añoranza, no echo de menos nada, me siento completa y aunque el amor es mi energía, no necesito ser amada, no soy humana, no siento como una humana, mi función es Ser lo que soy, nada más.
Un rayo de mí misma se ha disparado hacia algún lugar, desciende con fuerza, hacia otra octava, hacia una dimensión más densa. Pero ahora todo es oscuro, no veo nada y estoy perdiendo la noción de quien soy, no entiendo muy bien qué está ocurriendo.
Sí, ahora noto el latido de mi corazón, estoy viva, estoy, estoy, ¡estoy en el vientre materno!

  • Sí – escucho al ángel hablarme todavía – así es, estás encarnando.
  • Pero ¿cómo he llegado aquí?
  • No interesa todavía que sepas cómo, sino para qué.
  • Bien, ¿pues para qué estoy aquí?
  • Para que comprendas a qué viniste.

Siento que crezco muy rápido, el tiempo pasa deprisa. Estoy naciendo, nazco, veo la luz, veo un mundo a mi alrededor.

  • Pero de nuevo lo olvidaré todo Ángel, ¡no puede ser!
  • No te preocupes, no será así, sólo siente ese ser que eres, esa conciencia que has sentido en la galaxia, en la estrella, conecta con la gran conciencia que eres y permite que ella se manifieste en ti.
  • Está bien, me concentro.

Soy una gran conciencia, que habita en diferentes dimensiones, que se expande, que avanza, que se fractaliza para poder seguir expandiéndose como conciencia, que se experimenta a sí misma en diferentes estados concienciales, en octavas más altas o más bajas, en todas partes. Provengo de un Origen que es parte de mí, y yo parte de él, nunca me fui de él, jamás lo hice, soy él, él está en mí. Sigo evolucionando, a través de la materia, debo usar este canal físico para materializarme aquí, y así poder pasar a otro nivel más. Debo conseguir ser conciencia pura siendo humana, para que este cuerpo, esta plantilla que soy deje de estar sometida y dominada por una computadora mental que está programada por agentes externos. Debo ser yo quien conduzca al individuo humano, y usar la mente como soporte en este plano. Entiendo, cuando hay materia todo es distinto, debo permitir que ese rayo de luz de la estrella que soy, que es parte de la galaxia que soy, que es parte del todo de lo que soy, se manifeste totalmente a través de cada célula de mi cuerpo, y mi conciencia sea, exista, a través de mi humanidad.

  • Lo has entendido, aunque aún tendrás que aprender mucho más.
  • Sí, ahora sé que no sé nada, pero sé que siento, que soy más que un hacer, soy un sentir, un ser, un estar.
  • Bien, lo entendiste, tus propósitos han quedado al descubierto.
  • ¿Y qué hay de ayudar a otros? ¿No era ese un propósito?
  • Sí, si así lo deseas, de hecho, cristalizar tu luz, tu amor, significa manifestar tu divinidad en ti, en esa mujer que eres, y a través de ella puedes ayudar a quien te pida ayuda y así lo desee.
  • Pero estoy muerta... ya no puedo hacer nada...


Me encuentro mal, me siento fatal, de pronto todo se está haciendo borroso, algo tira de mí, no quiero irme, ¿qué me está pasando? No es el Ángel quien me lleva, ¿qué pasa?.
Me desvanezco, estoy desapareciendo, no siento, no veo, no puedo escucharte más Ángel...

  • ¿Ángel?

Una luz me ciega, siento dolor, me siento densa, el cuerpo me pesa ¿el cuerpo? ¿Estoy viva? Escucho una voz muy tenue...

  • La hemos recuperado.

Me quedo dormida. Me han salvado, no he muerto, y ya no sé bien si deseo irme o quedarme, he vuelto al infierno que ha creado el ser humano. Pero al fin conozco mis propósitos, tengo motivos para luchar, ya no me siento sola, ese Ángel me acompaña y si quiero ayudar puedo hacerlo, al igual que él lo hizo conmigo, guiaré a quienes me busquen para encontrarse a sí mismos, y para entender su mente y hallar sus propósitos mundanos.

Estoy viva...aunque siempre lo estuve y siempre lo estaré, vivo en forma de galaxia, en forma de estrella, en forma de hombre, en forma de mujer... vivo en millones de formas que ni siquiera he podido ver, pero me siento en cada ser vivo, en cada roca o montaña, en cada atardecer, en cada luz y en cada sombra, la muerte no existe... SOY...

Arael Elämä Araham.
Una mirada al Alma

1 comentario:

  1. INTERESANTE: ASI ES... Estoy viva...aunque siempre lo estuve y siempre lo estaré, vivo en forma de galaxia, en forma de estrella, en forma de hombre, en forma de mujer... vivo en millones de formas que ni siquiera he podido ver, pero me siento en cada ser vivo, en cada roca o montaña, en cada atardecer, en cada luz y en cada sombra... SOY... yo soy quien yo seré

    ResponderEliminar

Gracias por tu comentario...