Viajo
lejos de las costumbres, de los deseos, de las colinas del anochecer
de mi alma, de los cimientos de la incertidumbre, de la superficie de
las emociones materializadas...
Surco
el cielo con las alas abiertas, visitando al viento, amando el azul
que me invade, bañándome de nubes que me abrazan...
Soy
como una melodía sutil que se pierde entre las moléculas del aire,
que se manifiesta etérea y eterna, que no se reprime de ser lo que
es, que no se encierra, inalterable, que se ilumina para lloverse y
ser gota de luz absorvida por corazones, por almas, dibujándose
entre misterios, entre palabras, entre suspiros de silencio...
Me
desapego de lo que en realidad no necesitaba, lo anhelaba en la
confusión de lo que mi ser me reclamaba, que era una única
maravilla, unirme a él...
Y
nacida en mi espíritu, soy la calidez y el amor que se abren camino
bajo las estrellas y entre lágrimas de felicidad que se derraman
para contagiar a la lluvia...
En
mi mente la confusión se ha desvanecido, como arena entre mis dedos,
como el tiempo ilusorio que parece transcurrir aunque no exista...
Me
desenredo, me libero, me consagro a mi ser, me elevo, me completo con
lo que siempre fui, me entrego a la sabiduría de mi verdadero yo.
Y
vuelo en la calma de mi sosiego, abriendo mi pecho para expandir la
luz que de mi alma se me escapa como estrella fulgurante que desea
sólo brillar y brillar, pues en mi cuerpo me quema, me quema porque
quiere explotar...
Así
que estallo, estallo para no dejar de soñar, para ser el sueño en
sí mismo, para experimentarme en el vuelo increíble que representa
no tener miedo, y soltar, soltar, soltar todo aquello que sé que no
se puede controlar...me dejo llevar...
Y
ahora soy mar, soy río, soy ave, soy el cielo, soy cumbre, nieve,
agua, tierra y fuego, volcán, soy hada, soy ninfa, soy diosa, soy la
vida, la vida, la vida entera, soy la vida y la divinidad...
Descubriendo
lo que llevamos dentro, lo que cada uno puede hallar, ya no podemos
depender de nada más, sólo podemos SER, y ser SER es AMAR...
Y
si te amo, te amaré de verdad, y si te miro, te miraré de verdad, y
si sonrío, sonreiré de verdad, pues ya no hay nada que oculte mi
realidad tras caer el velo de la mendacidad...
Arael
Líntley
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario...