EGOS
Y CONCIENCIAS
(Reflexiones
profundas y metafísica)
El
pensamiento es lo que nos capacita para entender los conceptos
abstractos que nos rodean, pero es una herramienta algo pobre para
lograr la comprensión de todo, así que sólo vemos lo que podemos
procesar y lo que no se procesa, se queda fuera, o tal vez en algún
lugar de nuestra mente, esperando a ser comprendido y asimilado.
Dentro
de mis propios pensamientos intento alcanzar la realidad absoluta,
pero es demasiado incomprensible para esta pequeña persona que soy.
No usamos más de un 10% de nuestra verdadera capacidad cerebral, así
que no puedo exigir a mi ego que comprenda lo que es el Ser y cómo
es la realidad del mismo, pero puedo irme acercando, tratando de unir
las piezas que mi alma va dejándome en el camino y desglosando lo
que en mi mente funciona como una programación predeterminada,
marcada por una colectividad que también es ese mismo programa.
Así
descubro que la realidad que nos rodea ha sido creada por una gran
mente colectiva, y que su función es dotarnos de un paradigma o de
una plataforma de actuación donde podamos experimentar las vivencias
propias de un ser humano, interactuando con otras formas de vida y
entre sí mismos.
Esa
plataforma a la que algunos han llamado Matriz o Mátrix, es
necesaria para la evolución de cada conciencia. Sin embargo, cuando
un determinado grupo de existencias concienciales alcanzan un nivel
evolutivo preciso, inevitablemente deberán cambiar el paradigma, el
lugar donde experimentar.
Así
como ocurre esto en los seres humanos (sus conciencias) también
ocurre en animales, plantas, e incluso en nuestro mismo planeta, pues
también es una conciencia viva.
En
estos momentos, nuestro planeta necesita cambiar el paradigma para
seguir evolucionando y muchas otras conciencias, individuales o
colectivas, darán el paso siguiente junto a ella.
Aunque
he dicho conciencias individuales, no quiero decir que sean
conciencias separadas de la unidad de la gran conciencia original,
sino que son conciencias que funcionan por sí solas, desprendidas de
la gran Conciencia Universal en su deseo de experimentarse a sí
misma. Sin embargo, existen también conciencias colectivas que
rigen, sobre todo, la segunda densidad de este planeta, la que
pertenecería al reino animal, y también a la primera, que rige el
reino vegetal básicamente.
Cada
conciencia tiene un nivel evolutivo, pero cuando digo esto, me
refiero a que ha realizado una serie de aprendizajes que la han
dotado de una capacidad de Ser mas elevada, con una vibración de
frecuencia más rápida.Se podría comparar con el crecimiento
madurativo de un mamífero, por ejemplo. Nace, aprende, crece, se
hace adulto, anciano y trasciende a otra realidad desencarnando. La
almas son parte de una conciencia de un Ser que procede del Uno, que
han venido a esta realidad para experimentar, y eso les proporciona
aprendizajes. Esos aprendizajes se realizan mediante las relaciones
entre ellas, a través del ser humano que son al encarnar, con toda
una información de linaje, información celular, emocional, y bajo
las normas impuestas por el ego, gran programa que se ejecuta en
todo...
Sin
embargo, debido justamente a ese ego y a sus subprogramas, generamos
miedo, dolor, ira, y eso se deriva en lazos energéticos, pactos de
alma para sanar y liberar, pactos que se deben cumplir porque forman
parte del aprendizaje y la reconexión con el Ser, la cual sólo se
dará cuando el alma alcance un nivel de evolución adecuado. Así es
algo así como vestirse de humano para aprender a desvestirse de
humano.
El
pensamiento me otorga ideas, filosofía, reflexión, y tal vez
incluso llega a menudo a niveles donde la incomprensión se
transforma en comprensión de la realidad bajo unos preceptos
distantes en su mayoría a lo que una persona catalogada de “normal”
y “social”alcanzaría.
Pero
debo reconocer que en mi caso no se trata de ideas mías, sino que
las he tomado prestadas de la conciencia de mi Ser, la cual está por
encima de mi alma, la cual está por encima de mi ego.
¿Pero
qué abarca el Ego dentro de uno mismo?
Diría
que el ego existe desde lo más primitivo que somos, refiriéndome al
instinto de supervivencia, el instinto sexual, ect., hasta lo más
recargado a nivel conceptual, pues el ego es un personaje que es
capaz de ser muchos personajes a la vez, y es también la reacción a
las circunstancias humanas, y es también la causa y el efecto, es
verdugo y es víctima, es juez y juzgado, y su botón de
funcionamiento principal es el Miedo.
¿Miedo
a qué?
Miedo
a la vida, miedo a vivir, miedo a morir...
El
Ser, sin embargo, es todo lo contrario, es Amor en estado puro, no
contaminado con los dogmas del ego.
¿Y
el alma qué es?
El
alma está entre el Ser y el Ego, puede sentir el dolor que desata el
ego a través de un pensamiento que se hace emoción, y puede sentir
el amor que le traslada el Ser, es el punto de unión entre la parte
humana y la parte divina que somos, pero además contiene en sí
misma esa parte divina.
En
el pecho, justo donde se encuentra el chakra corazón, se halla el
centro de nuestra Alma, el lugar donde el amor fluye, el lugar donde
la conexión más hermosa se da entre las almas.
Sin
embargo, los seres humanos podemos crear esos lazos de “deuda” y
de “necesidad” a niveles mentales, para que el Ego pueda reparar,
sanar, liberar, compromisos que están pendientes con su linaje
familiar o bien con las almas que han compartido experiencias
dolorosas.
Ahí
es donde el Alma y el Ego tienen su propio pacto. El Ego es la
herrmienta que el Alma ha estado usando para acercarse a otras almas
y sanarlas y ayudarse a sanar a través de las relaciones amorosas,
tanto románticas, como de amistad, fraternidad, filial...
Eso
es interpretado por el Ego como amor, y el alma sabe que ese amor es
indispensable que resurja, no sólo en los niveles más sutiles, sino
también en los niveles mentales.
Por
esa razón, cuando alguien desanuda los compromisos adquiridos en el
campo de actuación de su ego, el alma se libera, y el ego comprende
que ya no hay deuda, que no era necesario endeudarse, que todo estaba
bien, dejando en libertad al alma, pues ésta ya está en conctaco
con su Ser, permitiéndole ser el protagonista de su vida,
destronando al personaje y el Ego del papel principal en su vida como
humano.
Así
llega la aceptación, la comprensión de lo que es amar, y la
desaparición paulatina de la gran personalidad del personaje
principal, quedando libre para existir fuera de la creación del ego.
Sin
embargo ¿Cómo vivir entonces en una matrix como esta sin la
herramienta más importante (ego) para relacionarse?
El
ego ha sido necesario hasta ahora para podernos entender mentalmente,
ahora llega otra historia diferente...
Ahora
nos entenderemos desde el corazón...
De
momento, aquel que llegue a ese nivel, tendrá que Ser desde esa
perspectiva, no será comprendido por algunos, pero será escuchado,
no compartirán lo que comunique, pero las almas se acercarán para
sentirle, no podrá ser como era antes, pero será lo que siempre fue
más que nunca...
Los
que estén en transición hacia ello, sentirán cómo su ego va
perdiendo fuerza, cómo cada reacción de él, cada resistencia, será
sólo un camino más hacia su propia reconexión con su Ser y su
propia fusión consigo mismos...
La
llama gemela se enciende entonces y perdura viva en ti para seguir
hacia adelante...
Arael
Líntley
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