Abro
los ojos del corazón y ahí estás tú, mirándome, embriagándome
del azul que me envuelve, ese azul que nace de la cascada armoniosa
de tus ojos, ese azul que me tiñe de ti, que me arranca el alma para
abrazarte desde mi esencia completa, ese azul que me ayuda a nadar en
ti, en tu infinito amor, ese azul que me convierte en cielo, en mar,
en lluvia, en ti...
Y
me sonrojo al descubrirme embelesada en tu mirada, y me desmayo en
palabras enredadas que sólo pronuncian tu nombre, que sólo emanan
amor...
Se
me escapa una sonrisa que se aleja de mi rostro volando como una
mariposa de luces cegadoras, hacia tu alma, hacia tu vida, aquí y
allá, en cualquier lugar donde tú estés, colmada con la ilusión
de volver a verte ahí, abrazado a mí.
Sentir
tu presencia me corona, me eleva y me transporta, me convierte en la
estrella que tú dices ver en mí, ésa que nunca sé ver, ésa que
dices siempre que te deslumbra cuando me siento feliz.
Y
te percibo tan cerca que te respiro, que toda yo me lleno de tu
fragancia, de tu energía, de tu luz.
Y
continua tu sonrisa desnudándome, y buceando en tus pupilas de
repente me hallo a salvo, en casa, pues el hogar anhelado se oculta
siempre tras tus ojos, se manifiesta en tus sutiles caricias, las
cuales siento y vivo profundamente, así como ligeras cosquillas en
mis mejillas cuando me estoy desperezando, o en mi pelo cuando crees
que aún estoy dormida.
Si
me preguntan qué es amar siempre diré que amar es mirarte, que amar
es estar contigo, que amar es desenredar mi ser en tu ser, que amar
es peinar mi alma con tu alma, que amar es algo que sólo se puede
describir cuando se siente, cuando se vive, cuando el corazón deja
de estar cerrado, para abrirse, y cómo no hacerlo ante ti si me
enseñaste que las murallas sólo sirven para no permitirme sentir,
para refugiarme de lo que más anhelo perdiendo así la oportunidad
de alcanzarlo, pues los muros sólo me han servido para aislarme y
limitarme...
Y
es que contigo no existe lo banal, porque contigo todo, todo, es
interesante, profundo, y divertido, todo es magia, beso y sigilo, todo
es belleza....contigo caigo siempre en tu seducción y en el juego de
volver a ser niños, en la inocencia de nuestras risas...
Y
cuando el llanto se apodera de mi ingenuidad y me lastima, tus
palabras etéreas, que vuelan como pétalos de rosa hasta mi corazón
herido, siempre me liberan de lo que me hace daño, con la promesa de
que todo está bien, de que nada de lo que sucede es en realidad
dolor, porque si lo acojo con mis manos puedo transformarlo en amor,
en puro amor, así como tú lo haces cuando secas mis lágrimas con
tus besos suaves...
No
existe el miedo, ¿o sí?, tú siempre me dices que el miedo existe
si yo permito que así sea, pues el ser humano lo inventó al
alejarse de su esencia, y que la verdadera esencia de éste es el
amor, y que si regreso a ella seré de nuevo la flor que soy...
Entonces,
desde esa flor que tú ves en mi alma, te digo, que si ella florece es
gracias a ti, que si esta flor se abre y permite que su aroma se
expanda, es porque tú me mostrarte el camino para ser ella...
Y
ahora, de nuevo veo esa rosa blanca que siempre me regalas, esa que
reluce desde tu pecho y que con un gesto dulce me entregas, incluso
cuando son otros los que te sienten y perciben, incluso cuando te
sueño, símbolo de lo que existe entre nosotros... amor, puro y
verdadero...
Tal
vez en este planeta podamos darle un hueco a lo que somos, tal vez,
quizás, y no permitamos jamás que se enturbie la pureza de esa rosa
blanca que nos envuelve y nos eleva hasta nuestro sagrado lugar...
No
importa dónde estemos cada uno de nosotros, el amor es una energía
capaz de atravesar tiempos y espacios, inconsciencias y temores,
porque esa es su verdadera naturaleza....nunca muere....
Por
eso, estar contigo es revivirte, es permitirme ser yo, es poder serlo
en todo mi esplendor, porque contigo no tengo que fingir algo que no
soy, soy mi ser entrelazado al tuyo, soy un ángel que junto a ti tiene sus dos alas, soy un mensaje recibido, un poema terminado, un verso que rima contigo, porque tú me enseñaste y me recordaste ser esto que soy, sin miedo, sin caretas,
siendo sólo corazón, siendo sólo... tu flor, tu canción, y siendo tú así mi inspiración...
Arael
Líntley
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