Me
encuentro en ocasiones en momentos de saturación, en los que mi
mente se colapsa por los pensamientos sobre algunos temas que me
preocupan, que vienen y van sin parar, sobrecargándome y
paralizándome por completo.
En
esas situaciones hallo la maravillosa oportunidad de poner en pausa
mi vida por un instante y detenerme a analizar qué me está
ocurriendo.
Normalmente
me enfrento a capas y capas de pensamientos que debo ir
comprendiendo, asimilando y, a veces integrando, otras desechándolos
al descubrir que son sólo desperdicios que crea mi ego para
torturame y castigarme por algo que en realidad no es mi
responsabilidad, o que no puedo controlar de ninguna manera.
Es
entonces cuando, ante mi incapacidad de hacer ese trabajo sola en ese
momento, por mi alto nivel de inestabilidad, busco la manera de
distraer la mente para que me permita relajarme antes de encararme
conmigo misma.
Lo
primero es la información, un tipo de información que me permita
reconectar con mi esencia, con mi sabiduría interior, para alejarme
de lo externo, lo que me distrae de quién soy yo en relaidad. Muchas
veces ese es el problema básico, caminar por este sendero me
contamina con su superficialidad y banalidad, me atrapa en su juego,
y cuando siento sus tentáculos rodeando mi cuerpo, me asfixio, y
necesito salvaguardarme de esos efectos nocivos que siento en mí,
efectos que me aprisionan.
No
se trata de que me sienta diferente de lo que soy, la sensación
sería más parecida a entrar en un lugar lleno de humo donde no
puedo respirar, y cuando llevo un tiempo transitando a través de ese
humo, necesito depurarme de él...
Así
que me pongo manos a la obra, a leer, o ver vídeos que me ayuden a
conectar con mi ser, documentales donde hablan del alma, de la fuente
de donde procedemos, de nuestra conexión con lo que somos, de la
capacidad que poseemos de cambiar nuestra realidad y ponerla a
nuestro favor, de cómo podemos sanar nuestras emociones,
recuperarnos a nosotros mismos, amarnos, trascender lo humano para
ser mejores...
Cuando
me he nutrido de esto, mi mente ya ha dejado de hablar sin parar, se
tranquiliza, y por fin me escucha, se deja guiar por mi corazón, el
motor de mi sabiduría ancestral.
Es
en ese momento en el que me siento sobre un cojín en el suelo con
mis pies descalzos, cierro los ojos, me concentro en mi respiración,
sintiendo lo maravilloso que es estar viva, notando cada latido de mi
corazón bajo mi pecho, a un ritmo precioso, el ritmo de mi alma, y
comienzo a desaparecer dentro de mí.
Ahí
todo cambia, no hay dolor, no hay pensamientos confusos, sólo estoy
yo...
- Querido Ser, ¿qué me está pasando? ¿Por qué me siento tan desolada? -pregunto a mi alma.
- Quizás porque dedicas demasiado tiempo a pensar y a analizar tu vida desde un punto de vista demasiado mental, quizás porque no me escuchas cuando te hablo y te digo que todo ocurre en el momento más adecuado y que sólo tienes que caminar, caminar disfrutando del camino, sin pretender llegar más allá de donde estás, sin recordar constantemente el pasado, pues éste debe servirte sólo como aprendizaje que te ha forjado para que seas la mujer que eres ahora. El futuro es algo que aún no ha llegado, no debes vivir pensando en él, vive tu presente, disfruta de todo lo que sientes, de lo que ves, de lo que tus sentidos te ayudan a experimentar, inspírate, siente tu propia magia relucir desde tu corazón, vibra alto, feliz, contenta, porque lo tienes todo, no debes partir de tus carencias, sean las que sean, debes creer y tener la certeza de que lo tienes todo, ese amor que deseas, esa estabilidad en tu vida, esa misión que sientes tan marcada en ti para ayudar a otros, todo ello, existe, es, está en ti, abunda en tu interior, así que no careces de nada. Todo lo que deseas y anhelas ya está contigo, y si partes de esa base, todo se pondrá de tu parte.
- Pero Ser, no todo depende de mí, lo sabes, depende de otros, y yo no puedo modificar lo que otros son, o lo que otros sienten.
- Por supuesto, pero no se trata de modificar nada, se trata de saber que aquellas situaciones que ahora ves desfavorables ya están cambiando para ser favorables, se trata de saber que la persona que esperas en tu vida ya está yendo hacia ti, se trata de saber que aquellas personas que te encuentres y que te hagan daño, en realidad, pueden ser diferentes, sólo si irradias lo que hay en ti todo y todos a tu alrededor cambiarán...Sólo has de mantener la intención...
Mi
Ser me habla a menudo con palabras semejantes a las anteriores, me
muestra la verdad de mi alma, la luz que hay en mí y en cada ser
humano, en cada ser vivo, en cada partícula que existe. Me hace
conectar con cada elemento de la naturaleza, experimentando la
sensación de estar en cada árbol, en cada nube, en cada gota de
lluvia o de mar, en cada persona, en cada ráfaga de viento...
Y
así, he ido aprendiendo a ser quien soy, feliz desde dentro,
buscando sólo que mis pasos no se pierdan en este lugar tan confuso,
para seguir adelante sin miedo, o enfrentándome a él, y así ser la
persona que soy en realidad, dejando de ser cada vez más la persona
que la sociedad desea que sea.
Y
así, he ido apendiendo a no juzgar, aunque mi ego a veces me
sorprende con pequeños jucios que mi corazón replica, y he ido
aprendiendo a amarme mejor, respetarme, cuidarme, dejar de torturarme
por mis errores, y así, he ido aprendiendo a respetar a los demás,
a amar mejor a los demás, a no juzgar sus errores...
Una
vez que mi mente se ha calmado, una vez que mi corazón ha hablado,
siendo el portavoz de mi Ser, ya sólo me queda abrir los ojos, a
menudo llorosos por la emoción de sentir a mi alma, y sonrío y
lloro y doy las gracias por tener la oportunidad de conectar conmigo
misma...
Ahora,
sólo queda integrar lo que mi Ser me ha enseñado y recordado...
Arael Elämä Araham
Reflexión
Reflexión
Gracias por enseñarme. lo necesito. Necesito saber hacia donde voy y como, aun a pesar de la incertidumbre.
ResponderEliminarGenial total, seguí así!
ResponderEliminar