REFLEXIÓN
Para
confiar y continuar caminando debemos plantearnos si deseamos ser
mente y ego, o corazón y alma, y saber que si elegimos lo primero,
la brújula que nos indica el camino apuntará a un Norte diferente
de la brújula de nuestro Ser. Un Norte te llevará a una dimensión
terrenal, superficial, ilusoria, dentro de una matrix donde todo es
falso e inventado por el inconsciente colectivo, y el otro te llevará
a una dimensión donde por primera vez verás lo que es real, aquello
que creías que era utópico, que era un ideal o un sueño, y te hará
sentir cómo la felicidad te inunda y te expandes, creciendo en ti un
gran amor que te hará brillar y ser quien eres de verdad, sin
máscaras, sin miedos, sin dolor...
Cada
alma, eterna viajera dentro de mundos, experiencias y cuerpos
humanos, se adentra en un mar de aventuras que se alzan como niveles
que van aumentando en dificultad, montículos cada vez más altos que
hay que ascender, en un proceso que comienza desde el primer aliento,
desde el primer momento en que nacemos.
He
ido aprendiendo que esos procesos nos llevan por caminos, o tal vez
esos caminos son esos mismos procesos, a través de los cuales nos
enfrentamos a diversas pruebas, diversas batallas, tentaciones,
decepciones, llantos, enfermedades... Tantas historias...
Esas
batallas parecen ser provocadas siempre por lo que nos llega del
exterior, y las tentaciones, y las decepciones, ect.
Cuando
un ser humano se empieza a dar cuenta de que todo lo que está viendo
a su alrededor es el resultado de su propia interpretación de lo que
ve, cuando se percata de que la tentación nace de él, al igual que
la decepción, y otras circunstancias que se le presentan en la vida,
es cuando comienza a ser consciente de quién es.
El
proceso de crecimiento del alma es una suma de diferentes fases que
cada vez se van atravesando con mayor dificultad aparente, pero con
mayor fuerza interior y mayor discernimiento y comprensión.
Con
cada paso que damos, más nos acercamos a lo que somos en realidad, y
más nos amamos y aceptamos.
Sin
embargo, este camino no es fácil, hay que pasar por muchos
sufrimientos o pruebas para darse cuenta de que en realidad todo
estaba en nuestra mente.
El
pensamiento, el ego, construye dificultades que no existen, son una
ilusión, pero gracias a ellas, vamos superándonos, siempre que
seamos conscientes de que esos obstáculos los hemos creado nosotros
mismos.
Amar
es la naturaleza de todas las almas, algunas lo hacen desde una
pureza mayor, por su evolución, por su elevación, otras menor, pero
todas son amor y se mueven en el mundo bajo el paradigma del amor.
El
ser humano es un vehículo a través del cual el alma puede encarnar
y experimentar lo que es ser materia, y lo que es sentir desde las
emociones del ego.
El
ego no es un enemigo, es un aliado, sin embargo, no debemos permitir
que dicho aliado sea nuestro usuario dominador y controlador, no, el
alma es quien debe tomar posesión de esa función y avanzar en su
trayectoria aprendiendo lo que el ego muestra a su paso, sin dejar
que éste influencie sus decisiones, sin permitir que éste nuble su
capacidad de amar y de dar de manera incondicional.
A
medida que el alma se eleva, o lo que es lo mismo, a medida que el
alma crece dentro de nuestro cuerpo limitado, el ego se va haciendo
más pequeñito, y se va limpiando y sutilizando. El alma es cada vez
más grande, contiene mayor vibración de amor y es más pura y
cristalina, más luz.
Cuando
te sientes pleno y en paz, cuando miras a tu alrededor y todo te
parece un milagro, cuando te das cuenta de que en realidad todo está
bien, sin cuestionar nada, sin juicios, pero con ese amor que te hace
llorar de emoción al mirar el cielo, al sentirte vivo, al percibir
ese amor que nace desde lo más profundo de ti, de repente, te
preguntas por qué permitiste que tu ego te hiciera tanto daño...
Te
miras al espejo de tus semejantes, ves que cada uno de ellos es parte
de ti, que todos viven o han vivido experiencias similares a las
tuyas, que incluso el más hostil de los seres humanos puede reflejar
algo de ti mismo, y entonces, recuerdas que todos somos uno, lo
sientes en ti, y tu alma rebosa amor, comprende y trasciende lo
humano, y la conexión con la Fuente se hace más presente que
nunca...
Cada
alma elevada dentro de un cuerpo humano sigue siendo un ser humano,
por descontado, y no pierde el ego, pero aprende a vivir amándose,
abrazando a su ego, comprendiéndose, valorándose, aceptándose, y
limpiando cada rincón que aún esté por sanar.
Tras
muchos tropiezos, heridas sanadas, equivocaciones, lágrimas,
confusiones.., un día te despiertas y te preguntas dónde estás,
qué estás haciendo aquí, y al mirar a tu alrededor, recuerdas que
has venido de invitado a un lugar donde hacía falta que vinieras, y
ya no reniegas por haber nacido en este sitio, te das cuenta de que
tú lo elegiste, por amor, y que no te irás aún, por amor, llevarás
a cabo tu plan divino, aquello que pactaste, por mucho que cueste, y
lleno de amor, cubrirás de luz todo aquello que esté cerca de ti,
alumbrando a aquellos que aún no hayan encontrado el camino, porque
sabes que en cada puerto debe haber un faro que oriente a los que
están llegando...
Así
que, tu vida, elegida por ti, es un regalo divino, y ese regalo hay
que disfrutarlo al máximo...
Y
es ahí cuando regalas tu amor a través de la creatividad,
escribiendo, pintando, componiendo, haciendo aquello que nunca te
atreviste a hacer, y si ya lo hacías antes, de pronto lo haces con
mucha fuerza, con mucha ilusión, deseando convertir lo que más te
gusta hacer en tu profesión...
Y
respecto a la pareja, o a ese ser que tanto anhelas hallar...
De
pronto, te miras y dices -¿dónde está mi llama gemela?- y la
empiezas a sentir dentro de ti, brillando fuerte, muy, muy fuerte, y
una voz desde dentro de ti te contesta -yo soy tú- y ante ti se
manifiesta esa energía en forma humana, puedes ver su rostro, le
reconoces entre las personas que conociste hace poco tiempo, tú ya
lo sospechabas, y al confirmarlo, todo tu mundo se detiene en un
espacio de “no tiempo” donde puedes sentir su presencia como si
estuvieras en la divinidad más extrema, en un éxtasis de amor
supremo, y te das cuenta de que nada te separa de tu llama gemela,
también eso era una ilusión.
No
importa ya si tienes que atravesar muros, barreras, escalar montañas,
tocar el cielo con tus manos, volar alto como un ángel y brillar
como una estrella, porque nada de eso será imposible para que te
unas con esa otra parte energética de ti mismo, pues ya estás unido
desde hace mucho tiempo.
No
importa que el pacto sea estar juntos en pareja humana, importa que
el amor sea el motor que os una, un amor puro y sincero, un amor que
nazca desde el alma, sin condiciones, sin miedos, sin dudas, pues es
eso lo que hará que ambas almas se entrelacen por encima de
cualquier ego, sombra o temor...
Y
cuando ya sabes eso... nada importa, todo es muy relativo, porque la
realidad es el sueño de lo escondido, la realidad es el amor que
fluye en otros mundos y se va trasladando poco a poco a este, la
realidad es que amar a tu llama gemela es algo que va inherente en ti
mismo, algo que no se puede separar de lo que eres, algo que seguirá
estando ahí pase lo que pase, veas lo que veas, te rechace o te
acepte ese ser que amas, te reconozca o no, te ame conscientemente o
dormido en su inconsciencia mental...
La
conclusión es que no hay que sufrir, no hemos venido a eso, pero nos
empeñamos en aprender sufriendo... es el destino que impone el
ego...
Aunque
tenga ego, deseo ser corazón..., así que, permito que mi alma me
guíe hasta el final...
¿Qué
decides tú?
Arael...
Gracias!!! Yo decido ser CORAZON!! Tus palabras me calaron tan hondo y en el mas justo momento.
ResponderEliminarUn abrazo
Andrea
Que bueno Andrea..... Yo también he decidido ser Corazón...
EliminarEspero Todo haya sido y sea maravilloso para Ti....
Lo que yo decido.... lo que ya he decidido y mas aún en estos días es disfrutar y reír... sentir y ser.... dejar a mi Niño Eterno libre para que juegue, vuele y ría, para que sea Feliz y escucharlo siempre por sobre cualquier otra cosa.....
ResponderEliminar... HE DECIDIDO SER FELIZ Y BUSCAR MIS ORÍGENES PARA SERA AÚN MAS FELIZ.
@ Leo
Gracias por la Reflexión Arael
ResponderEliminarEn el proceso de liberar el alma de cuerpo,no hay felicidad mas grande,solo con la fe.
ResponderEliminar