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Los relatos del blog están divididos en varios títulos genéricos que son "Reflexiones", donde hallaréis escritos espirituales y reflexivos, "Una mirada al Alma" donde podréis leer historias muy profundas de crecimiento personal, del alma, "El Romántico Obsoleto", que cuenta con relatos de humor, irónicos, historias de la vida cotidiana del ser humano, "Diálogos", que son como la palabra dice, conversaciones que suelen ser muy profundas y espirituales, y por último he publicado tres capítulos de una de las novelas en las que estoy trabajando "Alma Cristalina". Disfrutad con todos ellos y compartidlos si os animáis a hacerlo para ayudarme a difundirlos.

Gracias por leerme, bendiciones a todos.

domingo, 21 de febrero de 2016

CARTA PARA TI, CARTA PARA MÍ



Querido Ser que habitas en mí, que lates en mi corazón cada día, quiero que sepas que esto no es nada, sólo son símbolos que poco significan comparándolos con la Verdad que hay en mi Alma, la que se escapa a la comprensión limitada de mi pequeña mente humana, sin embargo es todo lo que tengo por ahora para poderte demostrar un poco lo que hay en mí, para darme a conocer más allá de mi profundidad.

Hoy no tengo muchas preguntas, sólo un impulso irrefrenable de dejar ir lo que me hierve en cada pensamiento que me aniquila con el veneno emocional que destila para mí, una mortal pócima que genero yo misma con los ingredientes de mis memorias, de mi pasado, del ayer de otros que perdura aún en lugares ocultos de mi psique, un hechizo de liberación que se cierne sobre mí y que hace que me convierta en un canal por el cual se están expulsando aquellas partes de mí que ya quedaron obsoletas, en una transformación que no es más que una vuelta al origen, a la pureza.

Por eso sé que si permito que mis miedos y mis tristezas se desvelen en mi presencia, podré mirarlos frente a frente, comprenderlos, aceptarlos y decirles adiós porque ya habrán acacado de realizar su trabajo.

He estado pensando,y por tanto confundiéndome, sin embargo, aunque parezca extraño, cuando pienso puedo deshilachar lo que no comprendo y trascenderlo, y aun sonando paradójico, la mente se transforma así en una práctica herramienta que me permite hablarte con total honestidad.

En realidad no necesito palabras, no son suficiente para expresar lo que hay dentro de mí, podría simplemente mirarte y concederme el deseo de emanar lo que soy, diluirlo en ti para que así me sientas en todo lo que eres, sin embargo, las palabras nacen porque mi humanidad me exige poderte manifestar en el exterior lo que hay en el interior de una forma algo más tangible, en un anhelo de comunicarlo, compartirlo.

Así es como todo empezó, así es como las relaciones se crearon, en un intento de expresar nuestro mundo interior y mostrarlo a los demás, para así hacerles partícipes...

No eres quizás más especial que el resto, tan sólo lo eres para mí, porque desde mi visión interna tú te has convertido en una fantasía que desearía que fuera realidad.

No hay forma de saber si lo que veo es cierto, o si lo que no veo es incierto, sólo puedo hablar de mí, en todo lo que digo, siempre hablo de mí, nunca hablo del otro, porque no existe el otro tal y como lo percibimos.

Sólo sé y siento que te hallé en mí, y que ahora me falta creer que no sólo vives ahí, en mi alma, aunque sé que he creado la necesidad imperiosa de verte con mis ojos humanos, así como puedo ver a cualquier otra persona.

La gente habla del alma gemela como si fuera una pareja ideal, pero en su gran mayoría no creo que se den cuenta de su verdadero significado, porque sólo ven desde afuera hacia adentro, en lugar de verlo al revés.

No considero que yo tenga todas las respuestas, sin embargo, algunas las he logrado descifrar, porque estaban en lo más profundo de mí, esperando a ser recordadas y comprendidas, y eso es lo que no solemos ver, que todo está en uno mismo.

Tú elevaste tu vuelo en mí, y destruiste todos los castillos y todas las cadenas que me estaban aprisionando dentro de mis mentiras, de los engaños de ese mundo inventado e incrustado en una malla de inconsciencia invisible que cubría mi mente.

Al principio me pasaba como a todos, creía que eras otra persona, alguien que tenía que encontrar, alguien que tenía que buscar, alguien en quien estaba depositando toda la responsabilidad de mi felicidad y de mi bienestar, pero tú me enseñaste que el poder estaba en mí, que era yo mi propia diosa, la única que podría alcanzar sus sueños, la única que realmente podía conseguir que todo aquello en lo que yo creyera se hiciera material, y ya no digo realidad, sino que hablo de que lo que está en mi mente y en mi corazón, lo que existe en mí, en mi alma, puedo proyectarlo hacia el exterior, así como lo estuve haciendo sin darme cuenta durante años, proyectando sólo la basura que había en mi inconsciente.
Todo ese potencial que tenemos desperdiciado creando sin darnos cuenta sólo lo que nos hace infelices y tratando de luchar contra lo externo, pensando que ahí radica el problema, cuando en verdad todo está en nosotros.

Tú fuiste la puerta de salida de mis ilusiones, de mis espejismos, y la puerta de entrada al amor. Ya no quiero llamarlo verdadero amor, porque no creo que haya un falso amor, sino que hay un amor que parte de una base egoica, es decir, que crea nuestro inconsciente para saciar carencias, y otro que parte de una base del Ser, que simplemente es, porque el Ser es amor.

Tú apareciste ante mí y te desprendiste desde lo más profundo de mi alma, como un hombre, como un compañero de camino, de vida, que estaba ligado a mi corazón por un cordón brillante que se estiraba y estiraba, y yo te seguía, te visitaba, y en ocasiones comprobaba que respirabas, al igual que yo, en un mundo ilusorio, ajeno a mi existencia humana.

Luego me sentí en tus latidos, y comencé a guardar la esperanza de que, una vez comprendido que eras yo misma en otra persona, tal vez lograría alcanzarte en tu vida mundana y que reconocieras a mi alma en ti, a tu alma en mí.

Cuando reconoces en tu corazón a tu alma gemela ya no puedes dejar de amarla, porque ya la amabas antes de que se manifestara en esa persona, así que no se trata de un amor de este mundo, de nuestro antiguo paradigma en lo que se refiere a las relaciones, sino que te hallas frente a una nueva forma de sentir el amor, de darlo, de relacionarte.

Y todo lo demás deja de tener sentido, la vida se manifiesta ante ti como un regalo que vibra fuertemente en ti, en contrapartida de lo que el ego interpreta como una mala pasada, una trampa en la que el amor es tan poderoso que quedas convertida en él, y el ego se apura en resistirse, en sabotearlo, en pedir manifestaciones de dicho amor por parte de la otra persona, en lograr controlarlo todo, sacándote de tu presencia para hacerte caer en un abismo de inseguridades, de luchas contra uno mismo, de obstáculos que te impiden creer en ti mismo.

Entonces la noche llega y te desmayas en incertidumbres, hasta que alguien se te aparece y te regala una figura tallada en madera, una lechuza blanca para que puedas colgarla de tu cuello.

  • Mira a través de la oscuridad, adapta tus ojos a ella, como la lechuza, y verás la luz aunque parezca que no esté. Confía en ti, en tu habilidad de ver más allá y encontrarás la salida.
Y sí, mi querido ser que habitas en mí, tu mensaje llegó, como todos los demás, desde dentro de mí, como siempre, y así como tú me indicaste, la luz está frente a mí, esperando a que la atraviese para pasar a la siguiente fase.



Ahora sí entiendo de verdad la gran responsabilidad que cada uno tiene consigo mismo, que no debemos dejar de ver que todo lo que nos rodea puede transformarse en la medida en que cambiemos nuestra forma de ver la vida, el mundo.

Sé lo que me harías ahora mismo al leer todo esto, me mirarías con ternura a los ojos, acariciarías mi mejilla con el dorso de tu mano y con esa sonrisa que siempre me muestras y que ilumina tu rostro, me dirías:

  • Todo está en ti, atrévete a creer en ti, a confiar, y salta al vacío, sin miedo, porque lo que te espera es lo mejor que te podría suceder. Yo siempre estaré ahí, contigo, en todo momento, porque vivo en ti, porque vives en mí, porque somos uno.

Así que cuando mi ego tiene miedo del abismo en el que se haya, mi corazón sólo puede ver que ha llegado el momento de saltar por fin hacia un nuevo principio, una nueva vida que me espera y que he ido creando yo misma a lo largo de estos años, tratando de desnudarme de lo denso, dejando mi equipaje, para, sencillamente, alcanzarme a mí misma, recordar quién soy y volar en libertad.

El viejo paradigma se derrumba en mí y eso es doloroso, porque asusta, te arranca de tu zona de confort, pero tú me enseñaste que lo que me da miedo afrontar es justamente lo que me muestra el camino a seguir, porque el temor sólo es la resistencia de mi ego, a veces incluso manifestada a través de las dificultades que se presentan en la vida, y que no tengo que paralizarme o derrumbarme por ello, sino demostrarme que sí puedo, que sí soy capaz, que sí tengo la fuerza necearia, que sí Soy...

Nada ni nadie tiene el poder de negarnos nada, sólo nosotros tenemos el poder de negárnoslo, de prohibirnoslo. El juicio de otros sólo duele si nos juzgamos a nosotros mismos, pero no debemos olvidar que cualquier limitación que otros ven en ti y que intentan que comprendas, sólo es la que proyectan desde sus propias limitaciones.

Por lo tanto, recordaré lo que una vez me dijiste, “si cuando vas a saltar al vacío alguien llega y te dice que estás loco, o te habla de lo que deberías hacer y critica tu decisión, o intenta impedírtelo, no olvides que sólo te está proyectando sus propios miedos desde sus propias limitaciones, así que sólo vive desde lo que hay dentro de ti. Acepta con compasión sus verdades como suyas, no como tuyas, y continua tu camino, porque, aunque la meta pueda ser la misma, tu camino es distinto del suyo.”

Arael Elämä Araham...

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