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Los relatos del blog están divididos en varios títulos genéricos que son "Reflexiones", donde hallaréis escritos espirituales y reflexivos, "Una mirada al Alma" donde podréis leer historias muy profundas de crecimiento personal, del alma, "El Romántico Obsoleto", que cuenta con relatos de humor, irónicos, historias de la vida cotidiana del ser humano, "Diálogos", que son como la palabra dice, conversaciones que suelen ser muy profundas y espirituales, y por último he publicado tres capítulos de una de las novelas en las que estoy trabajando "Alma Cristalina". Disfrutad con todos ellos y compartidlos si os animáis a hacerlo para ayudarme a difundirlos.

Gracias por leerme, bendiciones a todos.

jueves, 30 de octubre de 2014

EN EL ABISMO




Se desmayó la rosa blanca sobre mi pecho cuando mi corazón se marchitó. Desenrredó mi miedo por todo mi cuerpo, me derrumbé, y me sostuvo el delirio abrazado al desasosiego en un intento de que no muriera la flor de amor que se mantenía latente en mi alma...

Todo ocurrió mientras mi luna se iba derramando sobre sí misma, alcanzando lentamente su plenitud, en una espera triste, no comprendida, mientras creía que su presencia era suficiente para seguir guiándome durante mi travesía por el oscuro bosque de árboles de poesía.

El tiempo es sólo tiempo, pero la mente es mala consejera cuando se aferra a las horas que se escapan, o cuando las mira y las desea lejos de su presente, instantes y momentos de luchas de ego, de guerras, de miedos.
Paso a paso, se forja el futuro, se descorcha la botella del vino que se mezcla con tu esencia, y la bebes sorbo a sorbo, como si ya no hubiera más, como si se acabara, cuando en realidad, nada comienza, nada termina, sólo vemos luces que se transforman, cambiando de color, ante nuestras pupilas.
Lo que antes era amor ahora puede ser amor, aunque su tono primero fuera verde y luego púrpura, o azul celeste. 
 
Algunos de nosotros no aprendimos a adaptarnos, y muchos no sabemos comprender que no estamos separados, y nos dividimos cuando la creencia falsa nos domina y nos somete al dolor, a la desconexión de nuestra parte más divina.

Se despegó la rosa blanca que en mi pecho se colgaba cuando mis párpados compungidos lloraron la pérdida de mi alma, que se iba, que se me escapaba ante la inmundicia de lo que no aceptaba.
Y pidió consuelo, clemencia, y supo que a veces sí podía ser rescatada, para después alzar su vuelo hacia la vehemencia por la vida, hacia la verdad sagrada.

Creí estar en un abismo, a punto de caer en el fin de mi mundo, para morir, para no ser, para olvidar que he nacido.

Y una luz azul se me posó en una lágrima, vertiendo su esencia, su música, su voz, su calidez etérea, devolviéndome la vida en un suspiro de belleza incandescente...
Abrí mis ojos y pude ver por fin la verdad que ante mí se esclarecía torpemente.

Murió la tristeza en su último aliento sostenido en mi pecho, se esfumó grácil, para liberarme de lo que me mentía, para mostrarme lo que realmente me conecta con el amor más puro y sincero, el amor a la vida.


Tal vez, cuando se pierde la luz y se siente la oscuridad acomodándose en tu presencia, te pierdes, te mueres de alguna manera, pero cuando tu estrella comienza a brillar de nuevo, cuando la sientes, cuando crece desde tu alma hacia afuera, te das cuenta de que nada tiene importancia, salvo lo que eres, salvo tu vida, salvo el amor que dentro de ti se manifiesta y vibra.

Se desmayó la rosa blanca y resucitó el ángel que en mi corazón habita.
Y una luz azul se me instaló en cada parte de mí misma, regalándome su chispa, su amor, su exquisita bendición, regresándome a la vida con un beso de amor que me bebí de su fuente de luz, nacida de un cielo de soles, estrellas y brisas.

Cuando mueres y renaces, ya nada es como lo era antes, sólo queda el resumen de lo que fuiste y te enseñó a ser como ahora eres, y te levantas más fuerte, más sabio, dispuesto a continuar adelante.
Aceptación, que no es resignarse, sino entender que no existe el control sobre tu presente, debes nadar en el río a través de su corriente, fluyendo como gota que salpica, que entre remolinos se pierde, danzando en su música inteligente, para saber sacar partido a las soluciones que se te muestran cuando de ti mismo eres consciente.

Bajo la serenidad de mi alma, la que sonríe tras la tormenta y me asiste, entiendo que si caigo puedo levantarme, y que siempre hay manos amigas que me atienden. 
 
Miraré hacia dentro para saberme, para no volver a extraviarme, para crecer y saber que puedo ser vulnerable, y que eso no es un defecto, sino una parte de mi humanidad inquebrantable, y trascender el miedo a serlo te conduce a la fortaleza que en tu ser se esconde.


Arael Líntley.

2 comentarios:

  1. Que difícil y hermoso es a su vez este camino cuando la rosa se desmaya y desaparece de nuestro pecho, cuando la oscuridad nos absorbe y nos vemos perdidas al borde del abismo, pero ahí está nuestra luz, nuestra estrella que nos eleva que nos guía y que nos hace ser cada día mas sabias, pues ahora, nunca más somos las mismas de ayer, cada día somos mas luz y cada día nuestro propio ser que se va purificando está encontrando ese puente hacia nuestro hogar.
    Namasté

    Andrea

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    1. Así es, bella Andrea, y así es como nos vamos elevando y vamos avanzando, comprendiendo y aprendiendo a ser nuestra mejor versión...
      Un abrazo muy fuerte, preciosa.
      Arael

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