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Los relatos del blog están divididos en varios títulos genéricos que son "Reflexiones", donde hallaréis escritos espirituales y reflexivos, "Una mirada al Alma" donde podréis leer historias muy profundas de crecimiento personal, del alma, "El Romántico Obsoleto", que cuenta con relatos de humor, irónicos, historias de la vida cotidiana del ser humano, "Diálogos", que son como la palabra dice, conversaciones que suelen ser muy profundas y espirituales, y por último he publicado tres capítulos de una de las novelas en las que estoy trabajando "Alma Cristalina". Disfrutad con todos ellos y compartidlos si os animáis a hacerlo para ayudarme a difundirlos.

Gracias por leerme, bendiciones a todos.

jueves, 18 de septiembre de 2014

CARTA DEL AMOR A UN HOMBRE RESIGNADO

(Dedicado a mis amigos Ana y Pablo, por su cariño, por su comprensión, por compartir conmigo sus anhelos, sus inquietudes y escuchar los míos con tanto amor. Gracias.)






  • Despierta y mírame, ¿ya puedes verme?- Le dice el amor a un hombre que esconde su rostro entre sus manos resignado ante una vida dura e injusta.
  • Sí, puedo presentirte, noto cómo una leve vibración comienza en mi pecho.- Contesta emocionado con lágrimas en los ojos.
  • Pues ahora sólo deja que tu sonrisa te cuente lo que sientes, permite que yo crezca libremente...y lee de nuevo mi carta.

Para el hombre resignado

Querido ser que esperabas en el andén para que yo te hallara, quiero preguntarte algo, quiero decirte tantas cosas...

Hace tiempo que he llegado, y te he visto allí sentado, triste, cabizbajo, preguntándote tantas cosas, divagando, distraído y rezagado de tu vida, renegado de encontrar una buena y hermosa salida donde la felicidad sea compartida.

¿Por qué no me ves?...

Tanto tiempo caminando, tanto tiempo escuchando tu llamada, tanto tiempo sintiendo cómo mis pasos se iban acercando...
Tanto dolor hay en tu pecho que se cerró para siempre la puerta que un día debíamos atravesar unidos, y ahora sé que aunque me tuvieras a tu lado, sería como si no me hubieras hallado...

Te perdiste en tu historia, en tus anhelos, buscando y buscando en lugares donde todo era incierto, donde nada de lo que ansiabas podía nacer porque tu alma sabía que allí no hallarías lo que tu corazón sentía como amor completo...

Y al extraviarte a ti mismo, te perdí, te perdí antes de que mis manos pudieran entregarte la llave para que descubrieras lo que en tu cofre sagrado ocultabas, ese amor tan grande que surgía de lo más profundo de ti, atento, aguardando el mejor momento para florecer contento...

Soy un fantasma ahora, una tormenta que llueve para desgarrarse en rayos que rompen las esperanzas, que tiñen el sol de niebla y añoranza, una sombra rebelde que se desmaya ante tus pies, descalza ya de andar por la senda de tu playa, sedienta pero muerta, entumecida por el desencanto, por descubrirte muerto, vacío, quizá es demasiado para darte mi mano...

¿Y qué hacer si ya no hay tren porque el maquinista decidió dejar de hacer su recorrido?

Dejé mis maletas para alcanzarte rápido, pero esta vez no he sabido detener tu dolor y salvarte de ti mismo, de lo absurdo que es olvidarlo todo para luego tratar de recordarlo...

Si no sabes reconocerme cuando ya estoy a tu lado ¿por qué me has estado invocando?

Hablas de mí y dices que soy lo que une a las personas, que deseas sentirme, que persigues abrazar la calidez de lo que mis brazos de fuego pueden proporcionarte cuando te dejas llevar y me sostienes en tu cuerpo, en tu alma, en todo cuanto puedes llegar a ser.

Soy muchas veces un vago recuerdo, frágil, confuso, pero sabes cuánto te lleno, cuánto vibras cuando te acaricio a través de los dulces besos que calman la sed de empaparte de ese sentimiento al que sin querer negaste por el desengaño y el desasosiego.

Pero ya he llegado, y te estoy diciendo:

  • Mírame, estoy aquí, ¿no te das cuenta?. Apenas soy la semilla enterrada en la tierra y aún no he brotado, pero he llegado, mi querido compañero, acudí a ti, y ya no puedo desaparecer, aunque no puedas verme.

Cuántas veces otras fracciones de mí han anidado en otros corazones y ninguno de sus dueños les han denegado la entrada, y cuántas otras ha sido muy al contrario, y mis otros yoes se han derramado en las lágrimas de de alguno de los implicados...

Negarme es morir, es vaciarse de uno mismo, es perecer en el miedo y en el esperpento absurdo de lo inconexo, de lo perecedero, de lo que era venidero, y olvidar que los seres humanos sin amor no alimentan a su alma y la dejan fallecer ahí dentro...

Por eso insisto, compañero...no quiero ver tu bella esencia convertirse en humo negro...

Si hoy no puedes verme, mañana pruebo de nuevo...
Si hoy estás confuso, mañana seré el sol que te alumbre para darte claridad e impulso...
Si hoy sufres con el recuerdo de la desolación y te confunde el deseo de un anhelado futuro, mañana las estrellas brillarán muy fuertemente para enseñarte el destino de un amor que cambiará para siempre tu rumbo...

Así que, querido compañero de corazón ensombrecido, he llegado al andén para que subas al tren conmigo... soy el amor, soy el amor que ha florecido en tu alma aun sin haberlo percibido, soy el amor que te habla mientras estás dormido, soy el amor que te alcanza porque así lo has merecido, soy el amor que te atrapa para girar las agujas del reloj en otro sentido...

Permítete sentirme, libérate, suelta las ataduras que te apartan de lo que te traigo, deja que resurja, porque en realidad, querido compañero, siempre he estado ahí contigo...
 
Sé ese ángel hermoso que yo veo en ti, y deja brillar a tu ser a través de tu piel, de tu voz, de tu alma y de lo que yo soy, la fuerza de tu corazón...

Firma:

El Amor


Eva Bailón
Derechos de autor

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