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Los relatos del blog están divididos en varios títulos genéricos que son "Reflexiones", donde hallaréis escritos espirituales y reflexivos, "Una mirada al Alma" donde podréis leer historias muy profundas de crecimiento personal, del alma, "El Romántico Obsoleto", que cuenta con relatos de humor, irónicos, historias de la vida cotidiana del ser humano, "Diálogos", que son como la palabra dice, conversaciones que suelen ser muy profundas y espirituales, y por último he publicado tres capítulos de una de las novelas en las que estoy trabajando "Alma Cristalina". Disfrutad con todos ellos y compartidlos si os animáis a hacerlo para ayudarme a difundirlos.

Gracias por leerme, bendiciones a todos.

jueves, 12 de junio de 2014

EL HOMBRE QUE HALLÓ A SU LLAMA GEMELA

 DEDICADO A MI GRAN AMIGO


Llevaba sólo unos meses preguntándose si realmente existía esa persona especial para él, eso que algunos están llamando llama gemela, otros alma gemela, otra mitad, complemento en polaridad cuando el universo conspiró a su favor y le puso delante a esa mujer. Su desconcierto era enorme, sus sensaciones indescriptibles, su confusión, su miedo y a la vez su alegría de haberla hallado se mezclaban en su pecho como una gran bola energética a punto de estallar.

Todo empezó cuando nos conocimos, bueno, en realidad no es cierto, todo empezó cuando él, Pedro, decidió nacer, encarnarse en esta Tierra, sin embargo algo se activó en él aquel día que comenzamos a hablar.

Aquella tarde de agosto, hablaba con Alba, mientras permanecíamos sentadas en un banco de madera, bajo la sombra del único árbol que continuaba a salvo de las manos humanas que habían destruido todo lo que había existido allí, justo antes de edificar el nuevo barrio donde vivíamos desde hacía seis años. La conversación era profunda y emotiva, ella me explicaba cuánto echaba de menos a su querido amigo Miguel, el cual había fallecido el año anterior y yo sentía su presencia como si estuviera vivo, allí a mi lado.
Tras una media hora, a lo lejos, vi cómo se aproximaba Pedro, con su habitual aire de hombre fuerte, robusto y varonil, de aspecto de falsa arrogancia y presunción, un disfraz que algunos detectaban como real produciendo en ellos el rechazo hacia esa faceta de su personalidad, un hombre cuya verdad interior era más parecida al desdén hacia sí mismo, desdeñado por sus propias creencias ocultas que se cernían sobre él como grandes fantasmas dispuestos a destrozar su estabilidad y su felicidad.

Nos conocimos inmersos en una convesación profunda, sobre la vida, el amor, la capacidad de ver más allá, de percibir energías y señales en nuestro camino que nos ayudan a alcanzar nuestros sueños sólo si sabemos estar atentos...

A partir de aquel día iniciamos una gran amistad, basada en el descubrimiento del alma, en la conexión interior que todos deberíamos poder disfrutar para ser felices, para aprender a amarnos incondicionalmente a nosotros mismos y así poder amar de la misma manera a los demás.

Él llegó a conocer mi historia, mi búsqueda y mi anhelo incansable, mi dolor punzante por no poder encontrar en el plano físico a mi llama gemela, un sufrimiento que yo arrastraba desde hacía muchos años y que me alejaba de mi propia luz cuando emergía, pues me inundaba de desesperanza, desilusión y desaliento. Me escuchaba con interés, suscitando en él su propia añoranza de amar así, de hallar a alguien a quien poder mostrar tanto amor y que le amara de la manera en que yo amaba a mi otra mitad sin ni siquiera saber quién era, sin conocerle.

Nuestras charlas eran largas, acompañadas a veces de paseos, de algún té en algún bar cerca de la estación de tren, o del supermercado antes de ir a comprar con Alba, de confesiones mutuas, de expresión del idioma de nuestros corazones, de nuestros miedos ocultos, de nuestras almas deseosas de cumplir con su misión. Tal vez es hoy en día una de las personas que más comprende lo que mi corazón manifiesta en su lenguaje particular, algo que otros nunca han llegado a oír, ni tampoco han sabido comprender.

Pedro siempre fue un hombre muy luchador, muy guerrero. Su vida no fue fácil, su niñez estuvo marcada por el desamor y la incomprensión, maltrato emocional por parte de sus padres. Su instinto más notable era la protección hacia sus seres queridos, el arduo deseo de sacrificarse por aquellos a los que amaba y sentía indefensos, darlo todo por ellos, incluso su vida si ello era necesario, en su gran afán de que la justicia prevaleciera por encima de todo.

Pero yo veía sólo a un niño desvalido que estaba despertando hacia su propio mundo, hacia sí mismo, hacia su sabiduría, hacia su amor hacia su ser, hacia la aceptación de su vida y de todo lo que había acontecido en ella.

Su creatividad le había llevado, desde años atrás, a realizar un buen trabajo, un programa informático de gran utilidad que ya estaba siendo una herramienta propicia para una empresa importante de Girona.
Sin embargo, su programa corría peligro de ser plagiado y utilizado ilegalmente si no lo registraba como obra suya.
Así que se propuso hacerlo.

  • Arael, podrías venir conmigo y así registras tu libro, ambos podemos ir a Barcelona en mi coche, así no tendrás que ir en tren.
  • Gracias Pedro, pero es que aún no lo tengo acabado, por lo pronto voy registrando mis reflexiones y poemas en internet, así que tengo derechos de autor, no me preocupo por eso. Espero que te vaya bien.

Su propósito fue cumplido, su obra registrada, todo parecía ir bien hasta que un mes más tarde recibió una carta donde el registrador le denegaba su derecho a registrar su obra con alegaciones equívocas.
Pedro siempre ha sido justo, contundente, temperamental, así que no cedió ante aquel obstáculo y decidió prodecer a una poner una demanda, solicitando un abogado de oficio.

Recuerdo su rostro desencajado, su desmedida pasión defendiendo sus ideas, su enérgica actitud mientras me leía y exponía sus argumentos para defenderse de tal agravio, mientras Alba y yo intentábamos que se calmara, que intentara ver las cosas de un modo elevado para no actuar desde su enfado, sino desde la tranquilidad de su sabiduría interior.

  • No estoy enfadado -nos dijo conciso y contundente. - Sólo defiendo mis derechos, estoy harto de que se me nieguen, esto no es justo y voy a demostrárselo.
  • Perfecto, Pedro -le contesté- pero si quieres que todo salga bien debes conectar con tu corazón, porque sólo desde la calma podrás hallar respuestas y soluciones, sólo desde tu ser podrás tomar decisiones acertadas. Sé que eres muy pasional con tus ideas, pero desde esa pasión que sientes sólo hallarás una energía que proviene más de tu ego que de tu alma.
  • Proviene de mi intelecto, sé que ese hombre se equivoca, lo sé.
  • Sí, tu intelecto es importante, pero no es más que ignorancia si no eres capaz de manerjarlo desde tu sabiduría más profunda, desde tu corazón, ya sabes lo que siempre te digo, el conocimiento sin amor es estupidez, tu verdadera sabiduría siempre proviene desde el amor y la esencia de tu alma.
  • Tienes razón...Trataré de estar más sereno, mi corazón me dice que tengo que actuar, pero que debo estar más tranquilo para poder escuchar lo que me tiene que decir.

Tras una semana y media todo empezó a ponerse en su lugar, por fin tenía un abogado para defenderle, una mujer.

  • ¿Qué te dice tu corazón ahora, Pedro?
  • Que aunque haya hablado una sóla vez por teléfono con esa mujer, aunque no la conozca de nada, es alguien especial, me ha hecho sentir algo extraño, como una conexión que no comprendo.
  • El lunes podrás comprobar qué es eso especial que sientes, cuando la veas, cuando la tengas frente a ti, sentirás su energía, y si ella es tu otra mitad energética, lo sabrás, lo sentirás en tu pecho, ya lo verás.
  • Arael, hace sólo unos meses que deseé realmente hallar a mi llama gemela y ahora me encuentro con la posibilidad de que ella pueda serlo, no sé qué me está pasando, tengo muchas ganas de conocerla y no sé por qué.
  • Déjate llevar, Pedro, fluye como el agua de un río, y ya me contarás.



Ese fin de semana fue para mí muy bello, tenía preparada una salida con una buena amiga, desconectando de mis rutinas, en un hotel de Calafell, al lado de la playa. Olvidé por completo la historia de mi amigo, aunque no la mía propia, así que me sumergí en mis anhelos, viviéndolos desde el amor y la ilusión, disfrutando del sol, el agua del mar, el paseo marítimo por el cual caminé junto a Elsa, una de mis compañeras de fatiga, recordando emociones, amores, sensaciones, gozando de la brisa nocturna, de una cena al lado del mar, del vino, de las risas, de lo guapas que nos habíamos puesto para sentirnos especiales, bellas, y superar complejos y limitaciones que estaban implantadas en nuestras mentes, impuestas por creencias colectivas, bajo el prisma de una sociedad materialista y superficial.
Cada uno tiene su propio trabajo interior, un esfuerzo más grande o más pequeño por ser uno mismo, libre de contradicciones causadas por el afán de ser como la sociedad dicta para no ser rechazado, para ser aceptado.
Cuando un gran amor se presenta ante tu vida lo primero que sientes es un terror inusual de no ser aceptado, y todos los defectos que ves en ti parecen magnificarse, en ocasiones hasta el punto de no saber si huir o tener el valor de amar y ser amado, de dar la oportunidad a tu alma de sentir el verdadero amor. Todo lo que ves en el otro parece estar por encima de ti, como si de pronto todo aquello que siempre has anhelado te asustara, haciéndote temblar de emoción y de miedo, y creer que no estarás a la altura de la situación, a la altura de él o ella.
Elsa y yo conversamos mucho sobre ello, sobre ser una mujer atractiva o no, sobre los defectos físicos que nos hacen sentirnos inseguras, sobre la edad de nuestros cuerpos, nuestra piel envejecida, o nuestras manías, cosas muy terrenales que no deberían preocuparme en absoluto, y realmente a mí no me afectaban, sin embargo, me preguntaba si cuando encontrara a mi llama gemela podría rechazarme por no ser su tipo, por no sentirse atraído por mi aspecto, o por pensar que es demasiado joven, o demasiado mayor, o por no estar lo suficientemente despierto hacia sí mismo como para saber reconocerme.
Son muchos los casos que he visto en los que dos mitades energéticas se encuentran y uno de ellos reconoce al otro, pero el otro no acepta a su alma gemela por ser físicamente muy diferente de lo que está acostumbrado a tener como pareja, o por un miedo aterrador de sufrir, o por tener una pareja a la que ya no ama pero a la que está acostumbrado, negándose a sí mismo y a su amada mitad la posibilidad de ser uno, de amar de una manera profunda e intensa, maravillosa.

Mi experiencia fue muy gratificante, reí, lloré de emoción, me bañé en el mar, compartí...

Llegó el esperado lunes para Pedro. Su encuentro fue increíble para él, un hallazgo inusual, insólito, una conexión más allá de lo humano, más cerca del cielo que de la tierra.

  • Arael, ha sido hermoso, sentía cosquillas en mi pecho, mi corazón ardía en una efusión de amor extraordinaria, mi alma vibraba.- me explicaba emocionado.
  • Me alegro mucho, Pedro.
  • Nunca creí que yo conociera antes a mi llama gemela que tú.-me dijo con algo de tristeza por mí.
  • Eso no importa, Pedro, esto ocurre siempre en el momento adecuado.
  • Tu momento llegará, lo sé.-Afirmó preocupado.
  • Sí, yo también lo sé, lo siento en mi corazón, tengo la certeza de que está muy cerca de mí, pero como te he dicho antes, todo sucede en su justo momento, cuando ambos estemos preparados para ello.
  • ¿Significa eso que nosotros lo estábamos?
  • Significa que cada pareja de llamas gemelas se conoce y encuentra en el preciso momento en que pactaron hacerlo, viven lo que decidieron vivir para crecer, experimentar y aprender lo que es amar, para sanar todo aquello que pueda impedirles su fusión, su unión, su comprensión mutua. Si una pareja se encuentra sin haber sanado, su encuentro puede ser sólo temporal, y después haber un distanciamiento hasta que sus almas estén listas para retomar su amor en lo físico, para materializarlo, para experimentar el cielo en la tierra siendo uno.
  • ¿Y qué pasa si nosotros no estamos preparados para comprendernos? -me preguntó con mucha preocupación.
  • Nada, Pedro, sólo que tendréis que aprender a hacerlo conjuntamente, o por separado, eso dependerá de lo que decidáis vosotros.
  • Arael, tengo miedo de que no quiera saber nada más de mí. Cuando estaba junto a ella no pude evitar hablarle desde mi alma, le dije cosas muy profundas y creo que puede haberse asustado.
  • Tranquilo, Pedro, no empieces a escuchar a tu ego, el miedo sólo te traerá sufrimiento y retrasará todo el proceso.
  • Pero estaba intranquilo y le escribí un mail para disculparme por ser demasiado intenso en nuestra conversación. Nos tomamos un té y estuvimos más de una hora hablando, de nuestras vidas, de nosotros, de cosas muy personales. El tiempo pasó muy rápido y a la vez era como si se hubiera parado. Cuando la miraba veía estrellas que brillaban fuertemente, y una de ellas lo hacía con más fuerza, centelleando como si me quisiera decir algo.
  • Pedro, has hallado a un alma importante para ti, eso es lo que significa haber visto esas estrellas, haber sentido todo lo que dices.
  • Pero no me contesta el mail. -dijo cabizbajo y triste.
  • Dale tiempo, ten paciencia.
  • Pero sé que lo ha leído, lo sé, y estoy nervioso e impaciente, quiero llamarla, necesito hablar con ella, ¿y si no vuelvo a verla más?
  • No lo hagas. Ella necesita integrar lo que ha sentido, necesita asimilarlo, piensa que ella también ha sentido cosas que no entiende, tienes que respetar sus tiempos, aceptar que ella no puede ahora contestarte, o que no quiere hacerlo, es su decisión y tú tienes que estar por encima de eso. No puedes dejarte arrastrar por tus dudas y miedos.
  • Esto es demasiado lento para mí, quiero que vaya más rápido... tiene que haber otra manera que no sea esta espera incesante, esta espera desgarradora. ¿Ves, Arael? Acabo de conocerla y ya me siento así, esto no es normal.
  • Sí, es normal, cuando conoces a tu otra mitad no puedes dejar de pensar en ella, no puedes dejar de sentir su presencia. Puedes sentir sus emociones, su confusión, su malestar, su alegría. Conozco a personas que sienten incluso sensaciones físicas, si su otra mitad se enferma, ella también, si tiene insomnio, ella también, si tiene un accidente, lo sabe, es tan fuerte la unión y la conexión que aunque estén a kilómetros de distancia pueden percibirse. Es como si te hubieran implantado su esencia y en tu mente no puedes dejar de ver su imagen, además de sentirle dentro de ti, viviendo en ti.
  • Parece que lo hayas vivido tú.
  • Sí, lo he vivido, Pedro, y lo vivo, sólo que no sé dónde ir a buscarle, sólo sé que está cerca, lo cual es bastante desesperante cuando conecto con mi parte más humana y emocional, por eso hay que mantenerse elevado, por eso es importante tener paciencia, comprender, trascender, brillar, porque tu luz la ayudará a reconocerte, y si estás triste, enfadado o nervioso, impaciente e inquieto, tu luz quedará ensombrecida y ella no podrá verte con claridad.
  • Me parecía inteligente no esperar, buscar un atajo para que todo ocurriera más pronto, llamarla y zanjar esto rápido, porque no puedo seguir con esta incertidumbre.
  • No, Pedro, eso no es inteligente. Te has pasado el tiempo deseando atajar por el camino más corto para llegar antes a lo que tú deseas alcanzar, pero eso te ha llevado a no trabajar tu impaciencia, te ha llevado a ser un hombre que no sabe cómo abordar la espera de un acontecimiento importante con paciencia y respeto. Ahora no te quedará más remedio que aceptar que tienes que saber aguardar a que ella esté preparada para despertar ante ti y verte como lo que eres, su llama gemela.
  • Sí, supongo que me he hecho trampas a mí mismo.
  • Jajaja, sí, Pedro, pero aún estás a tiempo de aprender, sólo siente desde tu alma, ella te hablará y te guiará por el camino correcto.
  • Supongo que no tengo más remedio que esperar, Arael, así que esperaré... pero ¿y si no es ella mi llama gemela?
  • Sea como sea, Pedro, ella es importante para tu alma, porque el reconocimiento ha sido muy fuerte, si no es tu llama podría ser un alma gemela que te ayudará a crecer, aprender y a valorar el amor incondicional para que ello te ayude a unirte a ella más adelante.
  • Me aterra sufrir, te he visto a ti padecer por su ausencia tanto, no sé si encontrar a tu llama gemela es una bendición o es un tormento.
  • Es una gran y maravillosa bendición, no te preocupes, yo he sufrido por su ausencia física, porque me sentí abandonada por él, porque mi parte humana me atormentaba con pensamientos negativos, creyendo que prefería estar con otras mujeres antes que conmigo, faltando así a su promesa de estar juntos, de amarnos, esa promesa en la que él tenía que cuidar de mí, protegerme, guiarme... Me sentía olvidada por él... pero aprendí, Pedro, que el amor no es eso, que es mi ego quien me hace sufrir y que solo yo tengo el poder de permitir o no que eso ocurra, y he decidido no sufrir más. Amar no es desear estar con la persona amada, amar es amar, incondicionalmente, aprendí la lección soportando un gran dolor, pero por fin lo supe, amo a mi otra mitad sea quien sea, sea como sea, esté donde esté, se dedique a lo que se dedique, tenga la edad que tenga, sea serio, simpático, maniático, loco, alto, bajo, flaco, guapo, feo, rubio, pelirrojo o moreno, me da igual todo eso, sólo deseo que sea feliz...allá donde esté...y desde aquí, le enviaré mi amor siempre, siempre, y mi luz también, porque eso es amar, Pedro, es darlo todo, es dar sin pedir nada a cambio...
  • Pero aún hay tristeza en tu mirada, Arael...
  • Sí, mi anhelo, mi añoranza de su abrazo, de su mirada, de su cercanía, es algo que no sé disimular, soy un alma nostálgica y romántica, y mi melancolía me ayuda a escribir relatos y poemas, supongo que eso va conmigo porque es parte de mí...
  • Si no hago nada, si no la llamo, será como si me rindiera, como si dejara pasar la oportunidad de concocerla mejor.
  • No, Pedro, en este caso, no hacer nada es amarla, respetar que ella pueda responder después de entender y asimilar lo que está sintiendo. Cuando tú sientas en tu corazón que debes llamarla, hazlo, pero sólo cuando sea tu alma quien te lo diga, no tus miedos. Yo no dejo de luchar, Pedro, no dejaré nunca de esperar que algún día él aparezca, y cuando lo haga, mi amor estará ahí para él, intacto, íntegro, puro, fuerte, recio, sin condiciones...

Pedro ha encontrado a su llama gemela...
Eso es un verdadero milagro, un milagro en el que yo he sido testigo, un milagro que adoro...

Desde aquí te deseo lo mejor, amigo mío...Gracias por todo lo compartido y por todo lo que compartiremos en el futuro...

Arael Líntley.







2 comentarios:

  1. Hermoso!!! Que bueno por Pedro!!!
    Yo tambien ando por el mismo camino y la historia de tu amigo me ha abierto los ojos. Entiendo el sentir de ambos ,la desesperacion de Pedro y tu nostalgia, Arael.
    He vivido tantos cambios en tan poco tiempo, parece mas pelicula que vida real; a veces me miro al espejo y me asombro que a mi edad todovia luzca como de 20 , como si el tiempo no pasara para mi esperando por algo o por alguien. Llegue a pensar como otros, que madurar es andarse amargado y quejoso, pero cada dia me vuelvo mas entusiasta , mas libre, mas de mi misma. Me quiero mas , me odio menos, me gusta estar en mi, conmigo.
    Tengo tanto para contar.

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  2. Hermoso!!! Que bueno por Pedro!!!
    Yo tambien ando por el mismo camino y la historia de tu amigo me ha abierto los ojos. Entiendo el sentir de ambos ,la desesperacion de Pedro y tu nostalgia, Arael.
    He vivido tantos cambios en tan poco tiempo, parece mas pelicula que vida real; a veces me miro al espejo y me asombro que a mi edad todovia luzca como de 20 , como si el tiempo no pasara para mi esperando por algo o por alguien. Llegue a pensar como otros, que madurar es andarse amargado y quejoso, pero cada dia me vuelvo mas entusiasta , mas libre, mas de mi misma. Me quiero mas , me odio menos, me gusta estar en mi, conmigo.
    Tengo tanto para contar.

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