DEVOCIÓN
Dedicado a mi Llama Gemela
Oler las flores, sentir la
brisa primaveral en mi piel, el viento acariciando mi cuerpo, desmayar mis
latidos tras el murmullo de las olas del mar como un poema que se filtra en mi
alma para hacerme soñar y soñar…
Pintar un cuadro, con los
colores que mis ojos admiran… Cantar mientras sonrío, escribir relatos y
poesías que nacen de mi corazón sediento de esta belleza que percibo en la
vida, en la verdadera esencia de existir…
Conocer el maravilloso y
misterioso mundo de cada persona que aparece en mi vida, ya conocida o no, pero
que descubro cada día como un nuevo amanecer ante mí…
Conversar, reír, pensar,
sentir, amar…
-¿Qué es esta devoción que
siento en mí?
Es el gran amor que
experimento en mi alma, es este recorrido que mis lágrimas hacen al derramarse
al sentir la magia de lo que soy capaz de amar… El mayor regalo del mundo no es
ser amado, es poder experimentar el amor dentro de uno mismo… Lo demás llega
solo…
Devoción, sí, siento
devoción por el mar, las montañas, el cielo azul, las estrellas, la luna, el
sol, mi hogar actual, este planeta…
Devoción por esos seres
que respiran y viven, por cada partícula de lo que me rodea…
Así es mi verdadero ser,
así ama, así siente, así se manifiesta a través de esta humilde persona que soy
yo…
No soy mucho más que una mujer
sencilla que no posee nada, sin ostentar absolutamente nada salvo sentir esta
dicha, este amor, esta increíble devoción, una mujer serena, que camina
descalza por la senda de las flores que tanto adora, margaritas, rosas,
tulipanes y girasoles me acompañan, porque no necesito más que la fragancia de
sus voces, voces aterciopeladas que me guían hacia el saber de mi espíritu, de
mi alma…
Si un día te cruzas en mi
camino, te amaré, porque soy amor, te miraré al alma, te rozaré el corazón,
saludaré a tu esencia y besaré tu existencia completa con el beso de todo lo
que soy…
Porque eso soy, soy
devoción, soy el viento que acuna tus pesares, sólo cuando lo permites al
escuchar mi voz que te llama, porque decidí desnudarme de lo que no soy, para
no llorar más por estar atrapada en el olvido de mi mente, a veces absurda y
castigada, a veces inteligente y conocedora de mi inmensidad callada, pero no
vine sola, tú me acompañabas…
No puedo explicar cómo sé
que tu mano y la mía están ligadas, mas
lo sabrás cuando alcances mi mirada y la bebas como agua que tu boca
espera desde tu alborada…
No soy sólo el opuesto que
se une a ti y te reclama, soy tu más grande reflejo, lo que más temes de ti y
lo que más amas, un desafío, un reto, un amor que no es como ninguno de los que
tus vivencias traen a tus recuerdos como grandes pasiones, enamoramientos o
dramas, no soy como ellas, no soy nadie, sólo soy porque tú eres, soy porque
sin conocerme me sientes, soy porque sin haberme amado me amas desde tu
corazón, tu alma y tu mente, en el anhelo de lo que a veces crees inexistente,
en el ensueño de lo que hay en cada deseo de ser amado, de amar, de vivir, de
alcanzar ver el sentido de todo lo que has sufrido, de lo que has creído, de lo
que has buscado perdido…
Y yo… hoy soy devoción,
anclada en el infinito, surcando tu alma sin que me veas, nadando en tus labios
aunque no creas, aunque a veces el miedo y la desesperanza te venzan, soy el
aroma extraviado de mi dulce aliento de luz, de estrella, de mi suspiro de alma
eternamente enamorada…
Te alcancé hace ya tiempo,
pues como el sol ilumina mis días, tú resplandeces en mi esencia cada mañana,
tarde, noche y alba, y yo, soy la luna que te observa en cada instante de tu
jornada, en cada momento, en cada segundo en que eres, existes y andas…
Andas en mi camino,
colmado de las flores que desprende mi destino, forjando el encuentro del
abrazo que nos unirá también en este lugar que nos separa en la estructura de
lo denso, porque en lo etéreo somos una sola llama…
Y sigo escalando la cima de este sendero que me eleva
hacia lo más alto de la montaña, sola, pero sintiendo tu presencia, oyendo el
latir de tu esperanza, y cada vez más liviana, vaciando mi mochila de los
hechos que pesan en mi espalda…
Soy devoción, devoción por la vida, el amor, la fuerza
y el coraje de continuar en esta danza, danza de luz ahora, aunque antes
hubiera pena, dolor y añoranza…
Devoción… Devoción por ti, devoción por ambos, devoción
desde mí hacia el todo de lo que comparto en esta existencia amada...
Arael Líntley
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