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Los relatos del blog están divididos en varios títulos genéricos que son "Reflexiones", donde hallaréis escritos espirituales y reflexivos, "Una mirada al Alma" donde podréis leer historias muy profundas de crecimiento personal, del alma, "El Romántico Obsoleto", que cuenta con relatos de humor, irónicos, historias de la vida cotidiana del ser humano, "Diálogos", que son como la palabra dice, conversaciones que suelen ser muy profundas y espirituales, y por último he publicado tres capítulos de una de las novelas en las que estoy trabajando "Alma Cristalina". Disfrutad con todos ellos y compartidlos si os animáis a hacerlo para ayudarme a difundirlos.

Gracias por leerme, bendiciones a todos.

domingo, 13 de diciembre de 2015

EN EL DESTIERRO (Reflexión)

A veces, en esta vida, cuando abres los ojos y empiezan a caer los velos, no te queda más remedio que decidir de qué lado quieres estar, y no me refiero a los típicos bandos del bien y del mal que hay integrados en nuestra psique y que hemos heredado como si se tratara de un patrón inamovible que genera una distorsión en nuestra interpretación del mundo, sino que la elección es entre seguir viviendo una realidad de alguna manera impuesta en nuestro inconsciente y que permite que se nos manipule con cierta facilidad, o decidir salirte del camino preestablecido y que se había gravado de alguna forma en tu subconsciente como el apropiado para ti.

En el momento en que te decantas por exiliarte de lo que empiezas a ver como una gran mentira, todo parece volverse complicado, vas contra la corriente, luchando para no ser apartado y abandonado a tu suerte por desvincularte del sistema, o de lo que algunos llaman la matrix. Las personas que te conocen y que amas no se dan cuenta de lo que realmente está ocurriendo a su alrededor y actuan como individuos sometidos a sus pensamientos programados, a ideales que no son más que patrones y más patrones que no les permiten ser ellos mismos, y eso te ayuda a verte mejor a ti, porque ves en ellos el reflejo de tus propios conflictos, de tus propias carencias, en definitiva, de tus propios programas inconscientes y de cómo te comportabas tú también antes de realizar el despertar a otro nivel de consciencia.

Comienzas a darte cuenta de que ya no puedes seguir los mismos pasos que antes seguías, porque ya no pertences al mundo al que creías pertenecer, nunca lo hiciste, siempre fuiste una inadaptada, y entonces comienzas a crear tu propio camino, paso a paso, poniendo un pie sobre el vacío para construir el suelo que vas a ir transitando.

Algunos te pueden llamar valiente, otros loca, ingenua, puedes ganar muchos amigos, pero también enemigos, (todo desde un punto de vista polarizado y mental) incluso puede acercarse a ti gente que no te comprende y que te exige que cumplas con sus expectativas, gente manipuladora que se cree con el derecho, tal vez oculto, de chantagearte emocionalmente, porque sabe que no quieres herir a nadie, porque cree conocerte bien y trata de que seas como a ellos les va bien que seas, porque les pareces moldeable, porque si no lo eres les estás mostrando su propia cárcel y eso no lo pueden consentir, gente que no tolera que seas libre y expreses lo que sientes y que te cierra su corazón cuando les dices las cosas claras, o cuando actuas sin miedo y sin remordimientos, y gente que no acepta lo que transmites y que trata de desvirtualizarlo, de ponerte en tela de juicio y que te acusa de ser oscura. 


 
En realidad, no creo en la oscuridad tal y com la conciben muchas personas, pues para mí sólo existe la luz, sin embargo la dualidad que hemos creado nosotros, ha convertido un posible edén en un campo de batalla entre una falsa oscuridad basada en nuestras propias sombras, emociones densas que se manifiestan en el exterior en forma de violencia y crueldad, y una falsa luz que se manifiesta como una hipocresía que no es más que más ego, y más ego. Yo prefiero apartarme de esa guerra absurda que se mueve en el exterior y mirar dentro de mí para que mi propia guerra se acabe, para lograr moverme en lo no dual en algún momento de mi existencia. Aquellas personas que hablan mucho de oscuridad, que la ven por todas partes, son las que continuan dándole poder, y las que de alguna manera siguen jugando a la manipulación a través del dominio que genera el miedo a nuestras propias sombras. Aunque esto es sólo mi propia valoración personal. Todo acto horrendo corresponde a las sombras que hay en nosotros como humanos, y no lograremos que desaparezcan dichos actos si no comprendemos que en cada uno de nosotros reside la oportunidad de iluminar nuestra oscuridad, amándonos y valorándonos, pero esto no se comprende leyendo textos como este, sino practicando, transitando ese camino, viviéndolo, sufriéndolo en tus propias carnes.

Cuando me encuentro con esas personas que antes he mencionado, recuerdo que no son ellos los que me rechazan, me hieren o me critican, recuerdo que no son ellos los que se decepcionan de que yo no sea como esperaban, recuerdo que ellos son víctimas de sus propias ideas y pensamientos, de sus creencias, de sus programas que proyectan sobre mí y sobre otros, e inmediatamente me ocupo sólo de lo que me corresponde a mí ocuparme, porque cada quien es responsable de sí mismo, de sus propios pensamientos, sentimientos y actos, y no de los de los demás, y cada uno debe saberse ver, debe saberse comprender y amar, pero no desde el egoísmo, sino desde el ser...

Desde el Ser”, realmente no sé si eso lo he expresado bien, a veces me resulta muy difícil hacerme entender, porque trato de llegar al corazón, pero los egos (incluído el mío también) interpretan lo que decimos de mil maneras diferentes, y me he dado cuenta de que los filtros que ponemos me hacen imposible la comunicación con muchas personas. Cuando eso sucede, miro a mi ego y simplemente trato de que comprenda que no se le puede hablar de ecuaciones o de logaritmos a un niño de cinco años, es bastante complejo que pueda llegar a asimilar los conceptos, y esa comparación me ayuda a dejar ir la intención de mantener una conversación profunda, o alejada de los parámetros sociales y considerados “normales”, y por descontado, no trato de convencer a nadie, eso es obligar a alguien a cambiar su manera de pensar, es invadir su espacio, sólo deseo transmitir y que cada quien se quede con lo que le resuene.

Un ejemplo de programa que muchos llevamos a cuestas es el de sometimiento.
En mi caso, mi rebeldía siempre ha sido bloqueada por una parte muy poderosa de mi personalidad pacifista y conciliadora, que me llevaba al otro extremo, al sometimiento y al sacrificio para evitar el enfrentamiento y el daño al otro, pero en mí siempre ha existido una enérgica intención de no doblegarme, de no permitir que nadie me diga cómo pensar, cómo actuar, cómo ser una buena amiga, persona, madre, etc., y cuando el patrón se disipa, ves que había miedo, miedo a sufrir, a perder a quien amas, por ser tú misma, por ser sincera y honesta.

Cuando gana la rebeldía, cuando sueltas las cadenas que te sometían, cuando te das cuenta de que tienes que romper con todo lo que te estaba reteniendo en tu vuelo, entonces la sensación de liberación se apodera de ti como un huracán, y te sientes realmente bien contigo mismo, sabiendo que todo está bien y que estás haciendo lo que es correcto para ti, aunque para otros pueda parecer incorrecto.

Si sigues con el patrón del miedo a hacer sufrir al otro, poniéndolo siempre por delante de lo que estás sintiendo tú, o si cedes a sus desesos por miedo a quedarte solo en tu camino, o a ser criticado, rechazado, abandonado, y por ello te sometes a lo que dictan las exigencias que residen en las estructuras de su inconsciente, y a los temores que hay en el tuyo, entonces estás perdido, porque ya dejas de nuevo de ser tú para ser el personaje que desean otros que seas. Bienvenido entonces a su realidad, donde eres bueno si haces lo que consideran correcto y malo si te riges por tu propio varemo de lo que es correcto para ti.

No quiero ser lo que no soy, así que no lo seré, ni siquiera para una pareja, aquellos que me amen, deberán hacerlo libremente y sin pretender cambiarme a semejanza de sus ideales arquetípicos.

Discrepo de casi todo lo que se dice, y por eso investigo y comparo, porque sólo acepto lo que resuena en mí, en mi corazón, y sólo eso está libre de discrepancias porque sólo mi corazón sabe discernir la realidad, aunque sea la mía propia, al fin y al cabo, vivo conmigo y nadie puede vivir mi vida por mí, así que decido yo cómo la vivo y qué me apetece hacer y qué no, y a quién quiero escuchar, y a quién no, y con quien quiero estar y con quien no, y soy yo quien se da cuenta de quien suma en mi vida y de quien resta.

Y asimismo, acepto las mismas condiciones en los demás, pues habrá quien no me quiera en su vida, quien crea que soy egoísta por amarme, o que resto en sus vidas, incluso habrá quien piense que para él o ella soy una persona tóxica. Si en su realidad eso es lo que necesitan sentir, que así sea.

Arael Elämä


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