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Los relatos del blog están divididos en varios títulos genéricos que son "Reflexiones", donde hallaréis escritos espirituales y reflexivos, "Una mirada al Alma" donde podréis leer historias muy profundas de crecimiento personal, del alma, "El Romántico Obsoleto", que cuenta con relatos de humor, irónicos, historias de la vida cotidiana del ser humano, "Diálogos", que son como la palabra dice, conversaciones que suelen ser muy profundas y espirituales, y por último he publicado tres capítulos de una de las novelas en las que estoy trabajando "Alma Cristalina". Disfrutad con todos ellos y compartidlos si os animáis a hacerlo para ayudarme a difundirlos.

Gracias por leerme, bendiciones a todos.

miércoles, 2 de julio de 2014

UNA ROSA BLANCA

UNA ROSA BLANCA

Desahogo del alma – ser amor, o ser miedo

El miedo fue mi vestido no hace tanto tiempo, un traje de varias capas que se me fueron cayendo poco a poco, hasta dejarme desnuda de mis dudas, de mis temores, de mis llantos amargos...

En mi camino aprendí que me dolía lo que consideraba falsa sabiduría, esa que creía basada en los conocimientos adquiridos y almacenados en el hueco de las mentes que necesitan el reconocimiento de los demás para sentirse admiradas y aceptadas, así como la competencia de egos, la impureza de algunos que se alzan como grandes combatientes de la luz, siendo noche todavía,  cuyas banderas son las de un intelecto contaminado de los espejismos de este mundo corrupto, inyectados por el veneno de la conveniencia de ser los elegidos, ingenuos e ilusos escogidos por la nada... 
Todo eso hizo estragos en mí, la hipocresía del ser humano, ese agridulce pesar por el descubrimiento de lo que erróneamente he creído y afianzado, esa espectativa fiel hacia lo que otros mostraban de sí mismos, sin percatarme de que sólo mostraban lo que deseaban ser, o lo que deseaban parecer para seducir y conquistar, y no lo que eran realmente, sin darme cuenta de cuánto amor estaba olvidando en mí al creer que la fachada era la profundidad de los que se me revelaban.

Así fue, en esta ilógica batalla, como me desenmascaré a mí misma, inmersa de nuevo en lo externo, creyendo en lo incierto, descentrada de mi propio ser, en favor de hallar respuestas compartidas, deseando conectar con otras almas iguales, similares, con las mismas inquietudes... qué decepción... Permití cometer el mismo error que otros cometieron conmigo, interpretar en lugar de conocer...creer en lugar de tener la certeza en mi corazón... Sin embargo, todo es aprendizaje...icluso el dolor más horrible.

Saber y sentir cómo el ser humano navegaba en sus sombras me  ensombreció con las mías. No estaba, ni estoy exenta de la pena, de la oscuridad, de mis propias trampas, pero dentro de mí ya he destrozado las cadenas que me mantenían esclavizada...

Me repetí que no debo sufrir porque los otros sufran, no vale de nada... Me prometí que no quiero ser juzgada por no estar a la altura de expectativas equivocadas, pues tal vez no soy lo que aparento, sólo soy una simple rosa blanca abandonada en un desierto de dunas deseando ser recordada, en el recuerdo de lo que soy en una realidad sagrada... ¡Olvidada! y ahora que me acuerdo de lo que soy, voy a ser la lluvia que sacie la sed de mi tallo, de mi raíz y de mi alma...

Soy solitaria, pero no sé estar sin mí misma, en esta soledad intrínseca donde puedo ser yo, sin más, yo misma, más que nunca, desatada de los entresijos de lo que no resuena en mi alma como la verdad, la verdad, ese tesoro que se haya en cada uno de nosotros... Yo lo hallé y pretendí compartirlo, pero otros apedrearon mi fragilidad intacta. Yo permití ese ataque, que no fue tal cosa sino mi propio ego agitando las armas contra mí misma...

  • Aquí estoy yo, para demostrate que aún tienes dudas, que aún tienes miedo, que aún tienes que aprender a volar en esa libertad de tu ser...


Y tras clavarme la daga de la desconfianza en mi pecho, resurgí, me  recuperé y después fallecí dentro de mí misma, para poder ser un yo sin más dolor, para tener la gran certeza de quién soy, de cómo soy, de lo que doy, de lo que hay en mí, el conocimiento de mi propio universo, el universo en mí...

Y ahora, al mirarme, contemplo una rosa blanca que brilla en mi alma, se eleva desde lo más profundo de mí, pues eso soy, eso es lo que me salva de mí misma, ser lo que soy, a un paso de ser aún más ese espíritu que se adentra en mi cuerpo para ser dentro de mí la luz que arde en mi corazón de pétalos blancos, suaves, delicados, pétalos de amor eterno...

Me quedo en mi templo, a salvo, abrazada a mi alma, en mi soledad intensa soy y me siento, me entiendo, y en la pureza de mi verdad callada me sostengo, mejor ser y existir en mí, que no ser en ese mundo externo...

No renuncio a estar aquí, no me iré porque ya no tengo miedo, me quedo, pero mi sabiduría y mi amor los hallarás en mi silencio...y mis palabras serán tan sólo el eco de mi experiencia, de mi vuelo, de ese lugar que se halla dentro de mi cuerpo, atravesando la materia, lo denso, siendo la estrella, el cosmos, la luna, mi propio templo...

La rosa blanca se viste con su aroma, con su terciopelo, con su pureza, con su aceptación de sí misma... no soy otra cosa, y amo lo que soy aunque otros no me amen, no puedo ser ni quiero ser un ideal para nadie...

No pertenezco a este sitio, pero admito que si estoy aquí es porque así lo apruebo, porque así lo he elegido, porque el amor es el poder más grande que albergo...

Arael Líntley

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