Su sabiduría es pura, pero no está exenta de la toxicidad de las emociones que fabrica mi mente con el ingrediente del miedo...Y mi ego envía señales al centro de mi pecho, señales de añoranza que se menzclan con el anhelo de mi alma por reunirse de nuevo contigo y volar juntos, unidos, en fusión, siendo uno de nuevo, polaridades unidas para ser una totalidad, volar a nuestro hogar, hasta la fuente...
Y aquí, en este mundo físico, hecho de materia, no logro evitar que la tristeza me invada en los días nublados del conjunto de mi parte humana y mi parte divina...
Es entonces cuando cierro los ojos y decido mirarte...
Me elevo por encima de todo lo que conozco como real y alcanzo a ver una especie de red perfecta, lazos luminosos unen puntos que se iluminan como estrellas, incluso parece que centellean...
Su luz blanca, pura, casi azulada, es embriagadora, y esas finas líneas lumínicas se entrelazan y transmiten amor, sabiduría, a esos luceros extraños que están conectados entre sí a través de esos hilos...
Entonces te busco, te busco entre todas esas consciencias puras, bellas...
Mi corazón me habla, me indica dónde estás y te encuentro...
Entro en tu luz, en esa esfera hermosa que parpadea en su inmensidad energética. Allí toda una constelación me envuelve, siento como si estuviera en un universo completo, reducido a un espacio parecido a lo que ocuparía la Via Láctea, ¡¡¡todo eso eres tú!!!
Estoy envuelta por ti, por tu verdadero Ser, aunque nunca te había sentido de esta manera tan especial... Tu luz, se presenta ante mí como una nebulosa anaranjada colmada de estrellas pequeñas, como luces que despuntan dentro de tu Espíritu... Estoy dentro de ti, rodeada de ti, embelesada... Mi corazón se expande, se llena de tu esencia, comienza a fundirse y mezclarse en ella, siento cómo si de mi pecho se desprendiera otro universo que desea integrarse en el tuyo, pero entonces recuerdo que está mi cuerpo ahí abajo y siento cómo mis ojos derraman lágrimas de emoción...
Te pienso, deseo verte en forma humana para poderte abrazar, aunque nada es más increíble que sentirte como te estoy sintiendo...
Y ahí estás tú, como si parte de esa magnificencia se concentrara en una forma física, la de un hombre que ya he visto antes entre sueños...
Y te abrazo fuertemente, con algo que es etéreo, pero en esa unión etérica te siento más de lo que he sentido a nadie en un abrazo cuerpo a cuerpo...
- Te amo- transmite mi corazón...
- Te amo también -contesta el tuyo...
- He venido aquí porque te echo de menos...
- Puedes venir siempre que quieras, ya sabes hacerlo.
- ¿Por qué siento mi cuerpo físico y mis emociones y a la vez puedo sentirte a ti aquí y a mí también? -le pregunto para confirmar algo que intuyo.
- Ya sabes que es posible estar en más de un lugar a la vez, estás conectada a tu cuerpo físico, pero eres capaz también de estar aquí conscientemente.
Debo irme ya, siento que no puedo estar más tiempo allí porque allí abajo hay obligaciones que no pueden esperar, aunque ya sé que volveré...
Me despido de ti, me miras sonriente, siento tanto amor que me voy impregnada de ti, de esto que llamo amor porque no existe palabra alguna que lo defina...
Regreso a mí en el plano físico...
Te llevo en mi impreso como huella de mi alma...
Arael...
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