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Los relatos del blog están divididos en varios títulos genéricos que son "Reflexiones", donde hallaréis escritos espirituales y reflexivos, "Una mirada al Alma" donde podréis leer historias muy profundas de crecimiento personal, del alma, "El Romántico Obsoleto", que cuenta con relatos de humor, irónicos, historias de la vida cotidiana del ser humano, "Diálogos", que son como la palabra dice, conversaciones que suelen ser muy profundas y espirituales, y por último he publicado tres capítulos de una de las novelas en las que estoy trabajando "Alma Cristalina". Disfrutad con todos ellos y compartidlos si os animáis a hacerlo para ayudarme a difundirlos.

Gracias por leerme, bendiciones a todos.

sábado, 19 de octubre de 2013

EL BUSCADOR DE LUNAS Y LA MUJER FANTASÍA

Era de noche, como cada vez que ella, decidida, salía a la terraza para estirarse en el suelo entre cojines para contemplar el hermoso panorama que le regalaba el universo. Observaba las estrellas, le parecían hermosas, se sentía indentificada con cada una de ellas, las amaba, las integraba una a una en su particular mundo, un lugar en su corazón donde iba almacenando la belleza que la naturaleza exterior le brindaba sin reparos, regalos eternos de la vida.

Sus sueños eran como las nubes, sutiles, diversos, madurados con la emoción del amor y del anhelo, pero a pesar de ser una mujer construida por sí misma con la exquisitez de las fragancias dulces de las fantasías románticas y tiernas, también era una mujer vulnerable, forjada con el cristal fino de las sensaciones, de los deseos, de la más divina y sublime magnificencia cristalina que pudiera existir en aquel lugar sagrado donde ella gestaba su propia existencia, transformándose día a día con la luz de los astros que la abrigaban en las nocturnas horas de desasosiego.
Sus temores emergían como burbujas mágicas desde su mente cambiante, para borrar el fulgor del sufrimiento, y así, aprender del dolor para seguir creciendo.


A su alrededor, todo era oscuridad, pero su propio resplandor la embellecía y la envolvía en algo parecido a una especie de manto estelar que resultaba curioso, aunque para algunos parecía algo fuera de lo normal y se apartaban de ella al presentir su esencia extraña, diferente, ajena a lo que los demás consideraban apropiado, aceptado o normal.

Aquella noche era diferente, el ambiente se iba tornando espeso, y en ese enrarecimiento ella presintió que algo distinto ocurriría.
Sintió un imperioso deseo de conectarse con la tecnología y volver a chatear con aquel hombre misterioso con quien charlaba de vez en cuando.
En la mesa redonda de madera que había en aquella terraza bañada por la luz de los luceros que tanto la enamoraban, estaba su portátil ya encendido. La luz de la lámpara estaba apagada y sin ella no podía apenas ver las letras del teclado, así que la encendió para revisar los mensajes del chat.

Curiosamente “El buscador de lunas”, el hombre con quien mantenía una singular amistad, le había escrito algo no hacía más de un minuto.

  • Hola “Mujer fantasía”, soy yo, ¿te apetece hablar?...

Sus ojos brillaban cada vez que él le escribía algo, pues aquella relación en la distancia, a pesar de ser sólo una amistad sencilla, para ella era muy especial.
Se puso sus gafas para ver de cerca, de montura marrón, y se dispuso a contestarle. Tenía muchas ganas de hablar con él, le ilusionaba poder intercambiar aquellas palabras.

  • Hola, “Buscador” aquí me tienes. ¿Qué tal se presenta tu fin de semana?
  • Pues no será tan interesante como yo desearía, estoy trabajando en un proyecto muy complicado y me he tenido que llevar a casa un par de cosas.
  • Vaya, yo te hacía con tu novia, no sé, tal vez en tu casa de la montaña.
  • Bueno, ya sabes que no siempre quedo con ella, tenemos una relación bastante liberal.
  • Ya, sí, ya me explicaste, pero creía que la amabas, que después de tanto tiempo buscando a esa luna que para ti fuera única, ya la habías encontrado en ella.
  • Tal vez, aún no sé si ella es la luna que busco. ¿Y tú, mi querida mujer fantasía?, ¿no buscas a nadie para compartir tu vida?
  • Ay amigo mío, si supieras...
  • Ya sabes que puedes explicarme lo que quieras...

    Sintió que había llegado la hora de hablarle de sus complejos, de sus miedos, de su agonía, tal vez era eso lo que iba a ocurrir, que iba a abrir su corazón para expresar todo lo que llevaba ocultando desde hacía tiempo.
  • Está bien, tal vez sea el momento de que sepas de mi vulnerabilidad, de mi dolor, de mi historia...
  • Te leo..
  • Hace un tiempo creí en el amor puro y verdadero, en un amor que era como el que yo siento en mi alma, pues si yo lo experimento dentro de mí, es lógico pensar que puede haber más personas que lo experimenten dentro de sí mismos, aunque vivan ocultándolo por miedo a sufrir un desengaño. Ese amor inmenso, nos hace capaces de salvar cualquier obstáculo.
    Anhelaba que ese amor tan sublime me uniera a un hombre de alma pura, sensible, capaz de comprender mi fragilidad a través de la suya, de amarme de esa manera que merezco y merece, capaz de darme su amor con la fuerza del fuego sin quemarme, sin abrasar mi alma delicada y sutil, pero con un poder tan descomunal que nos elevara hasta las dimensiones más altas... Sería un amor que nos envolviera en magia, que nos mantuviera en un eterno enamoramiento, en un mundo creado por nosotros, envuelto de fantasía, una fantasía hecha para los dos, donde todo fuera sólo nuestro. Deseaba que con un beso suyo cualquier problema se esfumara, que los conflictos desaparecieran, que pudiéramos hallar ese rincón sagrado donde nadie pudiera alcanzarnos.
    Por las noches, suelo salir a mi terraza para observar las estrellas, con la añoranza en mis ojos, con la pena de no haberle encontrado, con el clamor de mi alma que se desespera y con el pensamiento cruel de mi mente que me repite que ya el tiempo se acaba, que se me han escapado muchos años entre las manos, que me iré de aquí sin haber podido ni tan sólo rozarle.
  • ¿Y por qué crees que no vas a encontrarle? Yo también ando buscando, niña fantasía, tu buscas el amor puro y yo a mi luna perfecta, lo interesante de ello es tener la ilusión de esa búsqueda y creer que obtendremos el resultado que deseamos. No te cierres las puertas antes de tenerlas ante ti.
  • Puede que tengas razón, sin embargo, creo que ya no puedo buscarle más...
  • ¿Por qué? ¿Acaso ya no le amas?
  • Sí, más que nunca, le amo sin saber quién es, sin conocer su nombre, sin haber visto su rostro frente a mí, sin haberle acariciado nunca... Pero me han robado mis sueños, los han ultrajado, los han pisoteado...
  • ¿Qué te ha ocurrido para que digas eso?
  • Me di cuenta de que realmente vivo en una fantasía...

Ella no pudo contener sus lágrimas al escribir aquellas palabras, no quería creer que todo era sólo imaginación, deseos, fantasías... Necesitaba recuperar la fe en sí misma, necesitaba confiar de nuevo y creer en el ser humano y en su capacidad de amar con pureza. Las letras se volvían borrosas frente a ella pero estaba decidida a continuar la conversación.

  • Percibo en ti una amargura dulce que te está embriagando ahora mismo, ¿no es así pequeña princesa?
  • Eres muy amable conmigo, ¿sabes?, te lo agradezco.
  • Igual que tú lo has sido siempre conmigo :-)
  • Bien, es cierto. :-)
  • Pero sigue con tu historia, no la dejes a medias, yo sigo leyéndote.
  • Sí. Lo que ocurrió es que poco a poco fui descubriendo que las personas nos ocultamos bajo una máscara, cada uno elige cómo es ésta. Algunos se disfrazan de prepotencia, otros de sobervia, otros de dulzura, otros de aflicción, pero todos tienen algo en común, se sienten vacíos por dentro, buscan algo más, aunque no sepan qué es, pueden sentirse miserables, fuera de lugar, haciendo algo que no les agrada o que les hace sentir mal, casados o unidos con alguien a quien no aman, temerosos de emprender una vida con la libertad de decidir lo que realmente desean. Hipotecan sus vidas a cambio de la comodidad que les ofrece la estabilidad emocional de una pareja, o de un trabajo, o de una situación, pero no son felices y se buscan a sí mismos fuera de sí mismos.
    Viendo lo que el mundo me ofrece, viendo a las personas que lo habitan, ¿cómo voy a hallar mi fantasía? ¿cómo, si todos están ocultos bajo sus máscaras impenetrables? ¿Cómo, si la transparencia de mi alma ni siquiera conmueve el alma de esa persona al estar inhabilitada para poderme ver a través de su propia máscara?


He aprendido que aquellos que viajan con su máscara ser reúnen con personas con el mismo tipo de máscara, o con un antifaz que les complemente de alguna manera.

Yo viajo desnuda, hace tiempo que dejé de disfrazarme, sin embargo, estoy segura de que ese hombre no sabrá ver mi corazón, porque estará ocupado por un amor basado en la ficción que el ser humano representa en este escenario grotesco. Además, no soy exteriormente hermosa, y sin máscara, sin belleza corporal, no soy una mujer deseable, ni tampoco atractiva, ni soy una muñeca retocada con el artificio de la falsedad que inventó esta comunidad de seres humanos que tanto les gusta interpretar funciones.

Al descubrir esto, me rendí ante la evidencia de la gran dificultad que se cernía sobre mí para unirme a mi verdadera pareja, ese ser que nació para mí, y para el cual nací yo. Sin disfraz no soy nadie en este mundo de teatro... No puedo seguir haciéndome ilusiones, él no me reconocerá...

  • Vaya, pues tal vez tu rostro no sea como el de esas mujeres de las que hablas, pero tu alma es de una belleza inigualable... Además ¿te das cuenta de que tu fantasía es tal cosa para ellos, pero que su mundo lleno de disfraces y teatro es para las personas como tú pura fantasía, verídica ilusión? Este mundo es sólo un espejismo, y tú eres una persona capaz de verlo, pero no eres la única, créeme.
  • Tal vez, ¿pero cómo voy a llegar hasta mis sueños si otros se empeñan en robármelos? ¿cómo voy a alcanzar ese amor que ansío si él juega al juego de la mentira de esta quimera?
  • Confiando...
  • No puedo más confiar, estoy derrotada, vencida...
  • Yo sigo buscando mi luna, aunque ya sabes que eso no me impide bailar al ritmo de la danza de esta sociedad inventada. Haz tú lo mismo.
  • ¿Qué quieres decir?
  • Que vivas, que sueñes, que ames, que viajes, que dances, que te muevas entre ellos como uno más, jugando a su juego, pero siendo consciente de que todo es una ilusión.
  • Tal vez tengas razón y deba dejar ya mi terraza, tal vez deba salir ahí fuera para ver más allá de lo que puedo ver desde aquí...
  • Claro que sí, princesa, hazme caso, disfruta del mundo que te rodea, si ese amor tiene que llegar a ti, se acercará por su propio paso, si existe, te encontrará y te verá. Yo busco mi luna, tu buscas tu sol, estoy seguro que os reconoceréis al igual que sé que a mí me pasará igual. No te rindas, si lo haces serás tú quien no será capaz de verle a él.
  • Hoy hay un eclipse de luna, ¿lo sabías?
  • Sí.
  • ¿Puedes quedarte conmigo para verlo?
  • Por supuesto, preciosa amiga mía.

Pasaron la noche hablando sobre la luna, el eclipse y el amor, bajo el anhelo de sus amores buscados, escondidos, ataviados bajo los atuendos de seres dormidos en un mundo donde todo es un sueño en sí mismo, un mundo donde todos se mueven como marionetas sin saber que tienen el poder de cambiar sus vidas cortando las cuerdas que les manejan, que les limitan y les impulsan a vivir amores ficticios, amores basados en la atracción sexual, mental o tal vez en la soledad común de ambos, esa soledad que les conduce a descubrir las equivalencias personales y a afianzar la complicidad bajo la excusa de sus similitudes y de sus necesidades no cubiertas.

Eva Bailón

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