En ocasiones me encuentro ante mí
misma divagando, intentando descubrir aquellos misterios que mi mente me oculta
deliberadamente, enfrascándome en la melancolía y en la falta de entendimiento,
en la incoherencia y la desesperación por conocer los motivos de todo lo que me
acontece. Es uno de esos días en los que
me hago mil preguntas desde mi mente esquemática y metódica, racional y lógica,
uno de esos días en los que el corazón habla sin parar, contestando cuestiones
que preocupan a ese yo mental que me martiriza con sus argumentos ávidos por
adelantarse en el tiempo para hallar soluciones que están todavía en proceso.
Cuando eso ocurre, mi alma
mantiene la calma, conecta con ese yo más elevado que vive en otras dimensiones
y responde paciente a esas inquietudes.
Aparece así mi espíritu en forma de mujer, femenina,
dulce, engalanada delicadamente con un vestido de seda blanco, volátil,
envuelta en magia, en luz. Sus cabellos oscuros ondulan y se deslizan sobre su
espalda hasta llegar a su cintura, su mirada serena transmite paz y eternidad,
su sutileza expresa su infinita sabiduría, su imagen parece más la representación
de un ángel que la de quien soy yo misma, pese a tratarse mi Ser en mi
presencia.
Y entonces mi voz rompe el
silencio para hallar el consuelo de la conciencia de mi corazón…
-
Dime alma mía,¿ por qué me encuentro en esta situación?
- Querido yo, mi pequeño yo
encarnado, esta situación es la que tú escogiste entre las infinitas
posibilidades que el universo tenía preparadas para ti. Decidiste ser libre,
desatarte de una circunstancia que no estaba en coherencia con tu corazón, fuiste honesta contigo misma, con los
implicados también, y las cadenas de tu mente inconsciente se fueron
disolviendo hasta que comenzaste a caminar sola hacia el destino que tú misma
decidiste forjar, un camino que deseabas emprender sola, para crecer, para
hacerte más fuerte, para ser más valiente y para hallar el verdadero amor, ese
que se siente solo en el corazón y en el que la mente no puede intervenir.
- Si es así, mi Ser, ¿por qué aún
no ha aparecido ese amor?
- Te equivocas, esa pregunta es
una mentira en sí misma, ese amor nació en ti, porque eres tú misma, el amor
vibra en ti desde siempre, pero has tenido que andar por un largo sendero,
tortuoso, en el que te has ido perdiendo y encontrando a través de los diversos
escenarios que se te han ido presentando en este teatro que la humanidad ha
creado. Tu vida ha ido transcurriendo de
capítulo en capítulo, y en cada uno de ellos has ido sembrando tu futuro,
buscándote a ti misma, adentrándote en una metamorfosis profunda y lenta que te ha llevado a convertirte en lo
que ahora eres, una transformación que todavía continua. Tú decidiste cambiar,
tú emprendiste esta ascensión individual, una ascensión hacia la elevación de
tu alma, para que ésta evolucionara, para desabrochar los botones que te
anclaban a los patrones sociales que te esclavizaban y tanto te molestaban.
Si en tu pregunta me estás
pidiendo que te diga dónde está ese ser cuya energía se acopla a la tuya de
manera perfecta y completa, sólo podré decirte que siempre estuvo a tu lado,
porque en su búsqueda consciente y también en la inconsciente, te halló en
otros niveles, en otros planos, y te halló en la inexistente distancia que el
ser humano se empeña en crear. No hay distancias, no hay separación, él siempre
te ha sentido en su alma, igual que tú le has sentido a él en tu corazón. Así
pues, siempre estuvo aparecido, nunca desaparecido.
- - Entonces, Ser, ¿por qué me siento tan
abandonada?¿Por qué me embriaga esta tristeza cuando mi deseo de abrazarle me
ofrece una realidad impalpable?
- - Porque tu mente sigue viendo la vida de una
manera incompleta. Si pudieras lograr ver más allá de lo que tus ojos físicos
ven, conectarías con él aunque estuviera a miles de kilómetros, sentirías su
miedo, su amor, su tristeza, su alegría, estarías en contacto con él
permanentemente. El abandono es un sentimiento que trasladas a tu alma gemela,
pero ella nunca te abandonó, sin embargo, tu mente primitiva, tus emociones más
primarias, te hacen desembocar en un mar de carencias provocadas por hechos que
en realidad no tienen nada que ver contigo, con lo que tú eres en realidad y en
tu totalidad, pero que tú escogiste para aprender y para sanar heridas que se
produjeron en el alma que reencarna durante otras vidas ya vividas.
- - No entiendo, ¿qué diferencia hay entre esa alma
mía que encarna una y otra vez y mi Ser?
- - El alma es una parte de ti que toma forma de
cuerpo físico y que, por tanto, necesita un ambiente material para moverse,
para aprender, para crecer, para sanar, en definitiva para vivir y
experimentar. El Ser eres tú al completo, no estamos separados, somos un solo ser,
alma y espíritu, pero cuando el alma está encarnada olvida la capacidad que
tiene de conectar con el resto de sí misma, parte de ella que vibra más alto, y
por tanto vive en una dimensión más elevada donde todo ocurre en tiempos muy
diferentes a lo que la mente humana puede captar.
- - ¿Y no puede vivir esa alma fuera del cuerpo?
- - Sí, claro que puede, pero su función es la de
aplicar los conocimientos teóricos del espíritu a la práctica de manera
material para después devolver más sabiduría a su propio Ser. El alma es como
un estudiante que está en prácticas en un planeta que le ofrece todo cuanto
necesita para experimentar y crecer. Después de realizar ese aprendizaje
práctico, esa sabiduría queda grabada en todo su Ser. Reencarna para ir “aprobando”
diferentes asignaturas, hay mucha sabiduría teórica que se debe convertir en
algo práctico. El Ser sabe muy bien cuáles son las leyes de la espiritualidad,
de la realidad cuántica que nos envuelve, leyes basadas esencialmente en el
amor, pero el alma debe traer esa sabiduría a este plano físico, y todavía está
aprendiendo a hacerlo. Estamos en un momento muy especial para poderlo llevar a
cabo, el alma busca siempre, pero la mente se interpone porque los seres
humanos han permitido que la computadora gobierne por encima del usuario, es
decir, mente por encima de corazón o alma. El alma desea despertar, pero antes
debe aprender a manejar a la mente, pues ésta genera una energía muy potente
llamada emoción, la cual puede alterar la percepción e interpretación de la
realidad de la persona, e incluso puede cegarla tanto como para crear
realidades nocivas para ese individuo, llevándole en muchas ocasiones a
enfermarse.
- -Entonces, ¿esta realidad no es real?
- -Sí y no. Existe una realidad creada de manera
colectiva por una red de pensamientos que provienen del inconsciente de la
mente, una realidad que es palpable y que el individuo y el grupo creen que
existe, dándole más fuerza y más credibilidad. La mente posee un gran poder
creador, tanto a nivel grupal, como individual, lo que tú creas que es verdad,
lo será, lo que un gran número de personas crean que es verdad, lo será, por
eso creer en algo te da el poder de crearlo.
- - Y ¿cómo voy a saber entonces si lo que vivo es
real o no?
- - Mi querido yo pequeño, todo es real, aunque esté
creado por los humanos, aunque haya una realidad más allá de lo que la mente
crea, lo importante aquí es ser consciente de que estás siendo co-creador de
este mundo, ser consciente del poder de tus pensamientos, ser consciente de que
puedes cambiar tú y de que puedes cambiar tu realidad. Esto es el despertar de
la consciencia, un despertar progresivo que te ayuda a descubrir la gran responsabilidad
que tiene cada individuo sobre su propia vida.
- - Y si esto es así, ¿por qué no podemos lograr
cambiar el mundo?
- - El mundo no puede cambiar, pero tú sí, no
intentes transformar lo que te rodea, será una tarea espinosa e imposible de
llevar a cabo, transforma tu interior y tu mundo cambiará contigo. Este mundo
global sólo transmutará cuando un gran número de personas hayan despertado y
hayan mutado su realidad desde el amor puro, el verdadero amor del corazón.
- - Entonces, ¿lo que yo desee se hará realidad?
- - No exactamente, lo que tú deseas es realidad, de
ti depende que esa realidad se dé en este preciso momento.
- - Comprendo. Gracias por todo lo que aportas,
querido Ser, gracias por guiarme, por mostrarme el camino.
- - Valoro mucho tu agradecimiento, pero debes saber
que lo que tú decidas, lo que tú hagas en tu realidad, afectará también a mi
realidad, por lo tanto, guiarte a ti también me beneficia a mí, pues tú eres mi
una parte de mi esencia, así que yo también te agradezco tus preguntas.
Ahora debo irme,
mi querida alma encarnada, sigue siendo tú, sigue desvelándote tus temores y
sigue enfrentándote a ellos, alcanzarás todos tus objetivos, serás amada porque
ya lo estás siendo y recuerda bien lo que te voy a decir ahora, tu camino lo
haces tú, no escojas las piedras y los baches, pasea por los prados de
tulipanes amarillos que ya has podido ver en tus sueños mientras dormías, ya
sabes que los sueños son mensajes.
Y después de la charla con mi yo elevado, la serenidad me sobrecoge, me abraza y me adormece, y acogiéndome entre sus alas blancas, un ángel mece mi corazón y me regala la sabiduría y la certeza de que todo lo que deseo y anhelo ya está en mi presente...
Arael...
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