Sentada sobre el cojín blanco, escuchando aquella música inspiradora, se le ocurrió preguntarse algunas cosas. Siempre lo hacía cuando había algo en su mente que le resultaba ruidoso y molesto.
La respuesta emergía como si siempre hubiera estado ahí, y al mismo tiempo como si una parte de sí misma más sabia y más elevada, estuviera dispuesta a responder cualquier pregunta que se le ocurriera.
No recordaba cuál era esa pregunta, pero una sensación empezó a llenarla de amor. Sentía una energía arremolinada sobre su cabeza, y una especie de llamarada que provenía del centro de su pecho, toda ella parecía estar envuelta en una energía que ella sentía como ella misma, como si fuera parte de sí misma, una parte que la conectaba con todo.
Y en su mente empezó a escuchar un susurro, una traducción de una pequeña parte de lo que escuchaba desde su alma.
Era como recordarse, como reconocerse, como reencontrarse.
- Cada una de las gotas del mar del universo, se reconoce a sí misma como lo que es a través de la experiencia que escoge. Tal vez su experiencia se defina como ser humano, o tal vez no, pero en el primer caso, cuando hay un personaje que se rige por un mecanismo adulterado, programado, sólo puedo observar y acompañar. Cada proceso es único, cada camino, cada puerta, cada ventana, incluso cada piedra y cada obstáculo. Cuando alguien me abre su corazón sinceramente, yo puedo ofrecerme, puedo darme, pero no puedo resolver sus encrucijadas, ni puedo obligarles a creer y confiar en sí mismos, en su poder interior. Mi misión no es rescatarles, no es salvar a nadie, sino hacerles ver que ellos mismos pueden hacerlo, pues aquello que está activo en su contra, puede ser desactivado, y cada roca puede ser una oportunidad de encontrarse más a sí mismos. No estoy aquí para secar tus lágrimas, pero puedo darte todo mi amor, no estoy aquí para hacerte más fácil el proceso, pero sí para que no lo vivas desde ese sufrimiento que forma parte de lo que no eres.No puedo darte respuestas en un nivel primario e inconsciente, pero sí en el nivel de lo que siempre fuiste, antes de perderte.
- ¿Quieres decir que no puedo ayudar a nadie a darse cuenta de que no va por buen camino?
- ¿Y qué consideras tú el buen camino? No puedes saber si ese camino es el mejor para esa persona, puesto que tú lo estás juzgando desde una perspectiva personal. Observa sin ese filtro, quítatelo y verás como todo cobra un sentido diferente. Esa persona podría necesitar vivir esa experiencia para poder entenderse, para poderse reconocer mejor, ya que tal vez, desde otro camino, le sería más difícil.
- Es cierto, he puesto juicio ahí. Pero es que a veces veo que interpretan sus vivencias de una forma errónea y eso les hace tomar decisiones también erradas.
- Vuelvo a lo mismo de antes, tal vez no son conclusiones erróneas, sino que en este momento sólo pueden alcanzar a ver esas conclusiones, porque no han desarrollado aún alguna habilidad para distinguir otras diferentes. Así que es posible que aquello que ellos piensan, sus interpretaciones, sólo son las que en ese momento necesitan, las que en ese momento están preparados para comprender. Y por otro lado, tal vez sean las más correctas para ellos, aunque para ti no lo sean, recuerda que su proceso es distinto del tuyo, y no puedes tratar de que lo vean de la misma forma que tú. Tú no tienes la verdad acerca de ello porque sigues viendo por otro filtro.
- Entonces ¿no dejamos de ver esta realidad desde nuestros filtros? ¿Es que nunca dejaremos de tenerlos?
- Vamos sacando uno tras otro, y finalmente sólo quedará uno, el único que realmente es necesario, el filtro que nos permitirá ver este mundo desde lo que somos sin que eso estropee la experiencia.
- Y ¿qué filtro es ese?
- El del amor.
- Pero eso no es un filtro.
- No, no lo es cuando lo vives desde tu Ser, sin la encarnación, pero cuando encarnas se convierte en tus ojos y tus ojos físicos son un filtro para ver la realidad. Además, también se convierte en el proyector, y nada puede proyectarse si no pasa a través de ese filtro.
- No lo entiendo del todo.
- Ya lo entenderás, pequeña, ya lo entenderás.
- ¿Por qué me llamas pequeña?
- Porque eres una pequeña parte de mí misma.
- ¿Y qué pasa si la gente sigue procesos contaminados involuntariamente? ¿cómo puedo yo ayudarlos? ¿o cómo lo haces tú?
- Lo cierto es que es muy violento arrancar a alguien de una realidad a la que se aferra, aunque a ti te parezca que está manipulado o aprisionado. Es como querer que un pájaro salga de su jaula y ver que, a pesar de que le abres la puerta, no quiere salir. Si le obligas puede ser horrible para él, incluso contraproducente. Sólo aquellos que quieren contactar con su ser de verdad, de corazón, pueden salir de esa jaula, a pesar de que hayan sido convencidos a través de la manipulación de que la jaula es el mejor lugar para ellos, tú no puedes perder tu energía tratando de ayudar a quien no quiere ser ayudado, nadie está obligado a hacerlo. Y todo está en perfecta armonía en realidad, las almas que quieren liberarse, se liberarán.
- Es todo muy confuso, a veces.
- No si lo escuchas desde el silencio de tu corazón. Deja de traducirme, tu mente buscará más preguntas, y ya has hallado todas las respuestas.
Y así, otro día más, se deleitó con una conversación profunda, a la que no quiso dar la mayor importancia. Todo sucede al ritmo que tiene que suceder, toda comprensión llega en su momento más adecuado, toda acción llega cuando la comprensión ha realizado su proceso interno. Las palabras sólo son palabras, su energía llega donde tiene que llegar y actúa donde tiene que actuar... No sólo llegaba aquella traducción, sino que detrás de todas esas palabras, estaba la verdadera respuesta...
Ella estaba recordando...
Arael Elama...