Sentada
frente al televisor apagado, escuchando música relajante, las velas
encendidas desprendiendo aroma a vainilla, el atardecer desmayándose
a mi alrededor, el silencio en mi interior y la voz de una conciencia
pequeña y asustadiza aguarda de nuevo otra conversación.
-Recuérdame,
Ser eterno, que soy mucho más que estos pensamientos que nublan mi
mente, que no soy la creencia que marca algunas de mis decisiones,
que no soy este cuerpo que a veces se mezcla con la identidad de lo
que jamás fui, ni seré, recuérdame que sólo escogí venir
temporalmente con esta apariencia y que no hay error alguno en ello.
Recuérdame
que no te olvide, que siga junto a tu esencia, esa que arde en el
centro de mi pecho y que ilumina todo lo que soy aquí, en esta
presencia física que me permite experimentar y sentir.
Recuérdame
que no soy miedo, que no soy dolor, que soy amor y que todo esto que
me hace sufrir no es más que una ilusión.
Sí,
ya lo sé, mi amado Ser,-afirmo al sentir lo que me transmite- sé
que no existe ninguna programación, no existe nada de lo que veo,
todo es una gran creencia dividida en subcreencias que,
sencillamente, inventa nuestra mente de manera colectiva.
¿Pero
qué tengo que hacer para trascender todo eso?
-No
tienes que hacer nada en realidad, mi querida humana, sólo debes
dejar de identificarte con tu mente y entregarte a tu Ser divino. A
través de él no hay juicios, ni hay que desprogramar nada, ni hay
que superar o eliminar creecias, es dar un salto de fe, un salto
hacia ti misma, hacia tu divinidad, y permitirte SER, para no volver
a caer en la trampa de la mentira de la mente. Así, las creencias sólo serán creencias y tú las sabrás observar.
-Pero
¿y si todo lo que vivimos es ahora una nueva creencia que estamos inventando para eliminar y aplastar a las antiguas? ¿no sería
todo una mentira también?
-Los
seres humanos tienen la misma capacidad que tiene su creador, pueden
crear, y es lo que han estado haciendo durante toda su larga
existencia, sin embargo, sus creaciones se han basado en el paradigma
del miedo. Todo es una gran ilusión, sí, pero la mente necesita de
esa ilusión, de ese juego aquí, en este mundo de tercera dimensión,
sin embargo, ahora tenéis la oportunidad de borrar todas las viejas creaciones que se dividieron en buenas y malas, aquellas que
os han causado tanto dolor, aquellas que han convertido vuestro
mundo, que podía ser un paraíso, en un lugar dominado por el temor.
Sólo
hay que crear algo nuevo, algo basado en el amor, en la esperanza, y
para crear hay que creer. El mundo puede ser diferente, sólo si
usáis vuestra mente para crearlo, para inventarlo, porque si tenéis
que vivir en una ilusión, en una fantasía, podéis escoger entonces
cómo deseáis que sea, ¿no te parece?.
-Sí,
suena bien, aunque hablas como si tú no fueras humano, mi querido
Ser, ¿por qué?
-Porque
yo no soy humano, yo soy un Ser, tú eres humana y yo, dentro de ti,
experimento lo que es ser un ser humano.
-Recuérdame
entonces, mi amado Ser, de dónde vienes, quién eres, porque si yo
no soy esta mente, ni este cuerpo, ni estas emociones, significa que
yo soy tú, y eso quiere decir que yo tampoco soy humana.
-Así
es, pero tú, esa parte de ti que me está hablando, es sólo un
personaje más, que tiene parte de mí y parte de tu conciencia
mental, eres la observadora, la intermediaria entre lo que realmente
eres y lo que creías ser.
-Y
dime, mi Ser, ¿moriré?¿morirá el ego?
-No,
sólo nos diluiremos y colaboraremos.
-¿Eso
duele?
-Al
principio el ego mostrará todo su poder, desplegará mil artimañas
para hacerte sufrir, se sentirá herido, te hará pensar que te estás
volviendo loca, y te lo intentará comprobar cuando tus seres
queridos no te crean, o te vean de forma extraña, te rechacen o no
te comprendan, y entonces tú te preguntarás si estás en lo
correcto o no, pensarás que tal vez estás perdiendo la razón,
lucharás contra tu propio ego, como personaje observador te darás
cuenta de cuánto miedo tienes y cuando más terror sientas, más se
irá diluyendo el ego, porque su propia resistencia será la llave
para que yo pueda abrazarlo y comprenderlo y él aceptará que todo
cambia, y que él ha terminado su función, que ya el teatro no es
necesario, que yo, el Ser, estoy aquí para amarlo y protegerlo, para
honrar su gran trabajo, y para enseñarle a ser una conciencia libre
de dolor.
-Recuérdame
mi Ser que no soy este pensamiento, que no existe la muerte tal como
la concibe mi ego, que soy mucho más que esto que veo, que puedo
llegar tan lejos como me proponga, que no hay límites, sólo los que
mi ego me impone, que soy un Ser infinito, eterno, inmortal, y que el
amor es la fuente de la fuerza vital que me mueve y que me impulsa.
Recuérdame que no existe la caída, sino el vuelo, que no hay nada
que pueda detenerme salvo yo misma y que todo lo que me rodea forma
parte de lo que soy realmente.
Y
recuérdame que todo esto es un sueño y que cuando despierte habré
regresado a lo que soy, con mi verdadera familia, tal y como siempre
me decía de niña para tranquilizarme cuando me asustaba este mundo.
-Sólo
respira profundamente, sólo recuerda, pequeña, recuerda...
Arael Elämä Araham
Diálogos
Diálogos
Buenas noches Arael, así, así me siento, asustadiza de este mundo.
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