Te miré, rostro de mujer esquiva, vi tus arrugas, tus ojos cansados, tu pelo canoso, tu desnudez, tus complejos, tus miedos, tus inseguridades, sí, te pude ver al completo, y leerte, saberte, notar tu vulnerabilidad, tu fortaleza, tu sensibilidad, tu desasosiego, tus anhelos…
Al principio no quise aceptarte, eras demasiado frágil, demasiado inocente, demasiado soñadora, y tu belleza era insípida, casi imperceptible, invisible.
Y entonces apareció alguien, un espejo, un reflejo que me mostró tu verdad, y desvestida de todos tus trajes vi las sombras que se ocultaban en tu mirada iluminándose con tus sonrisas.
Todo era perfecto en ti, todo era hermoso, todo era increíble, descubrí que eras una diosa llena de amor, una deidad vestida de mujer humilde que se peinaba el corazón con melodías expertas y nuevas dibujadas en su alma, que se deleitaba con pasiones fabricadas con letras, y se adormecía con su voz aterciopelada, que se escapaba desde su Ser hasta algún lugar del cielo, donde los ángeles le cantaban y la acompañaban.
Y te pregunté por qué te estaba contemplando y viendo tanto amor naciendo desde tu pecho.
- Porque ya están cayendo las máscaras –me dijiste.
- ¿Máscaras? ¿A qué te refieres?
- Antes tu mirada se distraía con las mentiras de tu mente, aquella instauradas desde hace tanto tiempo que creías que eran ciertas. Pero las certezas de antaño se han ido derrumbando poco a poco, y lo que considerabas bello resultó ser insulso, y lo que creías que era poco importante, se convirtió en lo más puro.
- ¿Y eso por qué ocurrió? ¿Qué ha cambiado en mí?
- Sucedió porque formaba parte de tu elección, tú lo elegiste así, decidiste ver más allá de la mendacidad de un mundo cuyas creencias e ideas ya no resonaban en tu corazón, así que tu Ser te impulsó a elevarte por encima de todo aquello y ampliar tu visión. Ahora no ves seres humanos, ves espíritus que experimentan dentro de cuerpos materiales, seres que están emergiendo, buscando su lugar para así transmutar los pensamientos limitantes de su mente.
- ¿Y tú quién eres en realidad?
- Soy una porción de un Ser que respira desde tu cuerpo, una esencia que desprende su aroma de cristal a través de tus ojos, un gran amor que se nutre a sí mismo y se regenera eternamente dándose sin más.
- Hace un tiempo no me gustaba verme reflejada en el espejo, ahora cuando me miro te veo a ti. Doy gracias por estar conectada contigo, por sentirte, por conocerte, por haber comprendido la bendición que es estar aquí siendo quien soy.
- Entonces das gracias por ser tú misma, por amarte, por haberte reencontrado, por haber dado con la diosa que llevas dentro, y yo te bendigo por ser valiente, por estar en este mundo, por darte, por entregarte por fin a tu Ser…
Así comprendí que todos llevamos varias máscaras y que van desprendiéndose una a una para dar paso a la única imagen real de lo que somos, y cuando eso ocurre, todo se transforma por completo…
Respiro desde mi Ser… amo desde mi Ser, soy desde mi Ser… Creo desde mi Ser… Todo está bien…
Arael Elämä Araham
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