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Los relatos del blog están divididos en varios títulos genéricos que son "Reflexiones", donde hallaréis escritos espirituales y reflexivos, "Una mirada al Alma" donde podréis leer historias muy profundas de crecimiento personal, del alma, "El Romántico Obsoleto", que cuenta con relatos de humor, irónicos, historias de la vida cotidiana del ser humano, "Diálogos", que son como la palabra dice, conversaciones que suelen ser muy profundas y espirituales, y por último he publicado tres capítulos de una de las novelas en las que estoy trabajando "Alma Cristalina". Disfrutad con todos ellos y compartidlos si os animáis a hacerlo para ayudarme a difundirlos.

Gracias por leerme, bendiciones a todos.

lunes, 6 de abril de 2015

DIARIO DEL AYER - EL HOMBRE QUE SE FUE

DIARIO DEL AYER
Capítulo 1

El hombre que se fue

En esas hojas de papel escribí sobre el amor, sobre la tristeza, sobre el dolor, sobre los sueños que tanto cuesta conseguir...
Cuadernos y cuadernos con el nombre de lo que mi mente traducía desde mi alma, inonherentes pensamientos de una niña, de una joven que no comprendía el mundo tal y como era, tal y como sigue siendo...
Siempre supe que mis preguntas no eran las mismas que se hacían mis amistades, por eso al final me rodeé de amigos mucho mayores que yo. Parecía que sólo ellos podían comprender la profundidad de mi alma.

Fue difícil para una chica de veinte años vivir desde ese océano y ver a través de él todo un mundo, desde esa perspectiva tan intensa, tan distinta de la de las personas que conocía de mi edad. Ahora todo es diferente, más comprensible, más grácil, tal vez los años y mi propio trabajo interior me han llevado a integrar todo ese mundo profundo sin miedo.

Recuerdo que en aquella época estaba enamorada de alguien, alguien que tenía catorce años más que yo. Era un amor de esos intocables, de esos en los que percibes magia cuando le miras a los ojos, de esos en los que no hace falta que le veas para que sepas que acaba de entrar por la puerta y que está detrás de ti, de esos que sabes que podrían ser lo más maravilloso del mundo, o lo más terrible.
Su mirada era pura, profunda, hermosa, y me recordaba mucho a alguien a quien llevaba en mi alma grabado, pero su corazón estaba demasiado herido para amar, demasiado triste, demasiado enfadado con el mundo, demasiado decepcionado de la vida. Supe enseguida que le amaría en silencio, que me conformaría con su compañía cada vez que nos reuniéramos, que me quedaría con las conversaciones profundas que teníamos, que no me atrevería nunca a decirle lo que sentía.
Y así sucedió.

Y en mis cuadernos escribí la historia de un hombre desdichado, deseando amar y ser amado, un hombre que acabó desapareciendo un día, para entregarse al sufrimiento, a la duda, al miedo. Tal vez por ese atormentado sentimiento de derrota y de conformismo, el alcohol fue su única salida, y su refugio un amor de mi misma edad que no era amor, una de esas relaciones de despecho hacia la vida que al final sólo volvió a dejarle en el vacío profundo de su alma.

Sufrir por alguien a quien amas en silencio, amarle sin que se dé cuenta, verle destruirse, no fue nada fácil, pero fue algo que decidí, algo que mi alma supo que debía hacer, un aprendizaje, un amor que fue amor en la distancia, como un susurro imperceptible, como un dolor punzante que me hizo llorar cuando él se fue, cuando prefirió dejar de sonreír y desdibujarse de nuevo en su mundo decadente.

Amando aprendemos, incluso cuando no somos correspondidos de la manera en que deseamos, y amando crecemos, nos concemos, nos adentramos en nuestra capacidad de dar.

Las experiencias que vivimos nos ayudan a ser lo que somos como personas, nos moldean, nos ayudan a dar los retoques a nuestra personalidad. Si eres confiado, tal vez acabas siendo todo lo contrario, o si eres impulsivo, acabas reteniéndote por miedo a recibir un no como respuesta. Sin embargo, todo lo que he aprendido ha desenvocado en una verdad que no puedo negarme, y es que siempre hay algo inmutable en uno mismo, nuestra verdadera esencia jamás cambia, y el que se muestra como un león, si su esencia era de un ciervo, seguirá siendo un ciervo, y el que se muestra como ciervo, si su esencia es de león, seguirá siendo un león...



Un disfraz no define a la persona, y de veras he visto que realmente las apariencias engañan, nada es lo que parece.

Afortunadamente, sé a ciencia cierta, que todo el mundo merece una oportunidad, aunque vea en su mirada que oculta secretos, que hay sombras que se están escondiendo para no ser descubiertas...

Cuando aquel hombre se alejó, recuerdo haber deseado que estuviera bien, que hallara su paz interior, pues por aquella época comprendía bastante bien las batallas que se libran en el interior de cada uno. Sin embargo, él me enseñó algo que no sabía, y es que tenemos siempre dos caminos, huir de nosotros mismos ahogándonos en nuestro rechazo al mundo, a la vida que nos ha tocado vivir, negándonos así el amor más puro y verdadero para echarnos a los brazos de una ilusión que nos rescate de la soledad que hay en nuestro interior, o bien aceptar desde al amor quiénes somos, por qué estamos aquí, y agradecer lo que hemos vivido, lo que estamos viviendo, abriéndonos así a maravillosas posibilidades que ni siquiera somos capaces de imaginar...

En ese momento no comprendí la importancia de lo que había aprendido, sin embargo, nunca olvidé lo bueno que me aportó sentir aquel amor, un amor que nació de mí, un amor que yo sí pude, y puedo sentir sin que se contamine con nada.

En realidad nada ocurre por casualidad, y hasta aquella persona que menos te esperas, puede remover algo muy grande dentro de ti, y puede haber llegado a tu vida por algo que es increíble, y no hace falta que mantengas ninguna relación especial con esa persona, nada de eso, simplemente, ha llegado para mostrarte algo, aunque no siempre lo sepamos ver en el momento adecuado.

Así que, no te distraigas, presta atención a la señales, porque a veces, la mente interpreta la realidad de una manera equivocada, a su propia conveniencia, y luego resulta que el corazón sólo deseaba mostrarte a una persona, enseñarte su alma, como si te estuviera presentando a un amancer, para que en su belleza puedas contemplar la gran sabiduría que se esconde en cada universo humano, incluyendo el tuyo, sobretodo en el tuyo.

Cuando llegó el momento, solté aquel apego con aquel hombre que tanto me hizo sentir, y a los pocos meses conocí a una persona que me demostró lo que es el amor en pareja de una forma maravillosa.

Arael Elämä
Eva Bailón

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