Se
rompen las rocas de dolor endurecido,se funden entre la tempestad de
los mil llantos que se subleban y que se arremolinan en todo su
cuerpo para darse por vencido, canta su lágrima viva desde la muerte
de lo que acalló la alegría y la encarceló antaño.
La
sangre se vuelve luz albina, sus células quiebran la capa de
sufrimiento heredada y se liberan, su pecho se abre y destellos
multicolor que serpentean y la rodean se expanden desde el cristal
que habita en su corazón eterno, se eleva el delirio, el miedo, la
rabia, el tormento, el pensamiento que martilleaba su pureza, la
gravedad no existe y ya nada se adhiere a su persona, ahora estalla
en pedazos la corteza de los desasosiegos que vestía su materia,
ahora es etérea, por dentro, célula a célula, partícula a
partícula, su composición varía, se transforma, se intensifica el
fulgor de estrella y quema los hilos del pasado y de otras vidas...ya
no estará más cautiva...
Parecía
perecer en esta sanación tan crítica, mas su fortaleza la resguarda
y su cuerpo débil remonta lentamente para levantarse y continuar
esta nueva partida, en este juego, en esta vida, en la que sólo
siendo un alma nacida, ya venció, ya triunfó, pues está
descargando y redimiendo el pesar, la aflicción del ser humano a
través de su presencia...
La
Tierra le otorga la gracia, la savia para saber cuánta vida debe
eximir de la culpa, de la torpeza del ayer, de la inconsciencia, el
Cielo le concede la refulgencia para salvar lo que queda, para
elevarla y para anclarla a la vez a la nueva existencia...
Dorado
es el manto que la sostiene y que la abriga, es la fuente de gozo, la
diosa divina que ama, que siente, que deja de ser carencia, que se
llena de la estrella que es ella misma... tras el sollozo llegan la
clemencia, la humildad y la grandeza...
Sanar
es permitir que su ser sagrado se expanda y se manifieste en su forma
más completa...
Eva
Bailón...
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