Ayer
estaba triste, como rosa desmayada, como pétalo marchito, como agua
que se evapora porque no ha sido tocada, porque no ha sido
encontrada...
La
mentira del amor me roció en la aurora, me hizo pensar que estaba
enamorada, y quizá lo estaba, mas el amor que en mi alma se forjaba
estaba basado en un vacío insulso que no significaba nada, salvo
carencia, necesidad no saciada.
Hoy
he caido en el foso de la cordura de saberme equivocada, y el dolor
de la caída, fractura de mi mente y de mi alma que ahora viven
separadas, he sabido que el Amor no es lo que yo esperaba, no es lo
que decidía el pensamiento, no es lo que el apego me enseñaba.
Y
es que nos adiestran desde siempre para ser sólo marionetas, seres
que se empujan en un mundo lleno de historias incompletas, de
adicción a amar para tapar las manchas del temor, para buscar y
buscar y no hallar más de lo que en nuestra mente inventamos para
creer que lo que hay ahí delante de nosotros, se llama amor porque
así lo llamamos.
Y
en la mendicidad de lo que más soñamos, nos equivocamos, pero nos
adentramos de igual forma para sentirnos rescatados, para bebernos la
satisfacción del deseo de la carne, la pasión del desenfreno de la
química que en nuesto cerebro nos fabrica, la película cuyos
actores nos demuestran que enamorarse es sólo un cuento, pues tras
el estallido inicial de lo que nos creemos, se halla un mundo que nos
detalla la verdad para hacernos sentir que amar no es eso, que amar
no es la fantasía de lo que desean los cuerpos, y el alma llora en
su anhelo del Amor Verdadero...
Ayer
me enamoré por completo, desesperada, exhausta de tanto amar, de
tanto miedo...
Pero
el miedo, mi gran maestro, me tradujo todos mis pensamientos, los
redujo a meros inventos, y destapó su intención de ser lo contrario
de lo que en mi Ser espero, pues el amor es lo contrario al miedo...
Amar
no es temer, amar no es retener, amar no es sufrir, amar no es
poseer, amar no es demostrar, amar no es querer...
Y
así, tras permitirme llorar y sentir, desnudé mi alma al completo,
me quité el traje de la creencia de que amar es estar enamorada, de
querer al otro hasta ahogarme en el amor que le concedo, y olvidarme
así de mi esencia, de mi templo...
Y
ahora puedo decir “Te amo” sin recelo...
Te
amo y amo el mundo que me bautiza con el nombre de la Vida cada día,
te amo y amo las flores que tanto te agradan y admiras, te amo y amo
lo que amas, lo que vives, lo que sueñas, te amo y amo la vida, amo
el amor, amo tu cuerpo, tu alma, tu mente, tu risa, te amo y amo tus
huellas, tus sombras, tu luz, tus heridas, te amo y amo a los chicos
y chicas que tanto amas o cuidas, te amo incluso cuando te enamoras y
cuando de mí te olvidas, te amo y amo tus triunfos y tus caídas, te
amo y amo tu imagen, aunque en tu rostro haya arrugas o fatigas, te
amo porque eres tú, mujer que miro cuando el espejo me devuelve lo
que mis ojos miran, la diosa que crea en mí la presencia divina,
capaz de hacer poesía con el amor que inspira...
Y
ahora, ahora sí puedo amarte también a ti, mi vida, seas quien
seas, estés donde estés, alma escondida, porque ahora, encendida la
luz de mi esencia, esa luz que tanto brilla, ahora que estoy llena de
mí, del agua eterna de mi mar y de mi orilla, puedo entregar lo que
soy, sin reservas, sin medida, porque sólo siendo amor puedo amarte
sin necesidad, ni mentiras...
El
Amor no es dominarnos, ni perseguirnos, el amor es libertad, es la
pureza y la grandeza de ser uno contigo mismo, no responsabilizar al
ser amado de nuestra felicidad y atarlo así a nuestras creencias, a
nuestro ideal de amor o de familia...
Por
eso, a ti, amado que estás viniendo hacia mi mirada para mirarme
desde tu ser completo y tu alma divina, no voy a darte algo
inconcreto, voy a ser yo el amor, yo el beso, yo la ternura, yo la
diosa que te ame como el dios que siempre fuiste, y así, unidos en
la divinidad, crearemos en la tierra el cielo...
Eva
Bailón B.
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