SECCIONES - TÍTULOS

Los relatos del blog están divididos en varios títulos genéricos que son "Reflexiones", donde hallaréis escritos espirituales y reflexivos, "Una mirada al Alma" donde podréis leer historias muy profundas de crecimiento personal, del alma, "El Romántico Obsoleto", que cuenta con relatos de humor, irónicos, historias de la vida cotidiana del ser humano, "Diálogos", que son como la palabra dice, conversaciones que suelen ser muy profundas y espirituales, y por último he publicado tres capítulos de una de las novelas en las que estoy trabajando "Alma Cristalina". Disfrutad con todos ellos y compartidlos si os animáis a hacerlo para ayudarme a difundirlos.

Gracias por leerme, bendiciones a todos.

lunes, 29 de diciembre de 2014

ELEGIR SER UN SER

Luces, colores, lágrimas de cristal que relucen en la oscuridad, desprendidas del inconsciente que no comprende al Ser, pero que actúa en contra de nosotros mismos deliberadamente, en su afán de castigar aquello que está almacenado, por el mero hecho de estar pendiente de resolución.
Pero el llanto no te exime de la culpa que el ego genera e inventa.
Cierra los ojos, mira hacia dentro, verás un ser maravilloso que nunca fue culpable, que siempre fue amor, que ha sido manipulado por uno o varios programas que se ejecutan constantemente y te convierten en el personaje de una película de ficción.

Ahora que te estás observando, ahora que ves cómo actúa el ego, ¿qué ves? ¿quién eres en realidad? 
 
No eres la madre, o el padre, o el hijo o hija, ni la secretaria, ni el panadero, ni el hombre espiritual, ni la mujer materialista, ni la persona exitosa que gana mucho dinero, ni el pobre empleado despedido que ahora vive en la escasez...
Eres mucho más que eso, pues todo eso no son más que personajes que ocultan tu verdadera esencia.
Cuando miro a alguien y le digo “te amo”, no veo nada de eso, pues no amo al personaje que interpreta, amo lo que es, amo a su verdadera esencia.
Cuando ves eso en los demás, jamás ves culpables, jamás juzgas actos del personaje, jamás puedes reprocharle, pues eso es tarea del ego, no del Ser que tú eres.

Podemos decidir quién es nuestro “dios”, el Ego o el Ser. Sin embargo, si optas por el Ser, comienza entonces un gran trabajo de desmantelación de todos los programas, de todos los personajes construidos en tu inconsciente. Y ahí comienza una dualidad interior que debes aceptar, integrar y amar. Tal vez, con mucho esfuerzo, o con poco, consigas que esa polaridad desaparezca, cuando con toda la luz que eres puedas abrazar a todo lo que antes creías ser, conviertiendo a tu ego en una herramienta para entender el mundo, para dejar de ser el gran opresor de tu conciencia real, que vive aprisionada dentro de capas y capas espesas de creencias y programas que te hacen pensar que eres lo que no eres.

Si basas tu vida en lo que el ego inventa, vives desde la ignorancia, pero ser consciente implica mucho más que creer que eres un ser espiritual, implica mucho más que leer libros y artículos de metafísica, implica mucho más que hacer meditación o yoga, ser consciente es justo eso, ser verdaderamente consciente de todo lo que eres, averiguando, observando a tu ego, integrando y asimilando cada concepto, elevando tu vibración, sanando de verdad, liberándote de cadenas y cadenas de creencias entrelazadas que te limitan y atan a tu Ser.

Es un proceso largo, así como lo es el crecimiento de un ser humano desde que nace hasta la edad adulta, que requiere de constancia, de coraje, de fuerza y de muchísimo amor.

Si tienes sueños, búscalos, si tu alma te impulsa a crear, crea, si en tu interior deseas alanzar algunas metas, insiste, continua, aunque otros traten de convencerte de que no es buena idea, pues en ocasiones, las creencias limitantes que tenemos nos empujan a robar los sueños e ilusiones de los demás cuando, de manera inconsciente, proyectamos nuestros miedos, nuestros programas, sobre ellos...



Si ves un ángel volar, no le cortes las alas porque creas que lo que estás viendo es un imposible, abre tu mente y trata de comprender, abre tu corazón y ama a ese ángel por creer en sí mismo y perseguir su sueño de volar libremente...

No juzguemos lo que no comprendemos, eso es lo más fácil para nuestro ego, debemos ser honestos con nosotros mismos, trascender nuestros límites para entender a nuestro Ser, amarnos sinceramente, para lograr escuchar a nuestra esencia, y para seguir sus dictados, sólo así podremos amar y comprender a los demás verdaderamente y sin reservas, sin condiciones.

Para amar al prójimo incondicionalmente, primero debemos aprender a amarnos a nosotros mismos...

Sueña lo que tu alma sabe que es una realidad y así llegarás a materializarlo en este mundo terrenal.

Arael Líntley

viernes, 19 de diciembre de 2014

EGOS Y CONCIENCIAS

EGOS Y CONCIENCIAS
(Reflexiones profundas y metafísica)

El pensamiento es lo que nos capacita para entender los conceptos abstractos que nos rodean, pero es una herramienta algo pobre para lograr la comprensión de todo, así que sólo vemos lo que podemos procesar y lo que no se procesa, se queda fuera, o tal vez en algún lugar de nuestra mente, esperando a ser comprendido y asimilado.

Dentro de mis propios pensamientos intento alcanzar la realidad absoluta, pero es demasiado incomprensible para esta pequeña persona que soy. No usamos más de un 10% de nuestra verdadera capacidad cerebral, así que no puedo exigir a mi ego que comprenda lo que es el Ser y cómo es la realidad del mismo, pero puedo irme acercando, tratando de unir las piezas que mi alma va dejándome en el camino y desglosando lo que en mi mente funciona como una programación predeterminada, marcada por una colectividad que también es ese mismo programa.

Así descubro que la realidad que nos rodea ha sido creada por una gran mente colectiva, y que su función es dotarnos de un paradigma o de una plataforma de actuación donde podamos experimentar las vivencias propias de un ser humano, interactuando con otras formas de vida y entre sí mismos.
Esa plataforma a la que algunos han llamado Matriz o Mátrix, es necesaria para la evolución de cada conciencia. Sin embargo, cuando un determinado grupo de existencias concienciales alcanzan un nivel evolutivo preciso, inevitablemente deberán cambiar el paradigma, el lugar donde experimentar.

Así como ocurre esto en los seres humanos (sus conciencias) también ocurre en animales, plantas, e incluso en nuestro mismo planeta, pues también es una conciencia viva.

En estos momentos, nuestro planeta necesita cambiar el paradigma para seguir evolucionando y muchas otras conciencias, individuales o colectivas, darán el paso siguiente junto a ella.



Aunque he dicho conciencias individuales, no quiero decir que sean conciencias separadas de la unidad de la gran conciencia original, sino que son conciencias que funcionan por sí solas, desprendidas de la gran Conciencia Universal en su deseo de experimentarse a sí misma. Sin embargo, existen también conciencias colectivas que rigen, sobre todo, la segunda densidad de este planeta, la que pertenecería al reino animal, y también a la primera, que rige el reino vegetal básicamente.

Cada conciencia tiene un nivel evolutivo, pero cuando digo esto, me refiero a que ha realizado una serie de aprendizajes que la han dotado de una capacidad de Ser mas elevada, con una vibración de frecuencia más rápida.Se podría comparar con el crecimiento madurativo de un mamífero, por ejemplo. Nace, aprende, crece, se hace adulto, anciano y trasciende a otra realidad desencarnando. La almas son parte de una conciencia de un Ser que procede del Uno, que han venido a esta realidad para experimentar, y eso les proporciona aprendizajes. Esos aprendizajes se realizan mediante las relaciones entre ellas, a través del ser humano que son al encarnar, con toda una información de linaje, información celular, emocional, y bajo las normas impuestas por el ego, gran programa que se ejecuta en todo...
Sin embargo, debido justamente a ese ego y a sus subprogramas, generamos miedo, dolor, ira, y eso se deriva en lazos energéticos, pactos de alma para sanar y liberar, pactos que se deben cumplir porque forman parte del aprendizaje y la reconexión con el Ser, la cual sólo se dará cuando el alma alcance un nivel de evolución adecuado. Así es algo así como vestirse de humano para aprender a desvestirse de humano.

El pensamiento me otorga ideas, filosofía, reflexión, y tal vez incluso llega a menudo a niveles donde la incomprensión se transforma en comprensión de la realidad bajo unos preceptos distantes en su mayoría a lo que una persona catalogada de “normal” y “social”alcanzaría.

Pero debo reconocer que en mi caso no se trata de ideas mías, sino que las he tomado prestadas de la conciencia de mi Ser, la cual está por encima de mi alma, la cual está por encima de mi ego.

¿Pero qué abarca el Ego dentro de uno mismo?

Diría que el ego existe desde lo más primitivo que somos, refiriéndome al instinto de supervivencia, el instinto sexual, ect., hasta lo más recargado a nivel conceptual, pues el ego es un personaje que es capaz de ser muchos personajes a la vez, y es también la reacción a las circunstancias humanas, y es también la causa y el efecto, es verdugo y es víctima, es juez y juzgado, y su botón de funcionamiento principal es el Miedo.

¿Miedo a qué?

Miedo a la vida, miedo a vivir, miedo a morir...

El Ser, sin embargo, es todo lo contrario, es Amor en estado puro, no contaminado con los dogmas del ego.

¿Y el alma qué es?

El alma está entre el Ser y el Ego, puede sentir el dolor que desata el ego a través de un pensamiento que se hace emoción, y puede sentir el amor que le traslada el Ser, es el punto de unión entre la parte humana y la parte divina que somos, pero además contiene en sí misma esa parte divina.

En el pecho, justo donde se encuentra el chakra corazón, se halla el centro de nuestra Alma, el lugar donde el amor fluye, el lugar donde la conexión más hermosa se da entre las almas.

Sin embargo, los seres humanos podemos crear esos lazos de “deuda” y de “necesidad” a niveles mentales, para que el Ego pueda reparar, sanar, liberar, compromisos que están pendientes con su linaje familiar o bien con las almas que han compartido experiencias dolorosas.

Ahí es donde el Alma y el Ego tienen su propio pacto. El Ego es la herrmienta que el Alma ha estado usando para acercarse a otras almas y sanarlas y ayudarse a sanar a través de las relaciones amorosas, tanto románticas, como de amistad, fraternidad, filial...

Eso es interpretado por el Ego como amor, y el alma sabe que ese amor es indispensable que resurja, no sólo en los niveles más sutiles, sino también en los niveles mentales.

Por esa razón, cuando alguien desanuda los compromisos adquiridos en el campo de actuación de su ego, el alma se libera, y el ego comprende que ya no hay deuda, que no era necesario endeudarse, que todo estaba bien, dejando en libertad al alma, pues ésta ya está en conctaco con su Ser, permitiéndole ser el protagonista de su vida, destronando al personaje y el Ego del papel principal en su vida como humano.

Así llega la aceptación, la comprensión de lo que es amar, y la desaparición paulatina de la gran personalidad del personaje principal, quedando libre para existir fuera de la creación del ego.

Sin embargo ¿Cómo vivir entonces en una matrix como esta sin la herramienta más importante (ego) para relacionarse?

El ego ha sido necesario hasta ahora para podernos entender mentalmente, ahora llega otra historia diferente...

Ahora nos entenderemos desde el corazón...

De momento, aquel que llegue a ese nivel, tendrá que Ser desde esa perspectiva, no será comprendido por algunos, pero será escuchado, no compartirán lo que comunique, pero las almas se acercarán para sentirle, no podrá ser como era antes, pero será lo que siempre fue más que nunca...

Los que estén en transición hacia ello, sentirán cómo su ego va perdiendo fuerza, cómo cada reacción de él, cada resistencia, será sólo un camino más hacia su propia reconexión con su Ser y su propia fusión consigo mismos...

La llama gemela se enciende entonces y perdura viva en ti para seguir hacia adelante...

Arael Líntley


viernes, 12 de diciembre de 2014

ESTAR CONTIGO



Abro los ojos del corazón y ahí estás tú, mirándome, embriagándome del azul que me envuelve, ese azul que nace de la cascada armoniosa de tus ojos, ese azul que me tiñe de ti, que me arranca el alma para abrazarte desde mi esencia completa, ese azul que me ayuda a nadar en ti, en tu infinito amor, ese azul que me convierte en cielo, en mar, en lluvia, en ti...

Y me sonrojo al descubrirme embelesada en tu mirada, y me desmayo en palabras enredadas que sólo pronuncian tu nombre, que sólo emanan amor...
Se me escapa una sonrisa que se aleja de mi rostro volando como una mariposa de luces cegadoras, hacia tu alma, hacia tu vida, aquí y allá, en cualquier lugar donde tú estés, colmada con la ilusión de volver a verte ahí, abrazado a mí.

Sentir tu presencia me corona, me eleva y me transporta, me convierte en la estrella que tú dices ver en mí, ésa que nunca sé ver, ésa que dices siempre que te deslumbra cuando me siento feliz.
Y te percibo tan cerca que te respiro, que toda yo me lleno de tu fragancia, de tu energía, de tu luz. 

 
Y continua tu sonrisa desnudándome, y buceando en tus pupilas de repente me hallo a salvo, en casa, pues el hogar anhelado se oculta siempre tras tus ojos, se manifiesta en tus sutiles caricias, las cuales siento y vivo profundamente, así como ligeras cosquillas en mis mejillas cuando me estoy desperezando, o en mi pelo cuando crees que aún estoy dormida.
Si me preguntan qué es amar siempre diré que amar es mirarte, que amar es estar contigo, que amar es desenredar mi ser en tu ser, que amar es peinar mi alma con tu alma, que amar es algo que sólo se puede describir cuando se siente, cuando se vive, cuando el corazón deja de estar cerrado, para abrirse, y cómo no hacerlo ante ti si me enseñaste que las murallas sólo sirven para no permitirme sentir, para refugiarme de lo que más anhelo perdiendo así la oportunidad de alcanzarlo, pues los muros sólo me han servido para aislarme y limitarme...

Y es que contigo no existe lo banal, porque contigo todo, todo, es interesante, profundo, y divertido, todo es magia, beso y sigilo, todo es belleza....contigo caigo siempre en tu seducción y en el juego de volver a ser niños, en la inocencia de nuestras risas...

Y cuando el llanto se apodera de mi ingenuidad y me lastima, tus palabras etéreas, que vuelan como pétalos de rosa hasta mi corazón herido, siempre me liberan de lo que me hace daño, con la promesa de que todo está bien, de que nada de lo que sucede es en realidad dolor, porque si lo acojo con mis manos puedo transformarlo en amor, en puro amor, así como tú lo haces cuando secas mis lágrimas con tus besos suaves...
No existe el miedo, ¿o sí?, tú siempre me dices que el miedo existe si yo permito que así sea, pues el ser humano lo inventó al alejarse de su esencia, y que la verdadera esencia de éste es el amor, y que si regreso a ella seré de nuevo la flor que soy...

 
Entonces, desde esa flor que tú ves en mi alma, te digo, que si ella florece es gracias a ti, que si esta flor se abre y permite que su aroma se expanda, es porque tú me mostrarte el camino para ser ella...
Y ahora, de nuevo veo esa rosa blanca que siempre me regalas, esa que reluce desde tu pecho y que con un gesto dulce me entregas, incluso cuando son otros los que te sienten y perciben, incluso cuando te sueño, símbolo de lo que existe entre nosotros... amor, puro y verdadero... 
 
Tal vez en este planeta podamos darle un hueco a lo que somos, tal vez, quizás, y no permitamos jamás que se enturbie la pureza de esa rosa blanca que nos envuelve y nos eleva hasta nuestro sagrado lugar...
No importa dónde estemos cada uno de nosotros, el amor es una energía capaz de atravesar tiempos y espacios, inconsciencias y temores, porque esa es su verdadera naturaleza....nunca muere....

Por eso, estar contigo es revivirte, es permitirme ser yo, es poder serlo en todo mi esplendor, porque contigo no tengo que fingir algo que no soy, soy mi ser entrelazado al tuyo, soy un ángel que junto a ti tiene sus dos alas, soy un mensaje recibido, un poema terminado, un verso que rima contigo, porque tú me enseñaste y me recordaste ser esto que soy, sin miedo, sin caretas, siendo sólo corazón, siendo sólo... tu flor, tu canción, y siendo tú así mi inspiración...

Arael Líntley

viernes, 5 de diciembre de 2014

LA ESTRELLA DEL CALEIDOSCOPIO

LA ESTRELLA DEL CALEIDOSCOPIO

Imaginar es crear, crear es inventar, inventar es hacer realidad palpable aquello que imaginaste alguna vez, trayendo al mundo físico aquello que antes sólo existía en el mundo etérico o energético...

Tal vez por eso siempre me ha fascinado todo aquello que me ayude a potenciar mi creatividad, como contemplar el mar, un amanecer, escuchar el sonido del agua de un río, o de los pájaros cantando, obervar a los niños jugando, sentir la música dentro de mí vibrando, o mirar a través de un caleidoscopio, algo tan sencillo, algo tan alcanzable, y sin embargo, tan especial. Ver las formas, los colores, imaginar, sentir, reír, expresar...
Cuando observas esas formas bellas a través del caleidoscopio, que se abren y se cierran ante ti, que danzan, que se expresan, te das cuenta de que, lo que ves, depende del momento, de la posición, de cómo se mezclan las pequeñas piececitas que parecen hablarte en un idioma particular, mientras lo vas moviendo circularmente.
El otro día, mientras mantenía una conversación telefónica con una buena amiga, de repente me vi reflexionando sobre esto. Cuando comparas lo que contemplas a través de pequeño utensilio con lo que ves a través de tus propios filtros mentales, comprendes que la vida, en cierto modo y en cierto momento, tal vez, funciona de una manera parecida, quizás porque tu conciencia del ser se despierta, florece poco a poco, y entre los altibajos de lo que eso significa en la lucha acérrima de los programas instaurados en tu mente por no perder su hegemonía, aparece algo que conserva una sabiduría basada en algo más elevado, en algo que no tiene nada que ver con lo que has aprendido durante toda tu vida, y ahí, se manifiesta tu verdadero yo, tu conciencia real.

Si observas las figuras en un caleidoscopio detenidamente desde un punto fijo, ese en el que aparece ante tus ojos, por ejemplo, una hermosa estrella, y permaneces ahí, todo lo contemplarás desde la perspectiva de la estrella, todo será estrella. Sin embargo, al más mínimo movimiento, ésta desaparece y se transforma, y entonces el mundo parece distinto, porque lo que ves ha cambiado, ya no hay estrella.
Ahí puede aparecer la necesidad de buscarla, de encontrarla de nuevo, porque al mirarla te sentías feliz, pues a ella le habías otorgado el poder de hacerte sentir bien.
Pero ¿qué es y dónde se halla la felicidad auténtica?, o lo que es lo mismo, ¿dónde está tu estrella?
En cierto modo, la respuesta ya la sabemos todos, sin embargo, pocos la entienden y la experimentan, pocos la integran desde lo más profundo de sí mismos, y muchos siguen en la búsqueda de esa estrella que sólo hallan en un punto fijo, en el exterior, en un determinado momento, para desaparecer luego otra vez. Y ahí de nuevo aparece el miedo, el dolor, la decepción porque esa estrella se ha ido.



Ya sabrás que te diré que la estrella está en tu interior, pero eso no valdrá de nada si no la descubres tú mismo.

Cuando comparo el caleidoscopio quiero dar a entender que tú eres eso, tú tienes el poder de ver a través de la estrella, pues ella está dentro de ti, y tienes el poder de ver cualquier otra cosa, lo importante es que sepas a través de qué estás mirando el mundo.
La estrella en este caso es el alma, el ser, y ver a través del ser es ver a través de la felicidad, del amor, de la paz interior. Sin embargo, cuando no hallamos la estrella es cuando vemos el miedo, el dolor, la ira, el rencor, lo cual no son más que respuestas del gran programa mental que llevamos incorporado, un programa dividido en pequeños subprogramas que van desempeñando sus funciones sociales, pues fueron creados para adaptarnos a un mundo que está relacionado de programa a programa, en lugar de relacionarse de Ser a Ser, y partiendo desde la separación, en lugar de partir desde la unión.

Cuando comencé a darme cuenta de que lo que anhelaba fuera de mí estaba dentro de mí, comprendí que era absurdo sufrir por la ausencia de algo que no está ausente. Al principio eran palabras que se quedaban en el campo mental, y que intentaba asimilar, integrar y llevar a la práctica cotidiana. Un camino de idas y vueltas, de subidas y bajadas, de estados elevados y de estados de ego muy profundos. Sentía que las resistencias de mis programas, de mi ego, eran realmente duras y difíciles de llevar, pero a la vez iba deshilando poco a poco todo el entramado de ideas falsas, de creencias que limitaban mi capacidad de Ser.

Así, en ocasiones miraba a través de la estrella, otras a través de cualquier otra figura diferente a lo que yo era y soy en realidad.

Encontrarte a ti mismo es algo así como un camino hacia tu interior, algo que no se consigue en un sólo día, es un largo proceso de descontaminación y desaprendizaje de lo que siempre creíste ser, para ser verdaderamente lo que sí eres.

Tal vez sea complicado de comprender si nunca te has preguntado qué haces en este mundo, quién eres en realidad, qué hay más allá de todo lo que vemos.

El mundo social, el mundo en el que nos movemos, es un entramado de programas que actúan desde el cuerpo mental de cada ser humano. Cada programa es una forma del caleidoscopio a través del cual vemos la vida, las relaciones, el amor, los valores, la educación, ect. Existen algunos programas comunes, llamados normas, dogmas, leyes, y otros que se dividen por linajes familiares y otros individuales. Pero todo eso no eres tú, todo eso es falso, todo eso forma parte del personaje que interpretas, sin embargo, hasta que el actor no se dé cuenta de que no es el personaje, no dejará de actuar como si lo fuera, se identificará con él.

Hace tiempo que esa máscara cayó en algunos, hace tiempo que comenzamos a ver la estrella, aunque fuera en momentos puntuales, aunque viniera un segundo y luego se fuera, hace tiempo que somos más el Ser que somos y no la personalidad inventada para sobrevivir en este paradigma de enredos y laberintos.

Pero entendí que para llegar hasta mí, hasta mi esencia, tenía que pasar primero por el bosque del miedo, traspasarlo y comprender que así debía ser, que todo estaba bien.

Ser la estrella del caleidoscopio es sentir tu potencial, tu poder, es ser amor, es dar, es entregar y es verlo todo desde ahí, lo cual cambia todo a tu alrededor, ya nada es como antes era, y por tanto, ya no se entiende la vida como antes se entendía.

Todo se ha transformado, todo tiene otro color, todo tiene más luz...

Eso no es ser un iluminado, sólo es darse cuenta de que siempre hemos sido luz...

Eva Bailón