Ella
se descubrió llorando mientras la música penetraba en lo más profundo de su
alma, navegando por sus emociones, sus recuerdos, sus pensamientos, sus
expresiones más humanas; surcando sus cielos, sus nubes, sus tormentas, sus
desasosiegos; desnudando su esencia, su luz zafiro oculta bajo los miedos, los
velos del dolor y del olvido…
- -
¿Por
qué estoy llorando?-se preguntó a sí misma.
- -
Por
amor- le respondió aquella misteriosa voz.
Aquel susurro de luz azul se mezclaba con las
flores del parque donde ella se había sentado a escuchar su música preferida.
Era una grácil voz de mujer, muy familiar para ella.
- -
¿Por
amor?, nadie llora por amor.-Afirmó ella con contundencia.-La gente llora por
dolor, por desamor, por tristeza, por decepción, pero no por amor…
- -
¿Por
qué crees que lloras tú? –preguntó paciente la voz que poco a poco iba tomando
una forma humana.
- -
No
lo sé.-Contestó confusa la mujer.
- -
¿Qué
sientes?
-
- No
sé exactamente lo que siento, pero mi pecho vibra, mis ojos desatan las
lágrimas de mi alma, mis manos tiemblan, y no puedo dejar de sentir algo muy
parecido a la felicidad.
- -
Lloras
por amor.-Afirmó alegre la voz.
- -
¿Por
amor hacia quién? –inquirió ella intrigada.
-
- Por
amor hacia la vida, hacia la música que estás escuchando, hacia quien la haya
compuesto y tocado, hacia lo que tus ojos etéricos contemplan en estos momentos, hacia
ti misma.
- -
¿Por
qué crees eso? ¿y quién eres tú?
- -
Soy
tu Alma, tu esencia, la que te acompaña, la que te ama y venera, la que te
adora, la que te hace experimentar la dulce miel del amor hacia el amor. Sé lo
que sientes porque yo también lo siento, porque vibro contigo, amo contigo, y
me elevo cuando eres consciente de que estás enamorada del amor, enamorada de
la vida.
-
-¿Enamorada
del amor?, ¿es eso posible?
-
-Sí,
sí lo es.
-
- Creo
que yo no soy capaz de enamorarme, querida alma, no como se supone que tendría
que hacerlo. Hace tiempo que dejé de ser capaz de sentir esa emoción del
enamoramiento.
- -
Tienes
razón, querida humana, ya no eres como antes, ya no puedes engañarte, tu
honestidad contigo misma te ha otorgado el poder de distinguir el amor
verdadero del enamoramiento pasajero, y no te apetece seguir con la falacia de
la invención de tu mente acerca del amor de pareja. Sin embargo, sí eres capaz
de sentir ese gran amor hacia el amor, hacia la vida, hacia todos los seres que
son y existen.
-
-Sí,
es cierto, alma mía, pero a veces me parece triste no poder enamorarme, porque
una vez descubierta la verdad sobre lo que enamorarse implica en realidad, ya
no hay marcha atrás, sólo podría unirme a un ser que entendiera el amor como
yo, un ser que lo sintiera desde lo más profundo de su alma, un ser que no
tuviera dudas a la hora de entregarse por completo, pero sin olvidarse de
amarse a sí mismo, de comprenderse y aceptarse con su propio respeto, aceptando
sus errores como experiencias para crecer y aprender, creyendo en sí mismo y
valorando su capacidad de amar y de dar, sin esperar nada a cambio.
- -
Lo
sé, no concibes el mundo al lado de una persona que no comprenda que amar
significa ser uno con ese amor y que antes de dar ese amor verdadero y puro a
otro ser humano, primero ha tenido que encontrarse consigo mismo en un largo
caminar de encuentros y desencuentros, de metamorfosis y transformaciones que
le han llevado a ser él mismo en su mejor versión, en su estado más puro y
genuino, y ha aprendido que amarse a uno mismo conscientemente y libremente,
aceptando su luz y su sombra, integrando su alma y su parte humana
dentro de él, uniendo en sí mismo todos sus opuestos, es el primer paso para
amar al prójimo, y en consecuencia, amar a su compañera/pareja, sin necesidad de ella, sin ataduras que la limiten, sin
que su ego la someta o la atrape en la red de las relaciones más banales de la
humanidad en la que vivís.
- -
Tus
palabras me arrancan todavía más lágrimas, alma mía.
- -
Sí,
lo sé, pero es porque resuenan en tu corazón.
-
-¿Y
crees que encontraré a esa persona algún día en este lugar donde todos vamos
tropezando en el intento de ser seres humanos sabios y elevados?
-
-Querida
humana, un día de estos, cuando tropieces, caerás en sus brazos sin darte
cuenta.
- -
Para
ser un alma me resultas demasiado “romántica”, algo que considero más bien de
carácter humano y emocional.
-
-Sí,
tal vez, pero es mi romanticismo, mi sensibilidad, mi dulzura, las que te
nutren e inspiran cuando deseas trasladar en papel aquello que no sabes
describir con palabras, es mi visión de la vida la que te transporta a los
mundos sutiles donde puedes contemplar amaneceres de espíritus fugaces y
eternos, colmándote de sus divinas presencias, bebiendo sus luces para ser y
existir desde ti misma hacia afuera, olvidando el exterior como punto de
partida y fusionándote contigo misma en el acto más hermoso que has vivido
jamás…enamorándote del amor de tu alma, mi amor por ti, tu amor como humana
hacia mí.
- -
En
realidad, no sé quién soy, no sé qué hago aquí, no sé por qué añoro tanto la
unión con alguien que sea como yo.
- -
Porque
aún no te has dado cuenta de que la unión se ha producido ya dentro de ti y que
el exterior será la manifestación de lo que hay en tu interior… Mira dentro de
ti y dime qué ves…
-
-Amor,
veo mucho, muchísimo amor, es tanto y tan enorme que no puedo distinguirme yo.
- -
Ay
mi querida humana, sí que puedes distinguirte, tú eres ese amor que ves, tú
eres Amor.
Ella
estalló en un mar de lágrimas de emoción y alegría al experimentarse a sí
misma, al saberse hermosa, al sentirse enamorada del amor, y por tanto,
enamorada de su esencia, de ella misma, de lo que ella era dentro de sí misma.
Y descubrió así a su alma gemela, navegando en su luz, siendo amor junto a
ella, abrazándose a la fusión de los polos opuestos dentro de su éxtasis de
devoción y amor entrelazados en el amor más infinito y sagrado que jamás habría
imaginado.
- -
Querida
humana mía, ya estás lista para ser tú, ahora comenzarás tu viaje hacia el
renacer de tu humanidad, de tu nueva esencia fundida conmigo, ahora
experimentarás lo que es ser quien eres dentro de tu cuerpo físico y humano,
ahora tu responsabilidad será mantenerte en este estado de fusión con tu ser, para crecer dentro de ti misma y llegar a
cumplir con tu pacto inicial. Ahora que ya has llegado por fin a la cima de la
montaña, tendrás que volar, y tu nuevo camino será más liviano, pero recuerda,
sigues aprendiendo, sigues creciendo, sigues experimentando, aunque la perspectiva
sea distinta.
-
-Sí,
querida alma, lo entiendo, pero ahora estoy asustada… ¿es eso normal?
- -
Sí,
mientras seas humana, cualquier emoción será bienvenida porque de ella seguirás
extrayendo la sabiduría necesaria para cada circunstancia alcanzada… Fluye y
sé, fluye y vuela, fluye y no permitas que tus miedos hagan descender tu vuelo
con el peso del anclaje de la densidad que destilan, siente el temor, míralo y
déjalo pasar de largo… Ama, sonríe y siente…
La mujer abrió los ojos, la meditación
había concluido, los mensajes habían sido recibidos, el sol se desvanecía poco
a poco, las flores se adormecían, su cuerpo se había enfriado y su corazón
rebosaba de alegría.
- -
Me
voy a casa… - Se dijo mientras se ponía en pie. –Gracias, alma mía.
Arael Líntley.
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