Mientras escribo siempre me nutro con la música que inspira a mi alma y me ayudo de ello para poder expresar algunas sensaciones que no tienen traducción. Siempre intento trasladar en forma de palabra aquello que soy y siento, pero no siempre hago justicia a lo que hay dentro de mí, que es lo mismo que hay dentro de muchos... Espero haber sido generosa con esta reflexión y poder alcanzar las almas y corazones de los que lean mis humildes frases.... He aquí la música que me eleva...
REFLEXIÓN SOBRE EL ALMA
El
alma habla un lenguaje que es más parecido a un elixir que a una
palabra... Recita fragancias sublimes de amor puro, coloreado con la
sencillez de un pétalo, de un beso suave, de una caricia grácil...
La
luz del corazón refleja la magnificencia del alma, y cuando amamos
desde lo más profundo de nosotros mismos, conectando con el amor de
todo nuestro espíritu, pareciera que nuestra esencia se escapa de la
cárcel de este cuerpo, pues si no lo hiciera, no sería capaz de
albergar tantísima energía de amor...Sin embargo, no es que nos
deslicemos del cuerpo, sino que éste ha dejado lugar a más cantidad
de luz, de amor, de Ser...Esto es tan increíble...
Así,
un día descubres que amas de otra manera, amas más y con más
pureza y te transformas en un niño, en su inocencia, regresas a ese
estado en el que mantienes la capacidad de asombrarte sólo con el
vuelo de un pájaro, emocionándote por cosas que antes te podían
parecer nímias...
Mi
alma habla con transparencia, ya no hay miedo...se acabó el
miedo..., sólo hay amor... amor ...
Con
el lenguaje del amor del alma he ido habituándome a percibir la
realidad de otra forma, más completa, más sublime, más hermosa.
Mis ojos ven más allá de lo que veían antes, conectando con la
sabiduría de mi interior, interpretando aquello que observan con más
nitidez.
A
veces, cuando miro a una persona a los ojos, en su profundidad
contemplo su propia alma, otras, preciso de unas horas para poder
iniciar una conversación de corazón a corazón, pues no siempre se
está predispuesto a permitir que alguien entre en tus secretos y los
lea.
No es mi intención
invadir a nadie, es sólo que, de manera natural, veo a quien está
frente a mí. Para ello es necesario que haya un encuentro de almas, aunque las almas pueden hallarse en otros planos y conversar en la distancia física, a través de los sueños, o de otras maneras que he experimentado, y eso es algo bellísimo, pues así es como me he ido comunicando con un alma muy importante para mí.
A veces, conoces a alguien y te das cuenta de que hay bellos reencuentros con almas que ya
estuvieron junto a mí en otras vidas, realidades o dimensiones. A
estas almas siempre nos unen lazos especiales, diferentes, y siempre hay un reconocimiento instantáneo, aunque en ocasiones el ego nos ciega y nos cuesta verlo.
He
ido conociendo algunas almas muy especiales para mí, otras con las que compartía lazos
hermosos, pero sólo una que comparte con la mía algo más que un lazo de
amor, mucho más que eso, porque es parte de mi Ser completo, una
gota de mi propio océano, su océano, nuestro océano en común,
nuestro origen después del Uno, de la Totalidad. Somos la misma ola
rompiendo en diferentes lugares, procedentes del mismo mar, el cual
procede del mismo planeta... Sería como decir que el planeta es la
Fuente, y nosotros un Rayo que nace de ella y que decidió existir en
forma de humano por duplicado, polarizando sus energías, femenino y masculino, y en el mismo lugar al mismo tiempo. Esto es algo más complejo, pero resulta más comprensible explicado así.
El ser humano, interpreta su anhelo hacia su opuesto polarizado como ese gran amor de su vida, su única alma gemela, el amor que está esperando para ser feliz, pero en realidad es un amor tan inmenso y extraordinario, que llega para arrasar toda la oscuridad y la sombra que hay todavía por sanar, llega para romper todos los esquemas mentales establecidos hasta el momento, y hay que ser muy valiente para aceptar ese amor en tu vida humana, hay que ser muy responsable ante tal divinidad, para amar de una manera pura, desinteresada, incondicional, respetuosa, siendo tan importante el amor de ambos que se convierte en lo principal, en el motor para que sus vidas humanas se acoplen y todo fluya desde la armonía y la serenidad. Para esto, las almas tienen que estar muy elevadas y los egos deben haber sido muy sutilizados.
Hallar a tu alma llama,
se hace extraño para la mente, que se ve reflejada en su opuesto con
tanta fuerza que un terremoto de emociones se acelera y remueve todo
aquello que aún está por sanar, incluso puede invadirte el miedo a través de mil preguntas y prejuicios.
El
alma ama con una intensidad que el ego no puede controlar, ni
manejar, así que, cuando ésta se expande y crece, se eleva y
evoluciona, el ego debe adaptarse a lo que el alma está transmtiendo
desde el corazón. No es algo sencillo, éste debe aprender a olvidar
y a desaprender aquello que no era real, aquello creado por la
multitud, aquello que no es la persona en sí, pero que definía al
individuo bajo el viejo paradigma que muchas mentes inventaron y
creyeron.
El
alma habla el lenguaje del amor, un amor que sólo se puede
comprender si el ego transmuta su fuerza opuesta y se integra con el
alma ocupando el lugar que le corresponde. Así, cuando el ego,
nuestra gran herramienta de aprendizaje, se rinde ante el amor del
alma, el amor del Ser, todo empieza a fluir de una forma increíble.
Sin embargo, para que el ego se rinda, primero el alma debe abrazarlo
con su amor y ayudarlo a desechar toda la oscuridad que hay en él, y
eso se hace mediante la luz, sacando a la luz a la sombra,
aceptándola, superando las emociones que de ella se derraman y luego
ya, por fin, iluminándola.
Experiencias,
emociones, aprendizajes, comprensión, aceptación, perdón,
superación, amor...
Un
camino hacia nuestro interior, el viaje más importante de nuestra
vida...
No
tengas miedo de mirarte y dibujarte, de amarte, de comprenderte, de
perdonarte, de entregarte a tu propio amor y grandeza, no tengas
miedo de ser tú mismo, de SER, de amarte sin condiciones, ni
juicios, y de amar a otros de la misma manera...No tengas miedo de
sufrir, ni de hacer sufrir a otros, porque el miedo nos cierra las
puertas de la felicidad, porque el miedo es la injusticia del ego
hacia nosotros mismos, porque el miedo es la enfermedad del alma,
porque el miedo puede negarte todo aquello que sueñas, porque el
miedo es la vibración contraria al amor, porque el miedo te aparta
de lo que amas...no tengas miedo de VIVIR...no tengas miedo de
SOÑAR...no tengas miedo de AMAR...
Siente
en ti el lenguaje de tu ALMA, escúchala, sé ALMA PURA...AMOR
PURO...todo es posible...
Arael...
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